Publicidad Ꞝ Sahyo

Cuatro

El celular de Jihyo volvió a sonar una hora después de su regreso a casa, haciendo que volteara sus ojos y atendiera la llamada.

— Park Jihyo.

— Park, tenemos otro trabajo para ti, deja lo que sea estés haciendo que te necesitamos y está vez no es para entrenar idiotas —Jihyo sonrió ante las palabras del superior, para luego finalizar la llamada.

La alfa hizo un par de llamadas luego de eso, para luego suspirar al saber que debía conducir hasta Seúl una vez más. Suspiró al saber que tenía alrededor de tres o cuatro horas de viaje.

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Sana salió de la sala de reuniones y se acercó al estudio de Nayeon, para luego tomar el brazo de Mina y sacarla de allí y luego adentrarse a su estudio. Mina frunció el ceño, pero no dijo nada hasta que estuvieron en el estudio de la menor.

— ¿Pasó algo? —Frunció el ceño

— ¿Cómo funciona esto de las parejas destinadas? —La menor la miró confundida y se sentó en el sofá al ver algo ansiosa a la mayor.

— ¿Por qué preguntas eso?

— ¿Puedo sentir una conexión con alguien por sólo una imagen? —Mina rió

— No lo sé unnie, por lo que he oído quizás es posible, pero no lo sé con seguridad, quiero decir, no lo he... ¿vivido así? —Sana suspiró.

— ¿Dime que tan estúpido es que haya escogido a un a alfa?

— ¿Una alfa? ¿De que hablas Satang? —Frunció el ceño, preocupándose por la mayor.

— La reunión, me mostraron y me dijeron las mejores opciones y a pesar de que me dijeran que ella era una alfa la escogí de todos modos. —Cubrió su rostro con sus manos— Y pasó tan rápido que cuando noté lo que había hecho ya estaba saliendo de la sala para ir a buscarte.

— Bien... no sé si es del todo estúpido, pero espero que esa alfa sepa controlar su ira porque a veces eres desesperante —La mayor rió— Y espero que no la trates tan mal como haz tratado a Nayeon antes de que ella me conociera.

— Lamento haberla golpeado, lo sabes, ella lo sabe, ya me disculpé por eso —Bufó

— Eso lo sé, pero... —Apretó sus labios— En fin, ¿Qué tanto debo contarle a Nayeon de esto?

— Si es posible todo, y que me asesine luego —Mina rió por la repentina exageración de la mayor, haciendo que se levantara de su lugar para ir nuevamente donde su alfa.

Sana se recostó en el sofá, mientras se insultaba a si misma en su mente por haber hecho eso. Pero siquiera estaba segura de como es que había escogido a esa alfa como su guardaespaldas, ¿Quizás había sido el alcohol que en su sistema aún había? Posiblemente era eso, o quizás también lo que a tanto le temía de tener una pareja destinada.

Mina se acercó a Nayeon y la abrazó, haciendo que la mayor riera y también la abrazara para luego sentarla sobre sus piernas. La omega sonrió y depositó un beso sobre los labios de la mayor.

— Satang hizo algo tonto —Murmuró, haciendo que Nayeon asintiera.

— Si te arrastró de ese modo para hablar supe que era algo malo —Mina rió— Dime que hizo.

— Escogió a una alfa —Depositó un beso nuevamente sobre los labios de la mayor— Como su guardaespaldas.