O9 ; Propuesta

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20:47 p.m, 04 de Abril

Al estar por varios minutos bajo el atardecer, al pelinegro se le congelaba el cuerpo. Quizás debió vestirse con prendas más abrigadas, no sabía que estaba pasando últimamente con el clima, pero estos días ha estado super helado. Pero gracias a las bajas temperaturas, su amiguito por milagro había bajado. Respiraba con alivio, no quería hacerse una paja en un barrio público.

Se encontraba sentado en su motocicleta. Lisa al parecer había entrado a una casa, y ya habían pasado más de trece minutos desde que aquella rubia no aparecía. Jungkook no sabía que estaría haciendo, o a qué vinieron. Y eso le daba inquietud. No estar supervisando a su vecina le desesperaba.

Se sabía perfectamente que aquel muchacho era alguien ansioso. Y en este caso, con Lisa. Él necesitaba saber todo de ella, incluso si podría, acosarla. Sentía que debía estarla mirando e inspeccionando todo movimiento que daba. Y ahora no la veía, había dejado a su vecina entrar a una casa cuál desconocía, y su paciencia se estaba agotando.

Se baja de su vehículo, y camina hacia un minimarket para comprarse bebidas energéticas. No ayudarían mucho en su situación de ansiedad, pero siempre bebía de aquellas bebidas en sus situaciones. Había dejado la cafeína a cambio por estas. Había cambiado veneno por veneno.

Paga por ella y se toma aquella bebida de un sola acción. Cada sorbo lo hacía sin dejar de observar e inspeccionar aquella casa. Sus ventanas estaban algo desgastadas, un vidrio se encontraba roto, y al parecer el hombre o mujer no estaba interesado en arreglar aquel defecto. Los muros estaban agrietados al igual que la pintura de esta.

Jungkook estaba a punto de golpear aquella puerta y conseguirse el contacto de la persona responsable de su hogar y hacer negocios para remodelar todo. Le desesperaba ver todas esas imperfecciones. Su casa la tenía como nueva, si veía algo anormal, lo arreglaba cómo podía.

Bota el recipiente en un bote de basura y nuevamente se sienta en su motocicleta. Su vecina no daba señales de vida y para matar tiempo, sacó su celular para hablarle a su amigo. Pero este no contestaba, hasta ver que Taehyung se encontraba en una fiesta con sus amigos de las carreras.

De pronto, la puerta de aquella casa de abre. Levanta su cabeza por inercia y ve como su vecina salía con una sonrisa. En sus manos traía una bolsa blanca. No podía ver que era lo qué traía pero al parecer era ropa. ¿Se había demorado todos estos minutos para comprar ropa? Algo no le cuadraba.

- ¿Nos vamos? - pregunta con una sonrisa radiante. Se encontraba tan feliz, sus pupilas estaban dilatadas y su respiración estaba un poco irregular. Algo había pasado dentro de aquella casa, pero no preguntaría, esperaría que ella misma se lo dijera.

- Cómo gustes - le sonrie débilmente, y se coloca su casco. Lisa hace lo mismo y se sienta atrás de él, solo que esta vez, sus manos estaban demaciado lejos de su genital. Al parecer ya no estaba interesada en provocarlo. Y eso había extrañado al pelinegro.

¿Acaso la máscara de chica mala se había ido?

Prende el motor y antes de arrancar. Se preguntaba ¿Cuál era aquella estupidez que Lisa le había dicho? Ella lo había invitado a una "estupidez" y no sabía qué era. Aparte, aquella casa misteriosa, le daba un sabor amargo en la boca.

Arranca y en el trayecto del viaje, su vecina ha estado en silencio. ¿Por qué no hablaba?

Al llegar a un semaforo, su vecina aumenta su fuerza y abraza la espalda del muchacho. Él estaba sorprendido, pero disfrutaba de su tacto. Su cabeza la había apoyado en su espalda y eso hizo que al ver la luz verde, disminuyera la velocidad. Quería atrasar su llegada a casa, quería estar más tiempo así con ella. Y eso le habia sacado una sonrisa a la rubia.

- Espera, detente aquí - pide ella y Jungkook obedece. Se encontraba en frente de un paradero y se había estacionado en la esquina de la carretera. Lisa se baja de la motocicleta, se saca el casco blanco y camina para sentare en el paradero mientras jugaba con sus pies y miraba con picardía al chico que se encontraba en frente de ella. Él la mira con una sonrisa burlesca con su casco en manos. Había chasqueado su lengua y ladeo su cabeza.

- ¿Acaso pretendes que una micro se detenga y te lleve a casa? - pregunta mientras por microsegundos, anhelaba a Lisa con aquella sonrisa tan juguetona. Ella asiente y Jungkook vuelve a hablar

- ¿Por qué? perfectamente puedo llevarte a casa... y gratis - lo último lo dijo casi en susurro. Se acerca hacia ella a pasos lentos pero se detiene cuando ella se había levantado.

Lisa se lamio los labios y se acercó hacia él. Se levantó en puntillas y en su oído le preguntó:

- ¿Qué piensas de los amantes? - aquella sonrisa no se iba de su rostro. Miró los labios del pelinegro y nuevamente se lamió los labios deseosa. Nuevamente sus pupilas se habían dilatados y una adrenalina ilimitada recorría por las venas del muchacho.

Ahora fue él quién se acercó, hasta llegar al oído de su vecina.

- ¿Por qué tanto interes, pequeña? ¿Acaso algo te desespera? - pregunta seductor. Aquella chica hacía que Jungkook actuara de forma seductora y hormonal. Algo tenía ella, o solamente no había estado con una mujer hace meses y eran las putas hormonas que estaban en su cabeza, y gran parte en su miembro.

- No lo sé... - juega con sus manos y responde ocultando sus verdaderas intenciones con una máscara de inocencia.

- ¿Recuerdas de la estupidez que te dije? - pregunta y Jungkook asiente. Su sonrisa creció aún más y ambos brazos abrazaron el cuello de este. Su cuerpo se acercó sensualmente que casi las manos de Jungkook se posicionaron en la cintura de esta.

- ¿Qué piensas sobre los amantes? - nuevamente pregunta solo que esta vez, su voz era más grave y su cuerpo rozaba el cuerpo voluptuoso del muchacho. Ella lo estaba seduciendo, se lamía y se mordía los labios con lujuria. Y Jungkook se dejaba caer por el deseo.

- Depende... si es tanta la tentación, quizás... solo quizás. Acepte aquel riesgo - susurra. Ambos rostros estaban demasiados cercas como para escuchar aquel inaudible susurro.

- ¿Aún que sea prohibido? - pregunta la rubia. Sus ojos gritaban esperanzas.

- Lo prohibido es tentador ¿Lo sabías? - responde y Lisa lo besa. Jungkook se sorprendió por tal acto que abrió a más no poder sus ojos. Pero jamás se rehusó. intentó seguirle el beso, ya que su vecina estaba totalmente desesperada. Incluso sus lenguas empezaban una guerra.

Un gran beso francés.

Llevó ambas manos en la cintura de esta y presionó más el agarre. Juntaron sus pelvis y ambos suspiraban entre el beso. No querían separarse, pero la muchacha necesitaba preguntarle otra cosa más. Se separa y ambos abrieron los ojos.

- ¿Quieres hacer una estupidez?-  pregunta y Jungkook al estar en el punto máximo del deseo, asintió.

- Escápate conmigo... - propone con una sonrisa. Jungkook se había quedado sin habla, se había quedado mudo.

. . .
perdón por el cap corto,
y aparte por la demora TT

pretty girl ; liskookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora