Con la víspera navideña en puertas, la duodecima edición del torneo anual entre distritos dió comienzo.
Y en lo que respecta a Jin Ling, tenía un par de cosas que discutir con el comité del evento. La primera y más importante, ¿Qué clase de persona cree que hacer un torneo que requiere las cuatro destrezas, en pleno invierno, es una fascinante idea?
Por supuesto, nadie mentalmente estable.
—¡Achu!
Con el disparo de un arma al aire, el omega ya no tuvo tiempo para maldecir al bastardo implicado. Sólo limpió de forma inmediata bajo su nariz congestionada y se obligó a echar a correr como si fuera perseguido a muerte.
Bienvenida sea la primera etapa del torneo: la prueba de velocidad.
Sintonizando el ritmo de sus pies y sus latidos de forma dramática, cada metro atravesado disparaba la adrenalina del omega. Dos metros, diez, luego cincuenta, para la mitad de los doscientos metros, sus muslos pedían por un descanso urgente, pero el Jin siguió adelante. No podía disminuir el ritmo o podría colapsar.
Y la peor parte aún ni siquiera había llegado.
No, la peor parte se encontraba a unos cinco metros luego de la mitad del circuito.
Jin Ling maldijo el nombre de Wei WuXian cuando se vio obligado a saltar por sobre el primer obstáculo y volvió a maldecirlo las siete veces siguientes que se vió en la obligación a volver hacerlo de forma intermitente, sin ninguna pausa. Cuando su cuerpo pasó sobre el último obstáculo, sus pulmones ardían y su tobillo se quejaba tras resbalar en un aterrizaje.
Parecía ser, que los encargados de apalear lejos la nieve matutina y posteriormente, tapizar la pista con sal no habían echo un buen trabajo. Y confirmando el hecho, el participante tres carriles a la izquierda, cayó de bruces al no lograr estabilizarse tras patinar por la superficie escarchada en hielo.
Contra toda dificultad, el omega siguió adelante. No tenía otra opción que obligarse a tragarse cualquier molestia y seguir.
Siguió y siguió; atravesando cada barra que se interponía en su marcha. Desde que comenzó la carrera nunca miró atrás, nunca se molestó por observar a sus costados, por lo qué ni siquiera notó cuando cruzó la línea de meta y todavía siguió trotando por unos diez metros antes de ser detenido por uno de los organizadores.
Benditos sean los dioses, su tortura había terminado.
Jadeando desesperadamente, el joven detective se llevó las manos sobre sus rodillas temblorosas. La sangre circulando en su sistema causó que sus oídos zumbaran por un largo lapso. Al notar como su respiración se volvía estable, Jin Ling se permitió andar hacia el pasto y desplomarse ahí un rato.
El cielo sobre su cabeza era grisáceo, el césped bajo su cuerpo mantenía residuos de aguanieve. Pero al chico poco podía importarle, a el sólo le apetecía quedarse ahí tendido para descansar.
—Primer lugar: Jin RuLan, departamento de homicidios— el mencionado, estaba tan absorto rodando por el pasto que ni siquiera prestó atención a la primera parte del anuncio que provenía desde el equipo de sonido de la pista. Inesperadamente, el omega había ganado el primer puesto— Con un tiempo de... ¿¡1:47 minutos!?
Y con un tiempo envidiable.
El público, que era conformado por compañeros de estación, policías de otros distritos y sus familiares, no podía creerlo. ¿Un récord en un torneo sin importancia y no en las malditas olimpiadas? ¿Acaso eso era posible?
Pues lo era, y el detective con la peor reputación de la comisaria había hecho lo inesperado. Vaya sorpresa.
Mientras los espectadores aplaudían fervientemente, el agua nieve traspasó por la ropa deportiva y quemó la piel expuesta de las piernas de Jin Ling. Contrario a causarle una sensación desagradable, el gélido frío hizo que de a poco fuera relajándose.
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Luna Nocturnal [Zhuiling / Omegaverse]
FanfictionA Jin Ling se le asignaba su primer caso como detective del departamento de homicidios en la ciudad de Beijing, China. Después de un largo descanso ordenado por sus superiores meses atrás, el enérgico chico de 25 años se encontraba deseoso por volv...