¿Qué es lo que todo discípulo del clan Lan necesita tener? ¿Disciplina, prudencia, y paciencia?, ¿o quizá coraje, fuerza, y vitalidad? Muchos de los candidatos a discípulo cumplían con cada una de estas, y bajo la enseñanza de Lan Qiren pasaban de s...
WIU WIU AVISO IMPORTANTE WIU WIU: Muy pronto editaré todos los capítulos, para mejorar ortografía y hacer las cosas más claras y sencillas de entender. Con eso, también le cambiaré el nombre a la historia, se llamará Yuanfen. Estén atentos a los cambios que haré, si ven que actualizó no se alarmen si no reconocen el nombre. 🗿
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El patriarca Yiling estaba muerto, era lo que toda la población de China repetía sin parar. En las calles de mercados, en los burdeles, hasta en los pasillos de sectas, tanto prestigiosas como pequeñas. Era el evento del año, y no exactamente en el mal sentido.
La gente celebró al escuchar lo que tanto habían esperado, dándole con un suspiro la bienvenida a una nueva era de paz y tranquilidad. Ahora podían ensuciar su nombre tanto como quisieran, sin enfrentar el peso que traían sus palabras.
Sin importar cuantas versiones de la historia se contarán, algo era muy cierto, y es que la gente ya podía descansar sin sentir miedo. Miedo que se transformó en temor, para luego pasar a convertirse en un sentimiento de furia y asco hacia el pobre cultivador demoníaco, quien sólo respondía a sus enemigos de la misma forma en la que ellos lo insultaban.
La hipocresía de sus palabras podía olerse, y daba asco. Se les olvidaba que de la guerra y genocidio que ocurrió años atrás, nadie se salvó. Fueras mujer, joven o anciano, lo más importante era sobrevivir, y para hacerlo muchos tuvieron que ensuciarse las manos. ¿Por qué no iban a gritarle a sus compañeros y hermanos marciales? Ellos también le quitaron la vida a inocentes.
Lan Wangji siempre fue consciente lo que decían, de cómo se burlaban o lo incriminaban injustamente, sin embargo, ahora mismo se quería cortar las orejas. No lo creyó posible, pero todo se puso peor el momento que dio un paso fuera de la seguridad de su hogar, de su secta.
Para acompañar a la gran noticia, se unió el rumor de un inmaculado cultivador que traicionó a su secta por una rata callejera, ¿Interesante, no? Eso mismo pensaron todos, sin tener en cuenta que la persona de la que hablaban, pasaba justo a su lado.
El camino hasta los túmulos funerarios fue doloroso, tanto física como mentalmente. No disminuyó para nada su angustia al llegar y ver la grotesca escena que lo esperaba; sangre y destrucción por todos lados; el canto de los cuervos y olor a muerte. Con mucha fuerza de voluntad, siguió llamando su nombre para recibir la tan esperada, y ausente, respuesta que quería.
Su viaje y lucha no fue en vano pues salió de ahí con un niño en brazos, estaba ardiendo e inconsciente, probablemente había caído enfermo por las terribles condiciones en las que lo encontró. Muy sinceramente, le sorprendió que estuviera vivo, su corazón encogiéndose al pensar en lo que hubiera pasado si la suerte no se hubiera puesto de su lado.
Cuando regresó al Receso de las Nubes, lo primero que encontró fueron a su tío y hermano esperándolo en la entrada de la secta. Supo que ambos estaban preocupados por él inmediatamente, ya había pasado el tiempo para dormir. No era por nada que se quedaban despiertos a tales horas.
