Capítulo 14: El beso inapropiado

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El príncipe Moran terminó de ponerse su armadura y salió en busca del amor de su vida. Estaba desesperado por no haberla detenido a tiempo. ¿Qué haría si le pasara algo a su amada? Solo de pensarlo, él se sentía culpable.

-No puedo perderte... -se dijo para sí mismo. -Y no lo haré.

Cuando Beitang Moran estaba saliendo con su caballo y armadura, aparecieron sus aliados, sus hermanos de batallas.

-No te dejaremos sólo Moran. -Dijo Su Xunxian.

-Es verdad, iremos a proteger a Aurora. -Añadió la general Chu.

-Tal vez ya esté muerta. -Pensó en alto el pequeño Shang Yu.

Todos lo miraron mal.

-Lo, lo siento, no quise decir eso. -Se retractó.

-Está bien pequeño imprudente. -Sonrió levemente Moran y se acercó con su caballo hasta donde el pequeño se encontraba y acarició su cabeza.

-Estamos listos alteza. -Sonrió cortésmente Chu Shengnan mientras lo miraba.

Xifeng Lie y Zhang Tianzheng también ofrecieron su apoyo al príncipe Moran.

-Lo sé, os doy las gracias a todos. -Él sonrió y con la elegancia que le caracteriza hizo una seña para partir en busca de la señorita Ran.

¿Ella dónde estaba? Pues apunto de llegar a encontrar a su hermano. Lo buscó por todas partes, alertando así a muchos pueblerinos que decidieron irse a casa a esconderse. En cuanto a la señorita Xie Yanran, ella fue llevada a palacio y fue a comunicar a su majestad lo que había pasado. Él dejó sus mejores guardias defendiendo el palacio y se fue con los señores zodiacales disponibles a su lado para combatir.

-Yo también iré. -Dijo Yanran.

-No, tú te quedas aquí con la emperatriz. -Refutó el emperador Yi.

-¡No! Yo he de ir a buscar a Ismael... me necesita. -Reclamó la señorita Xie.

-Yo también quiero ir. -Exclamó la emperatriz.

-Feifei, tú no puedes ir. Estás embarazada. -Respondió el emperador.

-Pero mi poder puede ayudar por si hay algún herido...

-¡He dicho que no! -Gritó Beitang Yi y salió la puerta cerrando. -¡GUARDIAS! -Llamó a sus súbditos. -Ellas tienen prohibido salir de la habitación.

Los guardias imperiales acataron la orden del emperador.

Los demás miembros estaban reunidos esperando al gobernante de esas tierras. Una vez todos llegaron al lugar acordado, fueron en ayuda del príncipe Chen.

Aurora encontró a varios soldados, o eso intuía. 'Seguro que son los miembros de Orión' se dijo ella. Mientras intentaba acercarse a su hermano, se le ocurrió una idea.

-¿Me buscabais? -Salió de su escondite. -¡Surprise! -Les decía 'hola' con su mano.

-Señorita de Canis... -Dijo elegantemente una persona saliendo del carruaje. -Nos volvemos a encontrar.

-¡Tú! -Aurora sentía un asco repentino por esa hermosa mujer. No entendía porqué una belleza, tenía un corazón podrido. -¿Dónde está mi hermano Niran?

En un abrir y cerrar de ojos, una figura a la que ella reconocía bien fue apareciendo.

-Ismael... -Hizo unos pucheros y se acercó corriendo hacia él.

Él tenía una mirada perdida mientras veía a su hermana acercarse. Mientras los hermanos estaban volviendo a reunirse, los hombres del emperador Yi y los del príncipe Chen se encontraron en medio camino.

Oh! Mi príncipe MoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora