9. PECADO

144 44 55
                                    

 La cena estuvo reconfortante, sobre todo después de haber viajado durante tres días y comer solamente frijoles con chili*. --¿Flaming, estás dormido? --Interrogó Jjong.

-Mmm, todavía no, cené demasiado y ahora tengo pesadez, creo que voy a salir un rato a caminar. --¡Aja! Ten cuidado con unos ojos azules, no te vayas a tropezar. --Mencionó sarcásticamente Bling.

-No comiences con tus idioteces, yo no lazo potrillos. ¿No te ha quedado claro en todos estos años que tienes de conocerme? --¡Oh, bueno! Yo nada más decía.

-Hazte el gracioso. Suficiente tuve con aguantar a la anciana de Ava. --¡Ah, pero no hay comparación! ¿No vas a negar, que no está nada mal ese chico? Sólo porque estoy lastimado, sino ahorita mismo tocaba en su habitación.

-Whatever*. --Escupió Minho y salió de la habitación. Necesitaba tomar aire fresco; el recuerdo de lo vivido una semana atrás lo hizo sentir que se asfixiaba.

Cuando cruzó el pasillo que lo llevaría a las escaleras, alcanzó a oír unas voces discutiendo. Y no supo el porqué, pero se quedó a escuchar. --¡NO, Y NO TAEMIN! ESO QUE VAS A HACER, NO ES MÁS QUE LIVIANDAD DISFRAZADA DE DIZQUE BAILE. INCITAS A LA LUJURIA Y AL PECADO, CON MOVIMIENTOS PERVERSOS Y OBSCENOS.

-Pero, Reverendo Onew; usted bien sabe que necesito ganar dinero. Un abogado de los buenos cuesta. ¿Cómo se supone que voy a pagar uno? ¿Sirviendo mesas? ¿O limpiando pisos? Yo no sé hacer nada. Mis padres, y luego Mark, me tenían como un niño bonito, para que las demás personas me admiraran. Lo único que logré; y eso después de tantos ruegos; fue que mi esposo me permitiese aprender baile.

-¿Y qué parte de "ahora eres viudo" no has entendido? Tienes que seguir siendo recatado; ningún otro hombre decente querrá tomarte como esposo nuevamente. La gente ha comenzado a murmurar muchas barbaridades de ti. Le estás dando la razón a la Señora Adelaida.

-Despreocupese Reverendo; si quisiera casarme, tengo con quien. Scorpion todos los días viene a pedírmelo; él desea que yo me convierta en el Señor Sanders*. --Pues entonces acéptalo y cásate con él. Todavía estás a tiempo de enderezar el camino torcido que has elegido tomar.

-Lo malo aquí, Reverendo; es que yo no lo quiero, ni siquiera me gusta un poco. Es más, me da asco; le apesta la boca y todo él huele a estiércol. --Hijo, eso es lo de menos; con un buen baño se arregla el asunto y lo de quererlo; eso con el tiempo llega. Tú más que nadie lo sabe.

-No, Reverendo; no lo sé. Aunque nadie me lo cree, cuando me casé con Mark, yo lo quería. Me enamoró su caballerosidad, su manera que tenía de tratarme. Fue un gran hombre y difícilmente podré encontrar a alguien así.

- ¡Ja! Tan gran hombre que te dejó desamparado, en la calle, sin un sólo centavo. --Exclamó el Reverendo.

-Yo todavía lo dudo; estoy casí seguro que tanto el obeso de Davis, como mi ex-suegra, están confabulados en eso del testamento. Pero le aseguro, Reverendo, que tarde o temprano los voy a desenmascarar a los dos.

-No levantes falsos en vano Taemin. ¿Cómo se te ocurre pensar que la Señora Adelaida sea capaz de mentir? La soberbia te puede ganar y saldrás perdiendo todo.

-¿Perderlo todo? ¡Ay! Pero si ya me lo quitaron todo, hasta a mi hijo. ¿Qué más voy a perder?

-Tu buen nombre, eso es lo que también perderás bailando como una ramera. Y hablando de Lucas, ¿No te has puesto a pensar en lo que él va a decir? En cuanto se entere de lo que haces, te va a despreciar.

-¡No, eso nunca! Él ya lo sabe y también conoce la razón del porqué. Y, para su información, me apoya; así como lo ve de pequeño, es un niño inteligente y noble.

THE WIDOWER  (2 MIN)🔞 {EDITADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora