Partes 20 & 21

133 8 9
                                    

________________________He Never Did •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

________________________
He Never Did

.

Capítulos 20 y 21

Gabriel se fue temprano a la mañana siguiente. Estábamos bien, entendíamos que simplemente la situación no se había podido dar como queríamos, pero ya habría otro momento. En parte me quedé más tranquila ya que no me sentía aún preparada para dar aquel paso con Gabriel y no quería arrepentirme después.

El resto de la mañana me la pasé en la cocina, llenándome de harina y especies junto a mamá, la señora Molly, Hannah y Ginny. Harry y Ron trataron de ayudar, pero no duraron mucho en la cocina ya que Molly los echó en cuanto confundieron el azúcar por la sal y tuvimos que repetir la masa de los canapés de nuevo.

Cuando llegó la noche, estábamos todos reunidos alrededor de la larga mesa. Sirius Black, Remus Lupin y Nymphadora Thonks también fueron invitados. La mujer hablaba a un lado de la mesa con mis abuelos, que estaban sentados a mi lado, y al otro tenía a Hannah que repetía todo el tiempo que ella había aliñado las patatas, por eso estaban buenas.

Estaba feliz de no haberme marchado a otro lugar y haberme quedado junto a toda mi familia.
Fueron las doce y mamá se levantó, dando unos toques con su cuchara en la copa. —Es la hora de los regalos— anunció con una amplia sonrisa y todos nos dirigimos hacia el gran árbol lleno de regalos que estaba en una esquina de el salón.

A ninguno nos faltó un jersey con nuestra inicial de la señora Molly. Intercambiamos regalos con distintos estampados que los envolvían, mientras compartíamos sonrisas y abrazos.

Mamá se acercó a mi con un pequeño paquete en vuelto de una forma muy cuidadosa en un papel verde oscuro.
—Parece que este también es para ti— me lo tendió y yo lo tomé sorprendida.

Ya había recibido regalos de todos y no me esperaba ninguno más, había tenido más que suficiente. Al verlo tan bien envuelto pensé en que podría haber sido Hermione o quizá mamá y papá.

Lo desenvolví y encontré una caja de terciopelo negra con mi inicial grabada con hilo de color plateado sobre la tapadera.

Era fina y elegante, levanté la cabeza confundida, esperando que alguno de ellos me estuviese mirando mientras la abría, pero todos seguían ocupados con sus propios regalos.

Tiré el papel al suelo y abrí lentamente la caja.
Había una fina y plateada pulsera con la luna en forma de "C" colgando de ella.

Levanté las cejas y sonreí. Observé que había una nota a un lado.

"Ahora podrás llevar la luna contigo a todas partes, será como estar en ella, como si fuera tuya"

Reconocí esa letra, pero con la nota no me cabía duda de quien se trataba.
Pero no podía ser... Draco Malfoy no me haría nunca un regalo, pero todo indicaba lo contrario al pensar en la conversación que tuvimos en el jardín el día anterior.

Sonreí, por el mensaje y por la pulsera. Era un regalo maravilloso, me sorprendió ver que el chico realmente me había escuchado cuando estuve la noche anterior durante un buen rato hablando de la luna. Normalmente no era un tema de interés para mucha gente, aunque a mí me fascinaba.

Me puse la pulsera y la caja la dejé sobre mi mesita de mi habitación. Pensé en escribirle a Draco y agradecerle el regalo, pero no me atrevía... A él le sobraba el dinero y no le suponía nada gastárselo, quizá sólo fuese un pequeño detalle sin importancia, aunque para mi la tenía.

Pensé también en la idea de que quizá no había sido él, pero nadie se acercó para preguntarme si me había gustado, incluso algunos me habían preguntado que de quién era el regalo y yo tuve que terminar diciendo que era de Gabriel, lo que no sé porqué, me hizo sentir un poco culpable.

El moreno me había regalado unos dulces que sabía que eran mis favoritos y un cuadro enmarcada de nosotros, que se movía mostrándonos sonrientes. Lo dejé en la mesita que tenía al lado de mi cama, al lado, estaba la caja negra de terciopelo, acaparando toda mi atención.

Me recosté en la cama y miré la foto una vez más, era del verano pasado, cuando cumplimos el primer año juntos. Suspiré y apagué la lamparita, me tapé con las sábanas hasta el cuello y me hundí entre todos los pensamientos que me pusieron bastante complicado conciliar el sueño.

• • •

Este año había sido una de mis mejores navidades, junto a los Weasley y el resto de mi familia se pasó de forma fugaz.

De nuevo estábamos en el andén, esperando el expreso para volver a Hogwarts.

Estaba junto a los chicos y a lo lejos venían los gemelos y Gabriel. Él tenía el pelo recién cortado, llevaba unos vaqueros cortos y una sudadera gris que por lo visto, parecía nueva. Sonreí pero ellos no me miraban, parecían fundidos en una conversación. A diferencia de otras veces no se reían, todos tenían una mueca seria y podía ver a Fred bastante irritado, George se metió de por medio diciéndole algo a Gabriel mientras lo señalaba.

—Julietha– me llamó Hermione y me giré hacia ella —¿Sabes dónde están Ginny y Hannah?

—Hace un rato estaban aquí— me encogí de hombros y Ron hizo una de esas muecas que hacía cuando estaba confundido.

—¿No pasan últimamente demasiado tiempo juntas?— se acercó y susurró, Hermione que estaba cruzada de brazos rodó los ojos.

—Son buenas amigas— dijo obvia, Ron retrocedió y miró hacia otro lado.

Harry se acercó tras haberse despedido una última vez de Molly. —El expreso está aquí en dos minutos, ¿lo tenéis todo?

—Te estás empezando a parecer a mi madre— dijo Ron en un chillido y Hermione se rio.

Cuando me volví a girar, los gemelos y Gabriel ya no estaban, me puse de puntillas para buscarlos pero no los vi.
No muy lejos reconocí a Draco Malfoy, acompañado de Pansy Parkinson y un chico que si no mal recordaba se llamaba Blaise Zabini. Los tres juntos tenían ese aire serio e intimidante, aunque no llevasen sus uniformes de Slytherin dejaban claro que pertenecían a esa casa.

¿Qué iba a hacer? Se suponía que debía darle las gracias, tener un gesto amable con él, pero por una parte me daba demasiada vergüenza acercarme a él como si nada y entablar una conversación cordial, lo había hecho antes pero no me veía capaz de comenzarla yo.

Me quité la idea de la cabeza y unos minutos más tarde, cuando el expreso llegó nos subimos. Me prometí a mi misma que en cualquier momento lo haría y le daría las gracias al chico, pero de momento lo dejaría a un lado. Era capaz de ponerme tan nerviosa que no diría nada coherente y me dejaría a mi misma en ridículo... no tenía ganas de darle motivos para volver a burlarse de mi.

_______________________________

<3

ʜᴇ ɴᴇᴠᴇʀ ᴅɪᴅ~ ᴅʀᴀᴄᴏ ᴍᴀʟꜰᴏʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora