(NOVELA ACTIVA Y EN EDICIÓN)
Eran el día y la noche, el margen de lo imposible, eso absolutamente incompatible.
Pero ella sentía algo especial que le hacía querer estar cerca de él y cuando quiso alejarse, los caminos de ambos ya estaban enlazados.
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________________________ He Never Did • .
Capítulo 25
D R A C O
Estas semanas atrás había podido notar la ausencia de Julietha por todas partes. La veía de lejos, como caminaba rápidamente entre la gente, siempre con la cabeza mirando al frente y con el ceño fruncido.
Escuchaba esos murmullos molestos, como todos hablaban y hablaban cuando la veían pasar, con todo el descaro y sin ningún disimulo.
Moví la mano, las heridas estaban curadas pero aún me dolía un poco moverla. Blaise se fijó en mi gesto y le dio un trago a su bebida, después me miró.
Podía notar el reproche en su mirada, aunque no dijo nada. El día que ocurrió la pelea en el intercambio de clase fue Blaise quien me separó, por un momento había estado rodeado de personas que gritaban, pero no podía oír el qué, era como un zumbido lejano. Con Fills debajo de mi, tratando de defenderse y con mis puños sin dejar de abalanzarse sobre él.
Blaise me preguntó una y otra vez qué había ocurrido pero no dije nada, no sabía explicarlo y tampoco creía que él podría entenderlo.
—Bensonn está ahí— murmuró moviendo la barbilla.
Seguí con el mismo gesto impasible, pero miré en aquella dirección, Julietha estaba rodeada por los gemelos y su amiga Ginny. La había visto desde el momento en el que entró a la sala común y se quedó mirando el lugar con los ojos bien abiertos. Al principio estaba con aquel gesto a la defensiva y no parecía estar muy cómoda pero poco a poco pude ver que se relajaba y sobretodo que sonreía.
—¿Le vas a decir que le pegaste a su ex o ya lo sabe?— me giré hacia Blaise, él me miraba esperando una respuesta.
—Supongo que ya le habrán dado la buena noticia.
—Dile también que gracias a ti– me señaló —Fills no puede entrar más a nuestra sala común.
Rodé los ojos y Blaise bufó. —Le estás dando demasiada importancia, Zabini.
—¿Tú crees?— murmuró y elevó una ceja, suspiré y para mi suerte, Pansy y Goyle se acercaron, haciendo que nuestra conversación quedase a un lado, aunque Blaise me dio una última mirada, dejando claro que no lo había olvidado.
J U L I E T H A
Después de un rato me aparté hacia un lado, riéndome por los pasos de Hannah y Ginny mientras trataba de recuperar el aire. Inhalé exhausta, los zapatos comenzaban a hacerme daño en los pies, pero estaba muy feliz.
