Cocinando → 🥣

1K 112 5
                                    

Buda apoyo las manos en el respaldo de la silla mientras veía como Zero tarareaba una melodía al mismo tiempo que sacaba varios alimentos de su mochilita.

Que pereza. Pensó mientras soltaba un leve suspiro, tenía tan pocas ganas de cocinar.

La última vez que cocino algo también fue la primera vez, de hecho, ni siquiera cocino algo. Lo único que hizo fue poner a hervir agua en una tetera. Entonces, se entretuvo viendo un documental sobre caballitos de mar. Cuando quiso acordar la tetera estaba completamente quemada. Jack casi lo mata pues esa tetera era su favorita.

"¿Listo?" pregunto Zero con una sonrisa mientras le lanzaba una mirada a su novio.

Buda asintió sin muchas ganas, realmente no tenía interés en la cocina. Sin embargo, recientemente se había mudado de casa a un departamento. Necesitaba aprender a cocinar si quería comida en su estómago.

"¡Oh!" levantó un dedo.

"¡Y puedes llamarme Zero-Sensei!" parecía hacerle mucha ilusión la idea pues destellos salían de sus ojitos.

Si. Buda le había pedido al pequeño albino que le enseñará a cocinar pues Zero era un cocinero excelente. Además, era una buena excusa para pasar tiempo juntos.

El peli-rosa bufó mientras pellizcaba la mejilla del pequeño albino. "Que no se te suba a la cabeza" replicó burlón.

"¡Ay! ¡Bueno!" se quejó haciendo un puchero mientras colocaba una manita en su mejilla. Pero rápidamente se animó pues la idea de enseñarle a Buda a cocinar lo entusiasmaba mucho. "¡Comenzaremos haciendo un flan casero!"

Las palmas del peli-rosa chocaron mientras una enorme sonrisa se deslizaba por su rostro. "¡Que delicia~!"

De pronto, tenía ganas de cocinar.

Zero se dio mentalmente unas cuantas palmaditas, orgulloso, sabía que el flan casero sería un buen incentivo. Luego, le enseñaría a hacer un guiso de arroz.

"¿Tienes un bol?" pregunto curioso.

"Hmm no" apretó los labios pensativo "Pero anoche compré un pote de helado, guarde el envase...." mientras hablaba saco el envase del armario "¿Servirá?"

"¡Servirá!" exclamo con una sonrisa en el rostro. Entonces, comenzó a hacer más preguntas hasta que.... "Esto será más difícil de lo que pensé, no podemos cocinar asi" replicó mientras hacía puchero.

"No me mires así" replicó el peli-rosa al sentirse juzgado por la mirada que le lanzaba el albino. "Me mudé hace dos días, no esperes que haya comprado todo lo que me hace falta" se encogió de hombros.

"¿Y cómo piensas aprender a cocinar?" le reprochó mientras se cruzaba de brazos.

"Pensé que con eso bastaría" murmuró para si mismo mientras observaba los pocos utensilios de cocina que tenía. Soltó un suspiro "Bueno, tiene solución"

"Vayamos de compras" se encogió de hombros de forma despreocupada.

El rostro del albino se iluminó. "¡Oh, si! ¡Hagamos eso!" exclamó entusiasmado.

De esa forma, la parejita se fue de compras para conseguir lo que necesitaban. Horas después, los dos se encontraban dentro de la cocina usando unos delantales color pastel con dibujos de florcitas.

"¡Primero lo primero!" exclamó el pequeño Zero mientras le daba un huevo al peli-rosa en la mano "Tienes que cascar los huevos en el bol" explicó con una linda sonrisita.

"Facilísimo" comento con confianza Buda para después cascar el huevo.... La cáscara termino hecha trocitos por haber usado fuerza de más. "¡Ew!" exclamó haciendo una mueca de asco pues su mano estaba enchastada de huevo.

Zero se mordió el labio inferior mientras una risa ahogada escapaba de su boca "Que mal, cariño" murmuró divertido haciendo que el peli-rosa le lanzará una mirada molesta. El albino tomó la muñeca de su novio para después llevarlo hasta la batea.

Buda limpió su mano mientras Zero le daba indicaciones de como debía cascar un huevo. Tras varios intentos, el peli-rosa logró cascar un solo huevo. Uno solo.

Zero casco los restantes.

Entonces, el albino le dio indicaciones de como debía preparar la mezcla, por allí aprovechaba para rodear la cintura de su novio, darle besos en la mejilla. Claro que....

"¡Buda, no te bebas la leche!"

"¡No te comas la mezcla!"

Exclama el pequeño indignado cada vez que veía a Buda comerse los ingredientes mientras le daba golpecitos con la cuchara.

"¡Au! Solo es un sorbo"

"¡Ay! Solo es una cucharada"

Se defendía el peli-rosa restándole importancia al asunto. También, no solo habían preparado la mezcla si no que también había hecho el caramelo.

"¡Ow Buda! ¡No te comas el caramelo" chillo Zero haciendo un mohin, había dejado olvidada en la mesa la cuchara castigadora.

Buda le mando una sonrisita burlona mientras sacaba otra cucharadita de caramelo, ofreciéndosela al albino.

"Solo es una cucharadita~"

Zero apretó los labios, resistiendo la tentación hasta que finalmente abrió la boca completamente derrotado. Buda metió la cuchara en la boca con una sonrisa triunfadora.

"¡Mmmh! Va quedando bien" opinó el pequeño mientras sus ojitos se abrían.

"Gracias" replicó el peli-rosa orgulloso de si mismo. Zero le mando una bonita sonrisa.

Cubrieron el interior de una flanera con caramelo para después echar toda la mezcla. Finalmente, metieron la flanera dentro del horno para que se cocine.  

Tenía buena pinta.

Week ➝ Shafuku ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora