- No me mola nada tu rollo, tía.
- A mí si que no mola el tuyo, asquerosa.
- ¿Asquerosa yo? Ven aquí que te dejo sin extensiones.
- ¡CALLATE!Todo el mundo intentaba separar a las dos chicas más diferentes del instituto Chanel y Amber. Amber una chica a la que apodaban "la Amber" siempre "la" antes que Amber, era una chica graciosa pero cuando se enfadaba perdía los papeles, y luego está Chanel, una chica egocéntrica y presumida a la que solo la importaban los bienes materiales. Lo único que compartían Chanel y Amber era el mal humor y que las dos tenían fama de rompecorazones. Esta vez discutían por un chico Matt Simons estaban saliendo con él al mismo tiempo y apenas se acababan de enterar. Las dos estaban intentando matarse, pero no podían ya que todo el mundo las intentaba separar.
- ¡SILENCIO!
Una voz grave sonó por toda la sala de fotocopias donde Chanel y Amber intentaban matarse. Era el profesor de gimnasia, todo el mundo se alejó de ellas y ellas se quedaron sorprendidas.
- ¡VOSOTRAS ACOMPAÑADME AL DESPACHO DEL DIRECTOR! Ah, ¿y los demás no tenéis nada mejor que hacer?
Amber y Chanel siguieron al profesor de gimnasia que se dirigía al despacho del director. Cuando llegaron el profesor de gimnasia señaló un banco para que se sentaran. Las chicas se sentaron mientras discutían.
- ¡Oye zorra relajate él es mío!- gritó Amber.-
- ¡TU A MÍ NO ME INSULTAS! Yo le ví primero.- voceó Chanel.-
El profesor de gimnasia las dijo que entrasen dónde el director las esperaba.
- Chanel Williams pase a esa sala.- dijo el director señalando una puerta.- Y usted señorita Amber espere ahí.
- Qué remedio.- dijo Amber.-Narra Amber:
Mire a mi derecha y vi a una chica con el pelo castaño y las puntas azules. Parecía triste, así que decidí preguntarla que la pasaba.