-Dokyeom, ¿qué hiciste? -preguntó Minghao en la mañana siguiente cuando estaba desayunando y al prendió su celular vio el contacto de Kim en su chat. «Mierda, no borré el mensaje» pensó el nombrado. No tenía otra opción más que decir la verdad, estaba atrapado. Se sentó en la mesa con su amigo. -Hao, alguien tenía que poner en su lugar a ese imbécil y sé que tú nunca podrías hacerlo porque eres demasiado bueno, pero se merecía el llamado que hice.- -Nadie te dio derecho a meterte. Si mando al carajo a Kim o no es algo que debo decidir yo.- -Tienes razón. Estaba muy enojado anoche y no lo pensé, lo siento.- -Sé que lo hiciste con la intención de ayudar, pero esto no es asunto tuyo y quiero resolverlo por mi cuenta.- -Sí, es cierto. Perdón, Hao.- -Te quiero, ¿sabes? -Xu tomó a su amigo por los hombros y le dio una palmada. -Minghao, yo...- -¿Ya te conseguiste otro novio, chinito? -interrumpió Hoshi que se estaba despertando e iba derecho a la mesa para desayunar. -Qué rapidez.- -Dice el que literalmente estaba durmiendo en cucharita con Jun. -se burló el chino. DK sólo se sonrojó y esbozó una sonrisa. -Pero no tengo novio. Además, ¿yo y Jun? Jamás, pero ustedes dos no se ven tan mal.- -¿No te gustaba Joshua? -Dokyeom desvió la conversación sobre él y su amigo. -¿El americano? Era lindo, pero no tendría algo serio con él.- -Me caía bien ese chico. Qué lástima que no lo viste más. -se lamentó The 8. -Te lo presento si tan bien te cae. -sugirió Hoshi. -¿Para qué? -preguntó DK con un evidente tono celoso. -Te estás poniendo muy nervioso, Dokyeom. ¿No tienes nada que decirle a Minghao? -Hoshi claramente sabía los sentimientos de su amigo. -¿Te gusto? -Xu se giró hacia su amigo mirándolo serio. DK agachó la cabeza y asintió. -Hoshi, ¿te importaría dejarnos solos un segundo? Puedes seguir cuchareando con tu novio. -dijo el dueño de casa. El nombrado le sacó la lengua y se fue de la habitación. -DK, lamento mucho no haberme dado cuenta antes de lo que sentías.- -No sé si eso hubiese cambiado algo.- -Aún así, lo siento. Sabes que te quiero mucho, pero eres de mis mejores amigos y espero que lo sigas siendo, porque no puedo verte como algo más que eso. Perdóname.- -Los sentimientos cambian, ¿no? Algún día me gustará alguien más y nos vamos a reír de esto.- -Pero ahora estás en tu derecho de enojarte conmigo o sentirte triste. En serio lamento no corresponder cómo te sientes.- -Lo triste se irá, pero no voy a enojarme contigo porque nunca hiciste nada para que me sienta así, sólo ocurrió. Y además sé que te gusta Mingyu.- -No quiero escuchar ese nombre.- -Deberías hablarle. Insistió mucho en que no hizo nada.- -Estamos hablando de ti ahora, no de aquel idiota.- -Justamente, por lo mucho que te quiero es que me gustaría verte feliz. Kim es un imbécil por lo que hizo, pero parece que tiene una explicación lógica si lo piensas en frío.- -O una excusa inventada. No quiero escucharlo.- -Le prometiste una oportunidad.- -Y se la daré, pero no quita el hecho de que lo odio.- -Estás enamorado de él, ¿no?- -Lo amo más que a mi vida. -los ojos del chino se cristalizaron. -Jodido imbécil, ¿por qué me tuvo que hacer esto?- -Realmente necesitas verlo. Ya.- -Pero tú...- -Estoy bien. O al menos lo estaré. Yo me encargo de los tarados que quedan aquí.- -Gracias, DK. Eres el mejor del mundo.- -Gracias a ti por cuidar mis sentimientos, Little 8. Lo mínimo que puedo hacer es alentarte a que te juegues por lo que sientes tú.- -Te quiero, por siempre.- -Yo también, pero vete ya.- Minghao tomó su celular y escribió un mensaje. Mientras esperaba respuesta se cambió.
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Y ambos emprendieron el camino hacia aquel bar que los iba a acoger una vez más después de una pelea.
