Lichtsäule

"Quien cuidó de mí"| V

La luz de un lejano pilar iluminaba el gran muro montañoso al que me enfrentaba. Mis dedos ya estaban magullados por la gran cantidad de intentos y aún así me mantuve firme frente a aquella montaña. Miré hacia arriba y allí la vi, la neblina que tapaba la ilusión de mi meta. Apreté mis dientes y volví a intentar escalar la gran pared montañosa. Sus grandes grietas en variados lugares permitieron a mis dedos encajar y con su ayuda logre subir. Llegué al tope de la neblina que cubría el final, y al mirar hacia arriba descubrir una inquietante verdad. Aquella montaña, infinita hacia mis ojos. ¿Es aquello una ilusión óptica o de verdad es imposible alcanzar el tope de aquella montaña? Depende de mis propias ganas de continuar para saberlo.

Mis ojos se abrían poco a poco, dejando pasar la cálida, pero penetrante luz de las lámparas de aceite. Finalmente logro abrir mis ojos con completa libertad. Poco a poco, recuerdos de problemas pasados llegaron como un destello. Mi mente se vio abrumada. Dejé salir un fuerte grito de no más de medio segundo y me levanté entorpecido, mirando hacia todos los lados e intentando sostener mi arma con mi mano dominante. Aparentemente bajo mis piernas había una cama de suaves superficies rellena de plumas. El tacto tan característico daba a entenderlo. Seguramente de alguien con gran poder adquisitivo pues estas no son fáciles de conseguir. Como sea, doy un vistazo hacia mis alrededores, era un cuarto pequeño, carecía de sofás y solo tenía un escritorio de alta calidad con muchos objetos y libros encima, uno de ellos extrañamente conocido, y un armario de misma calidad. Estaba medio abierto y dejaba ver ligeramente que allí se guardaba la ropa del propietario. Luego de observar mis alrededores me percato de un inquietante hecho, no siento mi arma detrás. Aprieto mis manos en el aire una vez más sin éxito pues el arma no estaba allí. De repente me siento desnudo como si se me halla sido separado de un bien vital para mi. Aquel espadón que de mi vida había cuidado en numerosas ocasiones ya no se encontraba conmigo ¿Dónde podría estar?

Me dispongo a salir de la cama y al sostener mi cuerpo en mis piernas, llega hacia mi un terrible dolor desde la parte baja de mi torso hasta el cuello. Todo mi torso incluyendo mis extremidades se sentína entumecidas como si hubiese recibido una gran paliza. Me tocó a mí mismo y por debajo del ropaje de cuero que traía pude sentir una gran cantidad de vendaje por todo mi cuerpo. El dolor casi me hace rendir en el intento de averiguar mi paradero, pero luego de unos minutos de calma decidí finalmente salir de allí.

Mi mano se posa en la manija de la puerta del lugar hasta abrirla completamente. Al salir el marrón en el ambiente de la característica madera del lugar llega a mis ojos. Unas hermosas mesas de madera junto a sus sillas. Al fondo una gran puerta y en los lados dos ventanales gigantes. En uno de ellos se podía apreciar un gran árbol encima de una colina en las afueras. Por otro lado, al mirar a mi derecha pude ver la barra y detrás su respectivo barman confirmando así mis sospechas, me encuentro en alguna taberna demacrada de la ciudad.

—Al fin te despiertas grandulon —Dice el barman del lugar

—Una disculpa, ¿me podrías decir que hago aquí? —Pregunto intrigado

El barman muestra una cara de confusión por lo que este pide que me acerque con sus manos. Acato a su sugerencia y me siento frente a la barra. Me fijo bien en el barman, tiene una destacada cabellera pelirroja natural. Ondulado y alborotado, como si no le preocupara su apariencia. Podría decirse que es la parte más característica a primera vista. Tenía pocas pero notables arrugas, pero parece que esta en sus 40. Aunque carece completamente de bello facial algo mas que curioso sin duda. Tenía una estatura normal, pues su frente chocaba contra mí hombro sin importar que yo sea una persona de gran estatura.

—¿No recuerdas lo que pasó grandulon? —Dice amigablemente

—Realmente no... estaba con mis compañeros buscando a la bestia... y luego... —Recito en voz baja mientras intento recordar, pero mis pensamientos están un poco desordenados —Estoy un poco mal ahora mismo, talvez pueda recordar más tarde pero ahora no creo que lo logre.