-Capitulo 1-

905 44 50
                                    

Perú

(No sé porque la calidad de imagen es tan mala, perdón aAh)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(No sé porque la calidad de imagen es tan mala, perdón aAh)

Me desperté una mañana, por una luz que caía justo en mi cara. Abrí lentamente los ojos, parpadeando bastante a la vez, ardían un poco. Con algo de pereza, llevé mi mirada a la ventana, suponiendo que me había olvidado de cerrar las cortinas la noche anterior... Pero no. Entonces me fijé en la lámpara de mesa que estaba junto a mi cama, claro, me la había olvidado prendida, ¿Cómo no lo noté?
Me senté, estirandome hasta hacer sonar mi espalda.
Solté un bostezo y me levanté, aún con algo de sueño. Mire hacia mi cama, desarmada, aparentemente me había movido mucho en mi sueño, sobre está había un libro dado vuelta, con las páginas sobre el colchón.
Lo tomé, el título era "Estudio en escarlata", oh, ahora lo recuerdo, ese era el libro que había estado leyendo a la noche, parece que me había quedado dormido mientras leía.

No le presté mucha importancia, tan solo puse el libro en mi mesa de luz, usando un papel para señalar dónde me había quedado.

Me cambié la ropa, dejando mi pijama doblado sobre la cama.

Abrí la puerta de mi habitación, listo para ir a desayunar, más no me esperaba ver allí a...

- ...¿Argentina? -

Lo observé con confusión ahí, sentado junto a mi puerta, como si me hubiese estado esperando. Me sonrió y se levantó, me ví obligado a mirar hacia arriba para poder verlo a los ojos.

- ¡Buenos días! - Me saludó

Entrecerré los ojos con sospecha.

- Hola... ¿Que haces aquí? - Cuestioné

Argentina bostezó en largo.

- Vine a buscarte, ¿Que acaso no puedo pasar tiempo con mi mejor amigo? - Preguntó con un tono sarcástico

Le sonreí, cruzándose de brazos y levantando una ceja.

- Tu nunca te despiertas temprano - Reí

- Ah... Es que no dormí - Sonrió, riendo nervioso

Lo mire serio, frunciendo levemente el ceño. Lo tomé de las mejillas, obligándolo a mirarme a los ojos.

- ¿Cómo que no? -

Argentina desvió la mirada.

- Somos 194 países en una misma casa... A veces hay quilombo - Sonrió nervioso

Le apreté las mejillas, haciendo que se quejé.

- Eso no es escusa - Lo solté, cruzándome de brazos otra vez - Más te vale que hoy duermas o te duermo yo de un golpe - Le amenacé

En broma, claro...
Quizá

Ejem...

Él solo puso los ojos en blanco y empezó a alejarse, yo lo seguí.

El Neko - ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora