23.LA BODA

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 El Rancho Lee era un verdadero caos; no sólo por el estado tan deplorable en el que se encontraba; sino por la mentada boda. Aizono era la más molesta, no acababa de entender la situación; más bien, no terminaba de aceptarlo. Los padres de Taemin y sus hermanitos ya estaban instalados; Scorpion los había mandado traer. Quería que sus suegros supieran quien sería el nuevo Señor del Rancho, aparte de que necesitaba ordenar todo lo referente a la ayuda que estos recibían; porque, a pesar de que la anciana quiso impedir que recibieran su mensualidad cuando murió su hijo, el abogado Phillips seguía haciendo los depósitos como siempre.

Ahora mismo Scorpion hablaba con su futuro suegro. --Señor Lee, quise que platicáramos de negocios a solas porque no me gusta que nadie escuche mis conversaciones; sobre todo cuando se trata de algo tan importante como lo es el futuro de ustedes.

El señor Lee Soo-Man no entendía nada de lo que estaba pasando; ni siquiera estaban enterados que su yerno Mark había muerto, nadie les había avisado. -Señor Sanders* todo esto es tan imprevisto; no sé qué podríamos platicar usted y yo. Nosotros no sabíamos que Taemin había quedado viudo. Y ahora resulta que se va a casar de nuevo. Como usted comprenderá, mi esposa y yo estamos confundidos.

--Mire suegro, ustedes lo único que tienen que entender es que su hijo y yo en unas horas seremos esposos, y que por lo tanto nuestras fortunas serán una misma. Yo seré desde ahora quien la maneje. Taemin sólo es una bonita figura decorativa sin cerebro para los grandes negocios; sólo es un hermoso chico al que hay que cuidar y mimar, nada más.

-No le permito que se exprese así de mi muchacho. Bien se ve que no lo conoce; él tiene capacidad para hacer lo que quiera, y además...

--¡SHIT, CÁLLESE SUEGRO! Es mejor que desde una vez sepa que aquí mando yo, y todos hacen lo que ordeno, y al que no le guste se puede largar. Usted no es nadie para permitirme o no nada; yo trato a mi esposo como se me dé la regalada gana. Lo primero, es que si quieren seguir recibiendo dinero de Mi Alma, tendrán que ganárselo; y eso significa que el 50% de lo que produce su hacienda lo tendrán que mandar para acá, de lo contrario, se acabó y se las arreglan como puedan.

-Señor Sanders* se ve que usted no ha visto los libros de la administración del Rancho. La producción de nuestra hacienda siempre la hemos mandado para acá y es al 100%. Mark nos pagaba la cosecha entera, nunca nos dió dinero a cambio de nada. Fue un acuerdo que hicimos él y yo; que nos depositara mensualmente para no correr riesgos con los ladrones o forajidos. Mi familia y yo somos gente trabajadora y honesta, yo no puse como moneda de cambio a mi hijo. Taemin quiso casarse con Mark Lee porque lo quería, nunca le importó la diferencia de edades. Y ahora me doy cuenta que lo de ustedes no es lo mismo que hubo entre ellos, entiendo bien cual es su juego Señor; sólo espero que mi hijo sepa lo que está haciendo.

--Vaya, veo que nos estamos entendiendo, Lee. Mejor, así no tengo que poner cara de estúpido mientras estan aquí para la boda. Primero, no me agradan ustedes en lo absoluto; así que en cuanto se termine la ceremonia, se me largan a su mugrosa hacienda. Dos, revisaré si me conviene seguir comprando su cosecha al mismo precio, pues creo que la calidad es inferior y no es correcto lo que se le paga por ella. Tres, no quiero verlos nunca más cerca de Mi Alma; por lo tanto se van olvidando de él. Y cuatro, todo lo que hablamos aquí se queda; no me gustaría ver llorar a Taemin porque algo malo les sucedió a sus padres o hermanos.

El señor Soo-Man se levantó de golpe. -¡INFELIZ! ES USTED UN DESGRACIADO.

--JAJAJAJJJAJJAAA. Veo que sí me entendió. Así que no le quito más su tiempo suegro, puede retirarse. Con cuidado y ande de chismoso con Mi Alma; no quiero gastar balas en la víspera de mi boda.

Ya todo estaba dispuesto para la ceremonia tanto civil como religiosa. Había una gran cantidad de invitados, todos de Scorpion. La mayoría eran sus empleados; pues él no contaba con las simpatías de nadie que se dijese gente decente. Del pueblo, ya estaban Kibum y Heechul, el notario Davis, el shérif; quien más bien parecía que trabajaba para él y no para proteger al pueblo; y uno que otro socio.

