Siendo infiel con mi alumna

2.4K 37 0
                                    






Camila POV






Las Navidades estaban cerca y los alumnos de cuarto estaban recaudando fondos para el viaje de fin de carrera.

Me llamo Camila y doy clases de derecho en la universidad.

Siempre pensé que ejercería, que trabajaría en un bufete de éxito como mi marido. A quien conocí en la facultad. Pero la vida me condujo a la docencia y a él a cumplir mi sueño.

No es que no me gustara dar clases, es que me faltaba algo de emoción, de la adrenalina que te daba participar en un juicio, en lugar de practivar casos en una aula, donde la gran mayoría, estaban allí para hacer bulto.

Hoy me tocaba supervisar la fiesta. Aunque fueran mayores de edad tenía que controlar que el alcohol no los metiera en problemas.

Me sentía agobiada y fuera de lugar. Yo ya tenía 35 y a mis alumnos casi les doblaba la edad.

Aun así me arreglé. No sé, quizá lo hice para no desentonar, aunque era difícil pues los años no pasan en balde, por bien que te conserves, las cosas no están en el mismo sitio que a los 23.

Me puse unos leggins ajustados que resaltaban mi culo y un top de escote, el trasero siempre fue mí punto fuerte.

Durante todo el transcurso de la noche, noté que unos ojos no paraban de mirarme, al principio pensé que eran cosas mías hasta que un grupo de alumnas me hicieron beber un par de copas y me invitaron a que saliera a bailar con ellas en mitad de la pista.

El gimnasio estaba atestado, no solo por los alumnos de cuarto. Había alumnos de otros cursos, incluso de otras universidades.

Las chicas se fueron dispersando, mientras yo me envalentonaba.

Noté a la dueña de aquellos ojos pegada a mi cuerpo, mientras la música me exigía contonearme al son de la música latina.

Conforme transcurría el tiempo, mi excitación iba en aumento. Sus manos acariciaron mi tripa insinuante, a la par que su cadera se pegaba a mi culo con una erección más que plausible.

Por un momento volvía a ser yo, aquella universitaria amante de la fiesta, capaz de dejarse magrear por una desconocida, en cuanto el alcohol fluía por sus venas.

Yo no me dejaba intimidar por nadie, nunca lo había hecho, así que seguí dejándome llevar, frotándome litigiosa hasta que escuché una carcajada ronca en mi oído y dijo en voz alta para que la oyese:

—Tu mirada fiera me pone mucho. Sobre todo en clase, con esa falda de tubo y tus gafas de pasta roja. Solo puedo pensar en subirte encima de la mesa y clavártela hasta el fondo mientras todos miran. Me la pones muy dura, profesora.

Reconocí la voz de inmediato, era Lauren. Una de esas chicas conflictivas por las que todas las alumnas pierden las bragas.

Me di la vuelta y la enfrenté. Hoy no llevaba las gafas, sino lentillas.

Alcé las cejas a la vez que la mano, dispuesta a cruzarle la cara de un guantazo, por su osadía, pero entonces, ella la sujetó rodeando mi muñeca con presión y me miró a los ojos mientras yo la retaba con los míos.

Relatos Eróticos (LaurenGiP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora