Oh! Mi príncipe Moran

Capítulo 2: La búsqueda del heredero

Hace algunos meses y hace muchos, pero muchos kilómetros de ahí... Una joven viajaba recorriendo el mundo cuando de repente, de la nada, apareció una tormenta de arena y un gran remolino en ella. Para protegerse, la joven tomó su camello y se escondió hasta que todo acabara.

Cuando por fin terminó aquel fenómeno de la naturaleza, ella observó que había un hombre tirado en el centro donde se produjo aquel remolino. Ella se acercó a examinarlo, lo encontró con vida. Con ayuda de unos forasteros, lo subieron al camello y se fueron al reino más cercano en busca de un médico. Poco sabía la muchacha que acaba de entrar en el reino enemigo. Después de revisarlo, y de saber que estaba bien, le recetaron algo para los malestares.

La joven no se fíaba mucho de aquel médico que había venido a visitarlo, por lo que cuando logró irse, ella cambió de ropa al joven y con el poder de la invisibilidad logró escapar de donde estaban y llevarlo a otro lugar.

-Este hermano mayor me deberá dos... -Se dijo ella en voz alta cuando vio que se despertó. - Hola...

-Señorita, ¿estoy en el hospital? - Preguntó el hombre. -¿Dónde estoy?

-Estamos en uno de los reinos que no sé como se llama aún.

-¿Perdón? -La miró extrañado.

-Soy Xie Yanran ( hija del primer ministro del Reino Zodiacal; Signo: Señora de Cáncer; Poder: Invisibilidad ) ¿cómo te llamas y de dónde eres?

-Soy Ran Yushuo, médico cirujano... -Intentó sentarse ya que estaba tumbado en una especie de cama dentro de una casa abandonada. -¿Dónde está mi hermana?

-¿Tu hermana? -Preguntó ella extrañada. -Estabas solo cuando te encontré.

-¿Cómo? -Abrió sus ojos de par en par. -¡¡¡Airong!!!

-Shhh.. cállate. -Le tapó la boca. -Te acabo de decir que no sé en qué reino estamos. No podremos salir sin que nos pillen y nos decapiten.

-Esta mujer está chalada, encima con ropas de vieja... en fin... me iré.

Él se levantó y en el momento que salió vio todo diferente a donde estaba antes, sus ojos se abrieron más. Parecía un plató que se usan en los filmes de series chinas antiguas... pensó que debía estar soñando.

-No te preocupes, te llevaré al reino al que pertenezco y pediremos ayuda al emperador o al príncipe. -Le consoló. -Mientras tanto deberemos quedarnos aquí, te traje algo de comer.

-Gracias... -No dijo más, terminó comiendo y observando a la mujer con sus ropas extrañas.

Ambos se fueron a dormir, esperando que con suerte pudieran salir con destino al reino Zodiacal. Aunque Xie Yanran estaba algo convencida de que estaban el reino de Orión. Si ellos se enteraban de que ella era una de las protectoras del reino contrario, la matarían sin dudar alguna.

Han pasado ya casi 3 años, la antigua dinastía que controlaba el reino de Orión fueron apresados y ejecutados a manos de los reinos colindantes. El ejecutor fue el reino Zodiacal, después que había sido víctima de los oriones por apoderarse de su reino. La nueva dinastía era la rama más tranquila aparentemente, no querían pelea y solo querían paz. Habían logrado reconstruir el reino Orión, dando mejores recursos y saliendo adelante con mucho esfuerzo. Poco a poco estaban contruyendo un nuevo lugar, donde la gente ya no los reconocería como los salvajes, sino como algo más.

Los que ahora gobernaban nunca tuvieron hijos y al ser sus parientes los que armaron el complot contra todos los reinos, sobre todo contra el Zodiacal, estaban condenados a desparecer. Sin embargo, una chamana que servía en el palacio real tuvo un llamado de los poderes superiores. Estos les decía que después de catástrofes enviada por los dioses, un hombre y una mujer venidos de otro mundo traerían la paz, pero esta sería muy dificil de conseguir. Yanran había oído mencionar aquella profecía, pero no llegó a escucharla completa hasta ahora.