La madre de Taemin lloraba de felicidad, pensando que su hijo nuevamente se casaba por amor. Sus hermanos no alcanzaban a comprender bien lo que sucedía, estaban más interesados en jugar y correr. Y su padre, él sí que estaba furioso; y más porque no podía hacer nada para salvar a su hijo de las garras de esa bestia, de Harvey Sanders.* El señor Lee no era un hombre violento, pero tampoco cobarde; por eso es que no le calentaba ni el Sol. Scorpion lo dejó con las manos atadas al advertirle que su familia corría peligro si es que intentaba algo en su contra.

La boda religiosa estaba a punto de comenzar. El Reverendo Onew ya se encontraba con su mejor sonrisa; estaba complacido por esa unión. Él creía que era lo mejor para Taemin; pensaba que así lo salvaba de caer en las habladurías de la gente. Katie, la administradora, y Majogan también estaban molestas; ya sabían perfectamente que Taemin estaba amenazado si intentaba hacer algo para no casarse. El pequeño Lucas no paraba de llorar, estaba en un rincón de su habitación. Su nana Ale ya le había contado cientos de historias y ni así lograba calmarlo.

La anciana Adelaida parecía ser la única que celebraba el acontecimiento. Después de permanecer en cama desde que tuvo aquel supuesto desmayo, por fin se había levantado con una enorme sonrisa; eso era raro, ya que nunca lo hacía. Ella estaba confabulada con Scorpion para toda esa maldita conspiración. Ni siquiera le importaba lo que sucediera con su nieto, pues el desgraciado ya le había ofrecido algo de ganancia.

-Ya deja de moverte Tae, no puedo arreglar tu corbatín. --Aizono, me estoy muriendo de nervios. Ya casi es la hora y Minho no ha llegado. Seguro que se arrepintió y no va a venir para rescatarme de este embrollo.

-Eso debiste pensarlo antes de aceptar casarte con ese desgraciado de Scorpion. --¿Cuántas veces tengo que decirte que lo hice para ponernos a salvo?

-Si nos lo hubieses dicho ese mismo día, otro gallo cantaría; pero faltando tan poco para "el maravilloso evento", ¿Qué esperabas? ¿Un milagro? Ya les pregunté a los hermanos Kim y dicen que Scorpion lo invitó a la boda. Ningún hombre enamorado iría a ver como su amor se casa con otro.

Taemin estaba a punto de llorar, Aizono tenía razón. ¿Pero qué podía hacer? No había vuelta atrás, ni tiempo para arrepentimientos. La moneda estaba echada y por lo visto caería en el lado incorrecto. Su destino al lado de Scorpion se veía apocalíptico.

El Reverendo Onew ya estaba justo en el altar, con su biblia dispuesta para ser leída con fervor. Tenía una sonrisa. ¡Y cómo no! Si él pensaba que esa boda era lo correcto para Taemin y el pequeño Lucas. Y nadie lo sacaría de su nefasto error.

Unos violines se dejaron escuchar con la marcha nupcial. Scorpion ya estaba ahí junto al Reverendo mirando con lascivia a un Taemin que caminaba por un camino lleno de flores, aunque para él fuese como si estuviera andando por encima de espinas. Imaginaba que iba directo a la horca. Su boca sabía amarga y un dolor en su estómago hacía sentir más agónico el momento indeseable.

Scorpion estiró su brazo para tomar la mano de Taemin, este sintió un escalofrío de puro miedo. Sabía que ya no había nada que hacer, en unos minutos estaría casado con ese hombre tan despreciable y fin de la historia.

-Estamos aquí reunidos para celebrar los votos matrimoniales ...Bla...bla...bla... --Taemin ya era lo único que escuchaba, no entendía nada. Era como si el Reverendo Onew estuviese hablando en otro idioma. Sus manos temblaban y unas gotas de sudor bajaban por su espalda, deseaba que la Tierra se abriera y lo tragara, anhelaba desaparecer de tan miserable situación. -Harvey Sanders, ¿Aceptas a Taemin Lee como tu legítimo esposo? --ACEPTO. -Taemin Lee, ¿Aceptas a Harvey Sanders como tu esposo amado y juras respetarlo? --Yo...yo... --Taemin volteó a ver hacia donde se encontraban los invitados, ansiando que Minho estuviera ahí; pero, desgraciadamente, eso no era así.

-¿Taemin? ¿Hijo? Contesta por favor. --Dijo el Reverendo.

--Perdón Reverendo. -Se disculpó Taemin.

--Mi Alma, sólo di que aceptas y ya. No creo que sea tan difícil hacerlo, anda, dilo. -Ordenó Scorpion.

Todos se le quedaron viendo esperando su contestación.

--Yo...yo...acep... -¡UN MOMENTO, PAREN ESTA ESTÚPIDA BODA! --Al escuchar estas palabras todos los presentes comenzaron a murmurar. --¡Ohhhhhh!

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THE WIDOWER  (2 MIN)🔞 {EDITADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora