Capítulo 7

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El señor Gelko salió luego de un rato envuelto con una toalla a la cintura, casi sufro de un paro cardíaco ese hombre era hermoso, su cabello negro caía en cascada sobre su frente, su cuerpo estaba perlado por gotitas de agua, una de ellas iba acariciando tortuosamente su recorrido hasta perderse en la V de su abdomen...quien fuese agua...Pero que diablos!, si este hombre me ha secuestrado, ya me estoy volviendo loca, sip segurito fue el golpe del cavernicola de su secuaz, yo no soy así.
- tome asiento señor- su cara era arrogante, la comisura de sus labios se curvaban ligeramente, ay dios este hombre es un atentado contra la vida-
-sabes que una foto dura más ¿no?- sus ojos brillaban en malicia, estoy segura de que tiene a todas las mujeres a sus pies, su andar seguro, la forma en que alzaba el mentón lo confirmaba-
- ni que fuera el ombligo del mundo- cuando se sentó a mi lado, retiré el vendaje sucio, los apósitos, desinfecte con alcohol suavemente cada punto, comprobé que sus bordes no estuvieran enrojecidos o sueltos, con una ligera presión miré si salía pus que me indicara el inicio de la sepsis, pero para mi suerte estaba bien, aún no estaba muy segura de esto, si mi trabajo era mantener las heridas limpias, y ayudarles a sanar, si le sucedía algo a este hombre no dudo en que Marcus me desecharia, para evitar que fuese una carga.- bebase esto son analgésicos- le entregue las pastillas en la mano, el simple roce me hizo sonrojar como una pequeña adolescente, respire hondo pero fue un grave error, su aroma era embriagador, olía a limpio, me hice más conciente de él, asi que me apresuré, necesitaba urgentemente alejarme de este hombre. Coloqué un parche para que aliviara el dolor y mantuviera la zona aséptica. El resto eran más pequeñas, las limpie, le puse un ungüento antinflamatorio que hallé en el fondo del botiquín-
- ¿Listo?- sus ojos nunca dejaron mis manos, observaban cada uno de mis movimientos-
- si, esta bien, y limpia, asi que no debes de tener problemas, pero debes descansar lo más que se pueda...al menos lo que permita esta situación-
- bien, hazte cargo de las heridas de Marcus-
- bien-
- Luego puedes darte un baño y descansar un poco, el día será bastante...intenso-
- gracias-
Con un asentimiento de cabeza se levanto y fue a una de las camas, dando paso a otro Adonis, juro que si los secuestros siempre son asi, me voy a poner en lista de espera.
Con Marcus fue aún más rápido sus heridas eran superficiales la gran mayoría, los hematomas los cubri con ungüento, puse curitas en las pequeñas para evitar que se infecten.
- listo, ten cuidado con los hematomas, las pequeñas heridas trata que no se ensucien para evitar infecciones futuras, en la mañana te volveré a revisar- le dedique una suave sonrisa-
- no es necesario, su vida es la que debe importarte- señalo a Thomas que nos observaba de cerca-
- ella esta aqui para eso, dejala trabajar, deja de comportarte como un niño en pleno berrinche-
Recogí las cosas, guardandolas nuevamente tal cuál estaban, me puse de pie caminando al baño, aun podía sentirme agotada, necesitaba quitarme el sudor y el olor a hospital de encima.
Cerre tras de mi, me libre del uniforme, metiéndome en la ducha rápidamente, no conocía muy bien la personalidad del par que yacian fuera de la habitación asi que fui lo más agil que pude, enjuague mi cuerpo, a pesar del agua fría era un sentimiento de livianes y alivio el darme un baño, no sabía cuando sería el próximo...según lo que escuche estaban huyendo, algo de territorio enemigo, traición...

Continuará 💞

"Lucía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora