Jiyong despertó lentamente, lo primero de lo que se percató fue de la falta de frío, estaba acostado en un lugar cómodo y calentito. Conforme fue despertando todos los recuerdos fueron volviendo a su mente.
Su lobo interno se percató de su alrededor por medio de sus sentidos, había alguien más cerca de él y otro hombre que se movía en una habitación cercana. Pudo percibir también el olor de la comida preparándose, eso hizo gruñir a él y a su estómago.
Abrió por fin los ojos a la par que la otra persona se acercaba. Se trataba de un joven con el cabello castaño largo hasta casi cubrirle los ojos, cuando lo miró éste sonrió.
—Hola, que bueno que despertaste, ¿cómo te sientes? —preguntó con amabilidad.
Cuando intentó acercarse Jiyong se sobresaltó un poco.
—¿Dónde estamos? ¿Quién eres?
—Tranquilo, estás a salvo. Estamos en la casa de Seungri... lo siento, eso no te debe decir mucho. Pero estamos a las afueras del pueblo, hacia el norte, dentro del bosque.
Antes de que pudiera contestar la puerta de la habitación se abrió, en el joven que entró Jiyong pudo reconocer a aquel que lo había sacado de la jaula.
—¿Ya despertó! ¡Genial, hola! —Seungri entró emocionado e incluso se subió a la cama para poder verlo mucho—. Yo soy Seunghyun, pero puedes llamarme Seungri, todos lo hacen. ¿Tú cómo te llamas?
De pronto Daesung le dio un golpecito en el hombro.
—¡Seungri! No te comportes como un cachorro, el chico acaba de despertar, lo vas a abrumar, o a asustar.
En realidad Jiyong rio un poco ante aquella actitud desinhibida y, ciertamente, infantil.
—Mi nombre es Jiyong, Kwon Ji Yong. Y, creo que estoy bien, solo me siento un poco cansado.
—Entiendo, Dae-hyung dijo que estabas algo desnutrido, así que hice una gran comida para que te puedas sentir mejor, una vez que regresen los alfas podremos comer.
—¿Los alfas? —preguntó, recordando al lobo alto.
—Sí, Top y Taeyang salieron a cazar, no deben tardar mucho en volver, entonces podremos comer los cinco juntos.
El castaño levantó entonces la cabeza hacia la ventana.
—De hecho no están muy lejos, deberán llegar aquí en unos 10 o 15 minutos.
—¿En serio? —preguntó Jiyong, sorprendido.
—Dae-hyung es un lobo también, igual que tú y que ellos, así que puede escucharlos. Además él es pareja eterna de Taeyang, lo cual les da aún más conexión entre ellos.
El castaño asintió a sus palabras. Por algunos momentos Jiyong miró al pelinegro con la cabeza ladeada, en efecto él olía diferente al resto, olía diferente... olía como todos los demás que había conocido.
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De naturaleza libre
ФанфикHa sido demasiado el tiempo que Jiyong ha vivido así: encerrado en aquella pequeña jaula con apenas espacio para moverse, no se diga del momento en el que, con los horribles bastones de electricidad los "domadores" del circo de fenómenos lo obligaba...