𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 8

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Soy la persona con la peor suerte del universo.

Seguíamos de pie, ambos mirándome a la espera de una respuesta que simplemente no quería darles. Sonreí con nervios y bajé la mirada al suelo, sintiéndome el mayor idiota existente del mundo entero. Por un lado tenía a Demian, quien empezaba a caerme bien y parecía portarse bien conmigo, me había invitado a salir ¡y yo había aceptado! Y por el otro lado, estaba Robin...

Robin, Robin, Robincito...

Él era mi mejor amigo, lo quería demasiado y era una de las personas con las que mejor me llevaba. El beso en su auto me hizo dudar de todo: de mi orientación sexual, de la manera en que le quería. ¿Robin realmente me gustaba? No sabía nada con certeza. Estaba demasiado abrumado y confundido, temeroso de echar a perder las cosas con él.

¿Y cómo le diría que yo me estaba volviendo amigo de alguien que anteriormente me trataba mal?

-Declan. -llamó, demasiado enojado. El agarre en mis hombros se apretó y me obligó a verlo a los ojos.

-Saldré hoy con Demian...-confesé en un susurro y su expresión cambió totalmente-. Lo siento, ya había quedado con él... ¿Podemos hablar más tarde o mañana?

Robin no dijo nada y sentí mi pecho oprimirse al esperar la peor reacción de todas. Soltó mis hombros y retrocedió un paso, asintiendo con la cabeza. Demian tomó mi brazo y me jaló hasta dejarme a su lado, él estaba sonriente, victorioso.

-Te lo dije, Robin -le dijo, soltando una risita-, él viene conmigo hoy.

El pelinegro le dedicó una mirada de odio que me caló los huesos, jamás había visto a Robin tan molesto hasta ese momento, parecía una persona totalmente diferente. Antes de que pudiera hacer o decir algo, Demian tiró de mí y me hizo caminar nuevamente con él, casi arrastrándome.

Tropecé unos pasos, pero logré seguirle el ritmo. El rubio andaba demasiado rápido, haciéndome casi correr detrás de él.

-Demian, si tan sólo te frenaras un poco... -pedí con la respiración acelerada. ¿Cómo podía ir tan deprisa? Él tensó la mandíbula, sin mirarme.

-No.

Arqueé una ceja.

-¿No?

-Si te volteas a verlo, vas a cambiar de idea -me miró por pocos segundos- y ya no vendrás conmigo.

-¿Pero de qué estás...?

No pude completar mi frase, en un abrir y cerrar de ojos la mano de Robin de enganchó a mi brazo y tiró de mí, colocándome detrás de él. Palidecí al verlo avanzar hasta Demian, quien ni siquiera tuvo chance de reaccionar pues el pelinegro le conectó un fuerte puñetazo al pómulo. Mi cuerpo se congeló en su lugar al ver al rubio trastabillar, intentando recuperar el equilibrio.

-Que no soy capaz de hacerte algo ¿decías? -siseó Robin. Demian alzó lentamente la cabeza y lo miró a los ojos, vuelto una furia total.

-Bien -respondió el rubio, tajante. Se enderezó y le dedicó una sonrisa amenazante, con la mejilla empezando a enrojecer-, me toca.

Oh, no. No por favor.

Me interpuse entre ambos los más rápido que pude y coloqué mis manos sobre el pecho del rubio para detenerlo, quien me miró por un segundo, comunicándome con solo eso que realmente estaba ardiendo en furia. Hice una mueca y empujé con cuidado su pecho, Demian no retrocedió pese a ello.

-No vayan a pelearse acá. -pedí angustiado. Robin bufó de forma sarcástica.

-Oh claro, eso lo resuelve todo -se pasó las manos por el rostro-. Déjalo, Declan, a ver qué hace éste bastardo.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2022 ⏰

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𝙎𝙤𝙪𝙫𝙚𝙣𝙞𝙧; 𝘋𝘦𝘤𝘭𝘢𝘯 𝘺 𝘋𝘦𝘮𝘪𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora