Disparidad| I

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La calma de las aguas dejaron atras el recio sonido de las olas chocando entre si.
El sol dejo de quemar con vigor cualquier superficie pues una placida nube se poso frente a el. Junto a un fuerte viento se empezo a escuchar el toser de una persona, extraño pues en estas praderas casi no habita la vida, tan solo pequeños vestigios de esta.

Un muchacho de apariencia juvenil intentaba levantarse del suelo, ejerciendo un notable esfuerzo como si hubiera luchado contra mil bestias la pasada noche. Finalmente, luego de lograr ponerse en pie el joven miró a su alrededor, intentando descifrar su ubicacion, fracasando en el intento. Sin mas opciones se decidio a explorar aquel lugar, pero sin lograr siquiera dar unos pasos, a sus oidos llego un sonido extraño proveniente desde detras, describiendolos como gritos perdidose en en un espacio vacio, la curiosidad mato al gato dicen y timidamente giro para descubrir el origen del extraño sonido. Sus ojos se abrieron de par en par pues nunca antes habia presenciado algo como tal, Lo que parecia ser una entrada gigante hacia una especie de cueva, se encontraba frente a el. Sin embargo, en esta no habia nada de oscuridad, al contrario esta desprendia una luz blanquesina que ni siquiera dejaba ver lo que habia detras, Como si fuera un muro que no dejaria pasar nada ni nadie.

—Ni lo pienses...  —Resito para si mismo

Aquella entrada blanca era lo mas llamativo del lugar pues frente a ella solo había una extensa pradera habitada tan solo por el fuerte viendo del firmamento.
El joven sin muchas opciones partio sin rumbo por aquella pradera, dandose cuenta del vacio antes mencionado. A medida que avanzaba se lograban apreciar pequeños arboles frutales que al acercarse demostraban su carencia, estos no prestaban ningun fruto. Aquella interminable caminata sirvió de reflexión, pues el joven se empezaba a hacer preguntas: "¿Que es este lugar?" "¿Por que esta vacio?" "¿Como llegue aqui? "Estoy soñando"

Mientras divagaba en sus pensamientos uno en concreto lo hizo paralizarse "¿Quien soy?." Llego al punto de empezar a dialogar consigo mismo llegando a varias conclusiones que solo llevaban a cuestiones mas grandes. Intento hacer una recapitulación de lo recordaba.

«Mi nombre Aldrich, tengo 26 años puedo hablar perfectamente y sin intentarlo puedo decir que se escribir perfectamente, sin embargo, hasta ahí llega mi mente, no logro recordar nada sobre mi vida,  no se nada pero a la vez lo se todo.» —pensó

¿Cuanto tiempo abrá pasado?, Aldrich se mantuvo sentando en la misma posicion por unas pocas horas, horas en las cuales hubo un gran sin número de intentos de hallar respuestas en su interior, mas sin embargo no pudo. Frustrado se levantó acompañado de un quejido del mismo y se dispuso a volver. Sin embargo la mayor sorpresa lo aguardaba detras de el, la entrabda a la cueva se encontraba a la misma distancia de cuando partio, es decir, luego de horas caminando, un fenomeno extraño lo hizo no moverse del lugar.

—Una ilusión, ¿no? —Titubeante mientras sus pies se movían por si mismos, como si inconscientemente estuviese alejándose de aquella luz. Trastabillo y cayo de espaldas, para rapidamente levantarse y correr hacia la pradera, en direccion contraria a la gran entrada, sin embargo, por mas distancia que recorria al voltear siempre se mantenía en el mismo lugar.

Casi una hora intentando escapar de aquella entrada, los ojos empezaban a cristalisarse y el cansancio no se hacia esperar. Ya al límite cayó al suelo boca abajo respirando agitadamente como una bestia. Ya más calmado ayudándose de su brazo izquierdo giro su cuerpo para colocarse boca arriba, al hacerlo volvio a ver directamente aquella entrada y una profunda frustración se mostró en su rostro acompañado de un hilo de liquido transparente en el rabillo de su ojo derecho hasta caer sobre el verdoso cesped.

Horas han pasado, la noche ya habia invadido el cielo y la sed de Aldrich se encontraba en un punto critico el mismo se encontraba sentado frente a una fogata echa a mano, justo delante de uno de los arboles. El correr por tanto tiempo no ayudo mucho, pues no descubrió una salida ni una fuente de agua, no quedaba mucho tiempo para morir de deshidratacion y Aldrich lo sabia muy bien.

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