Luna Nocturnal [Zhuiling / Omegaverse]

Capítulo 2: ¿Que pasó ayer?. Por: Jin Ling.

Advertencias: Un chingo de porno, no el mejor pero es trabajo honesto.
Y 2: Algunos ya podrían haberlo notado, pero las técnicas para coquetear o "filtear"... eh, no son lo mío. Soy terrible, perdón con antelación.

Mañana sería el gran día.

Al fin volvería a la acción y necesitaba estar preparado en un cien porciento para reclamar su lugar.

Entonces, si necesitaba estar preparado ¿Qué carajos hacia en ese bar?.

El chico se encontraba sentado en la barra con un shot de tequila frente a él. Estaba debatiéndose entre sí coger un taxi, irse a casa y ser un niño bueno que duerme a su hora, o ser un omega adulto en plena rebeldía y seguir embriagándose un poco más.

Toda voluntad sobre decidir su camino se extinguió al percibir un aroma a sándalo siendo acompañado con ligeras notas de café; al mirar por el rabillo del ojo para encontrar al dueño de tan peculiar aroma, notó que un alfa tomaba asiento junto a él.

Tal vez fue culpa del alcohol, pero de imprevisto giró su taburete hacia él y lo miro sin reparo. Ese alfa era hermoso, lo envolvía un aura bondadosa y el aroma que emanaba solo hacia que segundo a segundo Jin Ling olvidara hasta en donde se encontraba. El alfa permitió todo aquello en silencio mientras repetía las acciones del otro.

El barman interrumpió sus inspecciones mutuas para dejar un vaso vacío frente al recién llegado con un sonido sordo para después verter tequila. 

Una vez sus tragos estuvieron listos, el hombre volvió a desaparecer para seguir con su trabajo. El alfa fue el primero en ofrecer su shot hacia la dirección del omega. No era un gesto común en el país, aun así Jin Ling chocó su vaso con el de él.

Ambos se miraron mientras tomaban de ellos; los orbes plomizos se perdieron en los ojos miel.

Luego de eso, nada de lo qué pasó en el bar importaba.

Los chicos se devoraban con besos hambrientos y húmedos, SiZhui acorralaba a Jin Ling contra la pared del corredor del hotel. Poco les importaba ser vistos por los demás huéspedes, lo único importante en ese momento era sentir y saciarse de su pareja. La mezcla de ambos olores era tan embriagante que elevaba el líbido de ambos a sobremanera.