8.EL ESCAPE

150 44 43
                                    

 CONDADO, COLORADO SPRINGS.

HACIENDA VELASCO.

 Minho bufaba desesperadamente, estaba que se lo llevaban los mil demonios; ya no podía soportar una sola noche más en la cama de la momia lujuriosa. Todo lo que habían planeado para escapar no daba resultados. Cada que trataban de sobornar a alguno de los empleados, terminaba mal. La señora Ava se había enterado todas las ocasiones que lo intentaron, y no les fue nada bien. Sobre todo a Bling; como él nunca quiso acostarse con ella; lo mandó golpear con un látigo.

Ese día en específico, los vaqueros se ensañaron con él a más no poder. Entonces Minho, lleno de rabia, fue hasta donde se encontraba su amigo y socio, tirado, con la espalda ensangrentada y llena de tierra. Necesitaba asearlo y curarle las heridas; pues en esas condiciones podría sufrir una infección en la carne abierta.

-¡MALDITA VIEJA LOCA! ¡ESTO LO VA A PAGAR MUY CARO! --Gritaba desesperado Minho.

-Shhhht, guarda silencio; si te oye, o si alguien le va con el cuento de verdad estaremos perdidos. --Jjong apenas susurraba, tenía un dolor espantoso, su cuerpo temblaba de fiebre. Ya empezaba a enfermar su maltrecho cuerpo. Necesitaría un médico.

-Me importa una mierda, Bling. Esa estúpida urraca la va a pasar de verdad muy mal. En cuanto salgamos de este maldito Infierno; algún día regresaré a cobrarle todas sus humillaciones y maltratos. Es una hija de puta. Ahorita regreso, voy por unos trapos limpios y agua para curarte. --Bling sólo asintió con los ojos, ya no podía hablar.

Minho iba como alma que lleva el Diablo, y entró a la cocina de la Hacienda pidiendo agua hervida y paños. Una chica, que jamás había visto en todo el tiempo que llevaban ahí, se le quedó viendo con curiosidad.

-¿Para qué necesita eso, amigo?

-¿Cómo para qué? Para curar las heridas que le hicieron a mi hermano, los perros sarnosos de Ava. --La chica seguía sin entender, hasta que una de las cocineras habló.

-No hagas preguntas, Citlalli. Aquí el señor, junto a otro hombre, son por ahora los huéspedes especiales de la Patrona; y como no han obedecido sus órdenes completamente; ya sabes como se las cobra la Señora Ava.

La chica se puso la mano en la boca para no dejar escapar un gemido de espanto. -¿Golpearon a su hermano con látigo? --Sí. --Contestó secamente Minho.

-Maldita arpía, siempre hace lo mismo. Mire, no sé si usted quiera confiar en mí; pero...yo puedo ayudarlos a salir de este averno apestoso. --A Minho de pronto se le iluminaron los ojos, parecía que no todo estaba perdido. -- Pero?...¿No es una trampa? Todos los demás empleados nos han estafado y vendido con la vieja loca.

La chica estiró su brazo y mostró la mano, para que Minho la tomara. -Soy Laura Citlalli, y no soy empleada de Ava. Yo soy comerciante de ganado y precisamente hoy, le traje unos sementales que me encargó. Vamos a ver a su hermano; yo puedo curarlo sin que se le infecten las heridas. --Pidió de inmediato que prepararan una infusión de romero para dársela a beber y bajarle la fiebre. Después, buscó en las macetas una planta que llamaban "babosa", traída por los españoles (sábila). La abrió por la mitad, sacó la pulpa y la puso en un mortero. Hicieron tiras con una sábana de algodón, y llevaron el agua hervida.

Minho la guió hasta donde seguía tirado Jjong. --¡Hermano, calma! Traje ayuda. Ella es Citlalli y te va a curar. --Bling sólo parpadeó, seguía sin poder hablar.

-Tranquilo amigo. Va a doler un poco; pero te aseguro que con lo que te voy a poner quedarás como si nada. Es más, prometo que no se te harán costurones; sólo se verán unas líneas delgadas. --Minho agarró las manos de su amigo, y le puso un pedazo de tela en la boca para que aguantara los gritos de dolor. La chica sabía muy bien sobre cómo curar con plantas; su abuela le enseñó.

THE WIDOWER  (2 MIN)🔞 {EDITADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora