Por error •Gyuhao•

Amor

-¡Mingyu! -gritó Minghao desde la cocina. -Ya levántate. Dijiste que me ibas a ayudar a preparar el desayuno.-
Kim llegó frotando sus ojos y con el pelo revuelto. -Es muy temprano para comer. -se quejó.
-¿A qué hora piensas desayunar? Ya son las 9.-
-Tendríamos que seguir en la cama. -dijo el más alto mientras abrazaba al chino por detrás.-
-Cuando vayamos a tu casa haz lo que quieras, pero en la mía se desayuna temprano. Además ya es más tarde de lo normal.-
-¿De quién fue la idea de quedarse hasta la madrugada viendo un drama? Porque mía no.-
-Bueno, eso fue culpa mía. Pero ahora es momento de desayunar. -The 8 giró para quedar cara a cara con el otro. -Así que ayúdame porque el cocinero aquí eres tú.-
-Bien, te ayudaré, pero primero pondré música. -Mingyu sacó su celular y puso su playlist.
Apenas sonaron los primeros acordes, Minghao reconoció la canción: My ear's candy. No pudo evitarlo y empezó a cantar.
-Yo seré Taecyeon. -pidió Kim cuando escuchó que Xu afinaba perfectamente en las partes de la chica.
El chino asintió con la cabeza y siguió cantando.
El estribillo se acercaba, así que el coreano se acercó a su pareja y lo tomó por la cintura. -Saranghae -cantó.
El más bajo le siguió el juego y lo abrazó por el cuello. -Saranghae.-
-I love you.-
-I love you.-
Kim lo atrajo más cerca de su cuerpo para que entraran en contacto mientras seguía con la canción.
The 8 comenzó a sentir cómo sus mejillas ardían, pero siguió con el show. -Wo ai ni.-
Mingyu acercó su rostro hacia el contrario. -Wo ai ni.-
-Te quiero. -Minghao tragó saliva. La cercanía lo puso nervioso porque, si bien habían pasado todo el día anterior juntos, aún no se habían besado luego de haberse reconciliado. Darle
las buenas noches con un beso era su idea inicial, era lo más lógico, pero su plan falló porque se había quedado dormido mirando la televisión.
-Te quiero.-
Xu no siguió cantando, sino que miraba fijo a los ojos del otro. -¿Puedo besarte? -preguntó unos segundos después.
-No, porque yo voy a besarte primero. -le respondió Mingyu para después romper la distancia entre sus labios.
Cuando se separaron porque el aire les faltaba, sin cambiar la posición en la que estaban, el más alto dijo: -No quiero perderte por nada del mundo, Hao.-
-No quiero irme a ningún lado, Mingyu.-
-¿Y si nos casamos?-
-Qué idiota. -Minghao lo empujó. -Te gusta hacer propuestas en el momento menos romántico, ¿no? -preguntó mientras retomaba la preparación del desayuno.
-Proponerte matrimonio con My ear's candy hubiese sido lo más romántico del mundo. Pero sólo era para saber si te casarías conmigo. -el coreano se acercó al otro para ayudar a cocinar.
-Cuando lo hagas en serio espero que prepares algo más elaborado. Como mínimo espero que me lleves a comer primero.-
-¿Me vas a dar indicaciones de cómo hacerte la propuesta?-
-¿Qué tiene? Vas a hacerlo una sola vez y debe salir bien, sino corres el riesgo de que te diga que no.-
-¿En serio podrías rechazarme sólo por eso? -Kim actuó ofendido.
-Tienes que arriesgarte para saberlo. -el chino quiso hacerse el interesante.
-Minghao, te amo. -soltó el mayor sin dar lugar a racionalizar sus palabras.
-Oh, Mingyu... -el más bajo se le acercó y se puso en puntas de pie para darle un tierno beso. -Te amo, y algún día me casaré contigo.-
-¿De verdad?-
-Nada me haría más feliz.-
Volvieron a besarse una vez más. Seguro esa mañana sería una de las tantas que vivirían juntos.
A partir de ese momento, nada ni nadie podría separarlos jamás.