YoonGi recordaba a diario las palabras que solía decirle su madre:
"Eres único, un poco más único que los demás"
Y también recuerda su propio pensamiento cuando lo escuchaba:
"No quiero serlo, ya no más"
Él no se consideraba una persona fría, al menos no consideraba que ese pequeño niño lo fuera, pero poco a poco comenzo a convertirse en las palabras de los demás, y ese fue su error.
Entonces solo se recordaba como frío, frío por dentro y por fuera, y se limitó a serlo.
Hasta que ese pelinaranja apareció.
Recordó lo que era sentirse cálido por unos segundos, después esa sensación comenzo aparecer en su interior cuando estaba con JiMin. Para él no tenía nombre, pero lo obligaba a estar cerca de aquél chico para seguir sintiéndose así. Entonces, se volvió adicto.
Adicto a JiMin y su risa.
Adicto al color rojizo de sus labios.
Adicto al color celeste que aparecía en sus mejillas cuando estaban juntos.
Adicto a su personalidad.
Simplemente, adicto a él.
Y esa sensación se convirtió en un sentimiento, el sentimiento que él temía nombrar.
Y yendonos por un camino un poco distinto, también temía tocar.
Ese rosal entero que se congeló con solo un toque. El perro del vecino que nunca se quiso acercar a él por miedo. La gente quejándose del frío que traía su presencia.
Algo fácil podría ser difícil para él, y lo odiaba.
Ambos temían de ese sentimiento en común, tanto que hacían lo posible para no concretarlo en palabras, más sus acciones eran todo lo contrario. Entonces se atrevió una vez, cuando JiMin se encontraba tan encantador que no pudo resistirlo.
Aprovechó la cercanía y le robó un beso. Un beso tan fugaz que cualquiera podría decir que fue poco, pero para ellos... Damn, fue mucho más que suficiente.
Mucho más de lo que alguna vez habían logrado tener.
Con las mejillas pintadas de su color contrario, aquello que pasaba cada vez que estaban juntos, se miraron un segundo y eso fue lo que YoonGi logró aguantar. Retiró la mirada avergonzado pero logró ver como JiMin tocaba sus propios labios con la yema de sus dedos, suavemente, como queriendo recordar aquella sensación dejando de lado el efímero ardor.
El chico sonrió de lado y no tardó en regresar el beso, que duró un segundo hasta que el ardor los obligó a alejarse casi al instante.
Más que suficiente.
Por ahora.
Les fue inevitable cuando sabían que el momento de aceptar lo que sucedía entre ellos y no querían admitir.
Y discutieron.
—No es cualquier cosa, JiMin, no podemos tocarnos.
—¿Necesitas tocar para amar?
—¡No, porque ya te amo!—soltó con la respiración agitada, cerrando los ojos con fuerza unos segundos queriendo hacer desaparecer los pensamientos que pasaban fugaces por su mente—. Estará bien por un tiempo pero luego querrás tocar, besar, y... Te cansarás de mi.
—¡Que no, hyung!
—Busca alguien más compatible contigo, así luego no tendrás que reemplazarme—dijo entre dientes sintiendo cada palabra en su piel. Dolía—. La historia se repetirá y pasará lo mismo de siempre...
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One Shots de BTS
FanfictionNo existen límites en la imaginación, cuando pasas más tiempo en sueños que afrontando el mundo real, muchas ideas llegan a tu cabeza. Pueden acompañarme en cada capítulo a leer una por una distintas ideas que se cruzaron por mi mente. Olviden por u...