Capítulo 1: Llegada al reino

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Vayamos unas horas antes en el reino Zodiacal.

En el palacio del Señor Chen, un lugar hermoso como ninguno, se encontraba en movimiento. Las doncellas y sirvientes iban y venían con comida. El príncipe Chen, cuyo nombre era Beitang Moran (tío paterno del emperador Yi y su hermano Tang; Signo: Señor de Acuario; Poder: visiones), había organizado una pequeña reunión con sus allegados. Había invitando también a su sobrino Beitang Tang y a su mujer. Ambos rechazaron la invitación. Después de casi 3 años de matrimonio y de no haber superado eventos pasados, ambos apenas asistían a reuniones juntos.

El emperador en nómina no soportaba ver a su emperatriz (Nombre: Xia Bing; Signo: Orion; Poder: hábil con la espada).Le recordaba cada día lo que ella y su gente (Reino de Orión) terminó haciendo contra el suyo hace 3 años. Aunque la joven esposa decidió por volutad propia destruir el reino zodiacal, al final terminó enamorándose de su esposo y no pudo continuar con los planes. Demasiado tarde para el arrepentimiento; habían muerto todos los habitantes del reino. Sin embargo, Luo Feifei y el pueblo de Ofiuco ayudaron a salvar a la mayoría de la población. Remarco la mayoría, porque no pudieron salvar a la emperatriz viuda, es decir, madre del príncipe Moran y abuela de los hermanos Yi y Tang.

El pueblo de Ofiuco recuperó el estatus que tenía antes de que los planes del reino de Orión se llegara a ejecutar hace más de 25 años.

Volvamos al palacio Chen, mientras él disfrutaba de una buena velada, tuvo una visión. Una terrible tormenta muy cargada caería sobre estos reinos, dos caras conocidas volvían a palacio real. Dos caras nuevas también aparecían. Ambas caras desconocidas, pero iguales, lo que les diferenciaba era el sexo que tenían. La cara femenina caía en el lago donde jugaba con sus sobrinos de pequeños.

-Moran, ¿te sucede algo? - Preguntó Su Xunxian (comerciante y mejor amigo del príncipe Moran; Signo: Señor de Géminis; Poderes: Hablar con los animales).

-Acabo de tener una visión - Lo miró con preocupación. -Envía alguno de nuestros hombres al palacio real y que otros se vengan conmigo.

-De acuerdo, ahora voy. -Dijo Xunxian y se marchó.

-¿Qué significa esto? ¿Han vuelto? -Se preguntó.

Moran se apresuró a salir, dio indicaciones de donde deberían dirigirse y él se adelantó al lugar de sus visiones. Mientras tanto en el palacio real, hubo un gran estruendo, como si un rayo de color rojo cayera en la piscina imperial. El emperador en funciones Tang se asustó, así que mandó a unos guardias a que lo acompañaran al lugar. El enuco de toda la vida también estaba corriendo de un lado a otro resguardándose del peligro.

-Feifei, ¿estás bien? - Se escuchó una voz familiar. -Abre los ojos, vamos...

-¿Hermano? - Preguntó un Tang Tang asombrado, enseguida mandó a que ayudaran a su hermano y cuñada a salir del agua.

-¿Tang Tang? -Miró a su dirección, sonrió levemente. -Estás hecho todo un hombre.

-Hermano Yi... -Lo ayudó y aunque su hermano llevase una ropa diferente a la suya, terminó abrazándolo. -Te he echado de menos.

-Lo sé, yo también te he echado de menos. -Se dio la vuelta para ver como el médico imperial tomaba la presión de su mujer. -¿Cómo está?

-¿Majestad Beitang Yi? -Preguntó el médico, pero al verlo serio, decidió responder. -Ella está delicada, pero bien.

-Vamos a dentro, no hemos tocado tu habitación para nada. Diremos que la preparen para que puedas usarla. -Dijo el pequeño Tang.

-Mmn... -Era su forma de decir que estaba de acuerdo.

Oh! Mi príncipe MoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora