Jiang Cheng se encontraba en la barra de su cocina tomando el desayuno con tranquilidad, todo su departamento estaba en completo silencio e inmerso en la tranquilidad; hasta que el timbre en la puerta sonó con insistencia.De mala gana, el azabache dejo la cuchara sobre la mesa con un estruendo y fue con paso exaltado a la entrada.
Una fuerte fiebre invadió a su hija por la noche y el omega se había mantenido en vela para cuidar de su pequeña, le constó tanto tiempo cómo trabajo lograr que su temperatura bajara y que al fin su loto durmiera en paz como para que ahora un imbécil— qué tal vez no era un padre soltero— atentara con el descanso de su cachorro.
Oh, pobre del bastardo. Ya lo escucharían, haría pagar a ese insensible.
A medio camino el olor familiar de Wei WuXian inundó su nariz. Su ceño se profundizó aún más y con mejores motivos caminó marcando exageradamente sus pasos en el suelo hasta alcanzar el picaporte.
Pero las palabras no salieron; murieron en lo profundo de su garganta al percibir aquel penetrante olor que acompañaba las notas de licor mezclado con chocolate.
Las feromonas de un omega en celo.
El mayor estaba reclinado sobre el marco, su camisa era un desastre y la corbata desecha colgaba en su cuello. Su rostro bañado de rubor y gotas perladas de sudor adornaban su frente.
—Se que no quieres verme, pero necesito...— Wei WuXian se interrumpió para reclinarse hacia adelante mientras sus manos abrazaban su vientre bajo, la mueca del dolor era evidente pero aún así el omega mayor hizo un gran esfuerzo para mantener esa sonrisa ladina que lo caracterizaba— Es importante A-Cheng, ell...
—Carajo, ¿Como llegaste hasta aquí?— Jiang Cheng asomó su cabeza por la puerta y miró hacia todas las direcciones, cuando no notó ninguna amenaza, al segundo siguiente tomo por el antebrazo a su antiguo amigo para empujarlo dentro a su hogar. Aseguró la puerta con el pestillo y la cadena detrás; en la seguridad de su casa zarandeó del cuerpo débil de su ShiXiong— ¡Wei WuXian! ¿¡Como puedes ser tan imprudente!? ¡¿Acaso olvidaste los riesgos de conducir o siquiera caminar por ahí con tu celo!?
—Yo-no, lo recuerdo, lo recuerdo...— El dueño del apartamento no lo dejo terminar cuando fue arrastrado por la casa hacia una habitación en la planta alta, Wei WuXian la reconoció al instante... era su antigua habitación.
Por increíble que fuera todo seguía en su sitio e impecable, como si nunca se hubiera ido de ahí cinco años atrás y aquel lugar estuviera listo para recibirlo.
Arrojando del frágil cuerpo del omega en celo dentro, Jiang Cheng entrecerró sus ojos mientras Wei WuXian olvidaba el dolor momentáneamente y ponía más atención a su alrededor que a su pantalón siendo manchado.
—¿Puedes... y-ya sabes, hacerlo sólo o necesitas que llame a al-alguien? Bueno, si sales con alguien.
La idea de prestar su casa como motel no le gusto para nada, pero el Jiang conocía tan bien a Wei WuXian como para saber que sus periodos de calor eran insoportables, hasta el punto de ser terriblemente dolorosos si no los pasaba junto a un alfa.
Con eso en mente, ofreció aquella propuesta un poco incómodo. Si su antiguo amigo tenia un romance o simplemente un alfa para divertirse, lo dejaría pasar y permitiría que aquel extraño aliviara a Wei WuXian. Jiang Cheng estaba listo para todo lo que implicaba tener a una pareja compartiendo un momento tan intimo, pero no se esperó ni en sus mejores sueños que Wei WuXian negara con el rostro bajo.
—N-no hay nadie así. Tampoco tienes que hacerlo, me iré y...
—Con un demonio, Wei WuXian ¿Crees que te dejare ir en ese estado?— Jiang Cheng cortó con todo intento del mayor por largarse de su casa y rebusco en el armario del lugar por unos breves momentos, al tener entre sus manos un pequeño bolso lo arrojó hacia el otro omega— Tómalas cuando lo necesites. Estaré en la cocina, llama si lo necesitas y procura no ser tan escandaloso o te romperé las piernas, A-Yi no se siente bien.
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Luna Nocturnal [Zhuiling / Omegaverse]
ФанфикA Jin Ling se le asignaba su primer caso como detective del departamento de homicidios en la ciudad de Beijing, China. Después de un largo descanso ordenado por sus superiores meses atrás, el enérgico chico de 25 años se encontraba deseoso por volv...