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Dos semanas después, la boda de Dolores Madrigal & Mariano Guzmán había llegado. Había un gran júbilo en todo el pueblo, & ni se diga en la familia Madrigal.

Una castaña se arreglaba emocionada junto a su amiga.

- ¿Crees que es demasiado? - le dijo refiriéndose a su vestido.

- Para nada, te ves bien - le dijo Amelia.

- ¿Crees que a Carlos le guste? - dijo viéndose al espejo.

- A lo mejor le gusta más a Camilo - le dijo para molestarla.

- Otra vez con eso - dijo rodando los ojos - esto es serio Amelia.

- Lo sé Victoria, no sé, a lo mejor Carlos te invite a bailar cuando te vea en ese vestido, estás hermosa - le dijo animándola.

- Dios te oiga - dijo Victoria, para después salir junto a su amiga rumbo a la recepción de la boda.

Cuando llegaron vieron a Dolores & Mariano muy felices, sin duda eran una linda pareja. En la mesa principal estaban la pareja & Alma, Pepa, Félix, Julieta, Agustín, Bruno & la señora Guzmán. Mientras que todos los primos Madrigal estaban en una mesa aparte. Ahí se encontraban Isabela, Luisa, Mirabel, Antonio & los gemelos Camilo & Carlos.

Cuando llegaron, los novios las recibieron.

- Hola! Victoria! Te ves muy linda, & Amelia ni se diga - saludó Dolores con una gran sonrisa en su rostro.

- Dolores! Mariano! Muchas felicidades, se ven muy lindos cómo pareja - le respondió feliz.

- Muchas gracias, siéntense donde quieran, en un rato más servirán la cena - dijo Dolores, mientras Victoria notaba que traía tapones en los oídos, quizás para evitar que el ruido de la música los lastimara.

- Está bien, gracias - le dijo Victoria tomando a Amelia de la mano para comenzar a caminar, buscando asiento.

- Victoria! Amelia! - les habló Mirabel levantándose de su asiento para saludar.

- Hola Mirabel, ¿cómo va la fiesta? - dijo Victoria saludando.

- Pero si apenas comienza! Siéntense con nosotros - dijo Mirabel señalando los dos lugares vacíos que quedaban en la mesa.

- ¿No es molestia? - preguntó la castaña.

- Para nada! ¿Es molestia para ustedes? - les preguntó a Isabela & Luisa.

- Claro que no, siéntense - dijo Isabela con una amable sonrisa.

Después de eso, ambas jóvenes se sentaron con los primos Madrigal & comenzaron a platicar con Mirabel, Isabela & Luisa. Camilo había ido a bailar a la pista con Antonio & Carlos miraba disimuladamente a la castaña.

- Dios, que bien se ve - pensaba Carlos, aunque no lo admitiera, Victoria le gustaba "un poco".

- Victoria, ¿Quieres bailar? - le preguntó Camilo nervioso a la castaña.

- Claro - dijo levantándose de su lugar & tomando de la mano a Camilo para ir a la pista de baile.

Carlos tenía la misma idea desde hace rato, ahora debía esperar a que terminara de bailar con su hermano. No le gustaba mucho la idea de ver a la chica que le gustaba bailando con su hermano.

Por otro lado, Victoria & Camilo se encontraban bailando al ritmo de la música que les pusieran.

- Bailas muy bien Victoria - le dijo Camilo a la chica mientras la tenía tomada de la cintura.

- Bueno, gracias, tu también lo haces bien - le dijo sonriendo.

- Oh, em, gracias - dijo sonrojándose ante el comentario.

- ¿Estás bien? - le preguntó al verlo rojo.

- Si, amm, sólo me dió un poco de calor - le dijo volteando para otro lado.

- Bueno, vamos a sentarnos ya si quieres - le dijo tentando su frente para ver si tenía fiebre.

- Si, eh, vamos - le dijo para después dirigirse a la mesa & sentarse.

Al llegar a la mesa, Carlos dejó pasar algunos minutos para que la castaña pudiera descansar, luego se levantó & fue hacia la castaña.

- Amm, ¿Quieres bailar Victoria? - le preguntó dudando.

- Cla-claro Carlos, sólo, amm, solo voy al baño & bailamos - le dijo, a lo que Carlos asintió & la castaña se dirigió al baño. Cuando salió, alguien la jaló a un rincón del lugar & la acorraló contra la pared - ¿pero qué?

- Shh, solo vine a platicar - le dijo una voz masculina, tapándole la boca.

- ¿Ca-Carlos? - preguntó quitando la mano de su boca.

- El mismo - le dijo con una sonrisa ladina.

- ¿Qué estás haciendo? -  le preguntó extremadamente nerviosa.

- Ya te lo dije, solo vine a platicar contigo - dijo mientras acercaba cada vez más su rostro al de la castaña.

- Eh, entonces platiquemos - dijo poniendo sus manos en el pecho del contrario con la intención de evitar que se acercara más, lo cuál fue inútil.

- ¿Qué pasa? ¿No quieres que me acerque? - le dijo ya muy cerca - es para escucharte mejor, hay mucho ruido.

- Dijiste que íbamos a bailar - le dijo temblando de los nervios.

- Ya habrá tiempo para eso - dijo rozando levemente sus labios - primero hay que divertirnos un poco - dijo & besó la comisura de los labios de la castaña para después comenzar a besar su cuello suavemente.

La castaña disfrutaba el momento, sin duda se sentía mejor de lo que se imaginaba. Con sus manos acariciaba el cabello de Carlos mientras él la sostenía fuertemente de la cadera.

- Me vuelves loco - susurró Carlos al oído de Victoria.

- Eh, ¿enserio? - dijo algo sorprendida.

- Si, shh - le dijo cubriendo de nuevo la boca de la castaña.

- Pero nos deben estar buscan - dijo siendo interrumpida por Carlos, quien había abandonado el cuello de la castaña para besar sus labios.

Después de algunos segundos, la castaña al fin había destensado su cuerpo, correspondiendo a cada caricia que le hacía el joven Madrigal.

- Tal vez luego sigamos esto - dijo separándose de Victoria.

- ¿Seguir? - preguntó sorprendida, cayendo en cuenta de lo que acababa de pasar.

- Si, ¿o no quieres? - dijo mirándola fijamente.

- Bu-bueno, si, me gustaría - dijo más nerviosa que nunca.

- Entonces, luego seguimos - dijo dándole un corto beso - vuelve a la mesa, ahora voy & bailamos - dijo acomodándose la corbata.

- Está bien - dijo para después acomodarse el cabello & tratar de calmarse para volver a la mesa con todos - esto debo contárselo a Amelia - pensó.

Mundos Distintos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora