Capítulo 17

889 57 0
                                    

Un portazo, voces lejanas me trajeron al presente, el rostro de ese ser inescrupuloso yacía en mi hombro, miré sobre él, un hombre de complexión fuerte, cabello negro por media espalda, ojos azules cristalinos como la playa de mi imaginación, rasgos masculinos, firmes, algo severos, sus brazos reposaban flexionados en su pecho, sentí como el Pacheco se retiró enojado por no haber podido cumplir su acometido, girándose, estaba con los pantalones abajo, el hecho de pensar lo que hubiese pasado me hace temblar, me retuerzo del asco.
-Que quieres, no ves que estoy ocupado- se acomodó un poco en pantalón-
-Tú padre, vete- se nota que era un hombre de pocas palabras, pero eso no me importaba, mando al otro a irse, ese mero hecho me tranquilizo un poco-
- mierda, donde está? - se arreglo rápidamente, estaba nervioso, comenzó a tartamudear y casi atropella al que estaba en la puerta-
- en el salón- fue lo único que escuche antes de sentir el portazo, el desconocido no vario su posición en ningún momento, por eso cuando dio un paso al frente casi me fundo con la pared fría a mis espaldas, mi ritmo cardíaco se volvio irregular, mis manos comenzaron a sudar, estaba aterrada, no sabía que intensiones tenía, desde que desperté descubrí que todos aquí son enemigos-
- tranquila Lucero- sus palabras me petrificaron...lucero...asi me dice solamente Gellko-
-quién eres?- se acercó aún más a mi-como sabes eso...yo..Thomas- al mencionar al fallecido una lágrima escapo de mis ojos siendo atrapada a medio camino-
- no llores pequeño Lucero, él  está bien, hasta que llegue estás bajo mi protección- no pude contenerme más y deje salir todo, me sentí aliviada por saber que estaba vivo, por saber que venía,  lloré con ganas, por casi haber sido violada, por todos los sucesos que he vívido en estos días. Me soltó sujetandome por la cintura, mis brazos dolian, me cargó y sacó de la pequeña habitación.
- cierra los ojos y no te muevas pase lo que pase, escuches lo que escuches, este no es lugar para una estrella-
Me enterré en su pecho, escondiendome en la curvatura de su cuello, debía confiar en él, si Thomas lo envío debo confiar...el nunca me haría daño..verdad?.
Camino en línea recta, podía escuchar gritos de otras personas, el olor nausebundo picaba en mi nariz, así que la clavé aún más en su cuello, se que debo alejarme para no ensuciarlo, pero me había dicho que no me moviera.
- a donde vas Alan?- reconocí la voz del mismo que casi me viola- y con la pequeña perra-
- a partir de ahora es mía-
- aún no he acabado con ella, aunque no me molesta compartirla- tuve que aguantar estremecerme por el pánico-
- no escuchaste?, a diferencia de ti no comparto mis juguetes-
- tienes más, la quiero a ella-
- te enviaré tres nuevos juguetes, para que completes tu estadía aquí, si no mal recuerdo tu padre ordenó tu regreso para mañana a primera hora-
- bien, quiero la pelirroja- su voz sonaba a desafío, no comprendía mucho pero quería solo alejarme-
- Ethan-
- si señor?-
- llévale a Cristóbal a Diana, Marie y Keith, que lo esperen en su habitación, necesitará estar relajado para mañana-
- como ordene- sentí pasos alejarse, la tensión volviendo a crecer erizandome en el proceso-
- bien me retiro pues, diviertete con la zorra, gracias por darme a tus favoritas- la zorna era palpable, ese hombre era odioso, nunca he sido rencorosa, pero juro que él despertaba lo peor de mí -
Sentí como nos volvimos a poner en movimiento, perdí la cuenta de cuantas veces giramos, cuantas puertas atravesamos...pero al menos ya estaba fuera de las garras de los Pacheco, solo debía descubrir si quien me trasladaba era verdaderamente amigo o si era una trampa.

Continuará 🔫

"Lucía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora