Pov Thomas Gellko Romanov
Soy uno de los traficantes de armas mas importantes y temido de Europa, vine a Neva Jersey a supervisar un intercambio con Antonio Pacheco un capo mexicano, con grandes influencias en Estados Unidos, asi que cuando mandaron la localización del lugar, unos almacenes abandonados en la ciudad, como este intercambio me olía a engaño, decidí venir con Marcus Dovanof mi mano derecha, mejor amigo, nos criamos juntos prácticamente.
Como me temía el maldito de Pacheco nos quería estafar, solo no contó con que le daríamos un poco de su propia medicina, pagamos con la misma moneda.
En el encuentro acabe siendo herido, mis tres escoltas muertos y mi mejor amigo con varios rasguños, se hizo cargo de la situación me llevo a un hospital donde fui curado por una mujer que ahora es una piedra en mi bota, ni siquiera sé el motivo por el cuál la llevé con nosotros, para que nos curé en caso de ser necesario...mentira, egoísmo eso fue, la vi, me sorprendí de la calidez que emanaba, la forma en la que me daba órdenes, a mí, un hombre que medía 1.95cm, que era lo suficientemente capaz de asesinar, de quebrarla con mis grandes manos, pero aún así respondía a mi, lloró en mis brazos cuando despertó, se aferró a mi como si su vida dependiera de ello, su cuerpo, su olor almizclado se intensifico ante mi toque, sus gemidos fueron como música para mis oídos.
Cuando la solté, se enojo, odie ser el causante de aquella lágrima que corrió por su hermoso rostro, pero no quería corromperla en un lugar así, tenía la impresión de que ella era diferente a las mujeres que me rodeaban, que iban detrás de mi para satisfacerme a cambio de algo, en ella solo había sinceridad, era luz para mi oscuridad.
Cuando empezó a correr, el pensamiento de dejarla ir me apretó las entrañas cual daga, mi cuerpo reaccionó por inercia, por mi mente solo pasaba una sola cosa, cazarla, era un depredador tras su presa, la quería para mí, sus manos, sus ojos, el color rosado que tiñe sus mejillas cuando se avergüenza, sus gemidos, sus gritos...esa realidad me dio de lleno como un tempano de hielo, por primera vez mi corazón empezó a latir desbocado, sentí temor ante la idea de que me abandonara alguien, estaba cambiando y era por ella.
- mierda, Lucía!- la veía correr, lastimarse, no quería eso-
Cuando la alcancé se había echo daño, su pierna se había esquinzado al parecer, teníamos que llegar a la propiedad que compré hace poco, no podía tenerla desprotegida. Ese sentimiento me llevó a ser más rápido, no pesaba nada, era liviana como una pluma, tenia curvas ligeras pero caderas anchas, momentos antes el haberla acariciado me había empalmado, aún seguía con una erección tan dura que rayaba lo doloroso.
-shh me has desobedecido lucía ahora tendré que darte un castigo, eres testaruda- y amo eso, cuando es paciente o cuando la sacamos de sus casillas, es hermosa, sus ojos verdes dorados reflejan lo que sienten como un libro para mí-
No decir que la amenaza de Marcus me enojó es mentir, pero luego recordé que habíamos amenazado con matarla si escapaba, me calmé un poco, la tuve que restringir aún más era una gata salvaje, mordió, rasguño, gritó antes de callarla otra vez, su cuerpo se quedó quieto cuando le plasme mi erección entre sus nalgas.
-Abre el auto y conduce, tenemos que largarnos- Marcus se fue a buscar el auto, estaba enojado, se le notaba a leguas, pero ahora mi prioridad era está mujer que me traía loco, quería verla morder las sábanas de placer, hacer mi espalda sangrar con sus garras, gritar mi nombre cuando llegará a la cúspide de su orgasmo, y serían muchos de eso no me cabía duda-
- quédate quieta gatita, a partir de ahora eres mía- le libre la boca y la giré para ver fuego arder en esas esmeraldas que decoraban su cara-
- nunca- una sonrisa como el gato en el país de las maravillas adornó mi rostro ante dicho desafío-
-Conmigo no subirás al cielo, sino que arderás en las llamas del infierno mi precioso lucero- con esa promesa sellé sus labios con un beso devorador que le costo seguir...Continuará 😈🔫
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"Lucía"
Lãng mạnSecuestrada del Hospital Central de New Jersey al casi finalizar una guardia de los infiernos, Lucía Rodriguez Lee es enfermera de emergencias, carismatica, dulce y con una paciencia aparente del tamaño del mundo, una que necesitara para tratar con...