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________________________He Never Did •

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He Never Did

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Capítulo 29

Llegamos a las mazmorras unas diez minutos antes de que comenzase la clase. El aula estaba casi vacía, salvo por un par de alumnos que acaban de llegar al igual que nosotros.

Hermione se sentó delante junto a mí y Harry y Ron detrás de nosotros. Pasé las páginas del libro y seguí memorizando cada paso de la poción que debíamos de realizar de memoria, aunque no lograba del todo concentrarme... escuchaba a Hermione susurrar de forma baja, Harry y Ron murmuraban mientras hablaban sobre algo que no tenía nada que ver con pociones, escuchaba los pasos arrastrados por el resto de los compañeros en los pasillos y en algún punto de la fría y oscura clase había una gotera, ya que podía escuchar el claro sonido de la gota caer contra el suelo.

Me eché hacia atrás y cerré el libro delante de mi. Levanté la cabeza y vi a estudiantes de Slytherin entrar, como siempre, compartíamos esta clase con ellos. El grupo de Malfoy acababa de pasar por la puerta y me obligué a abrir mi libro de nuevo, haciéndolo en un punto aleatorio.

Ron comenzó a hablar más fuerte, volvía a comentar de la forma en la que le abrazó Fleur cuando terminó la prueba del lago y contó que ella y su hermana le sonreían siempre que se lo cruzaban en el pasillo, Harry le escuchaba atentamente pero Hermione, frustrada, dio un pequeño golpe en la mesa y se dio la vuelta hacia Ron.

—Ronald, creo que va siendo hora de que lo superes– fruncí el ceño al verla tan enfadada —Aquello fue hace semanas— dijo ella en un tono cansado y molesto. No sé esperó a que él le contestase, rodó los ojos y se dio la vuelta, continuando con lo que estaba haciendo.

Ron en cambio pareció bastante ofendido, abrió la boca y la miró enfadado. —No pagues conmigo tu humor de perros con que quieras ser una sabelotodo— contestó él.

Algunos de nuestros compañeros comenzaron a mirarnos y eso no me gustaba en absoluto, especialmente por los Slytherins. Hermione levantó la cabeza y elevó las cejas, una mezcla de sorpresa con rabia, se giró hacia Ron.

—¡No culpes mi humor con que tú te pongas insoportable!— Hermione se dejó caer de nuevo en su silla, dándole completamente la espalda a Ron, el cual estaba sorprendido y molesto.

Las discusiones entre ellos eran completamente normales, pero la reacción de Hermione quizá esta vez había sido exagerada ya que no tenía porqué molestarle tanto que Ron hablase de Fleur, salvo por una sencilla razón...

Se escucharon murmullos y sonidos de burla al final del aula, no me tenía que girar para saber de quienes se trataban.

—Te has humillado, Weasley— se mofó Adrien Pucey, su comentario fue acompañado por risas.

—Oh no, ambos lo hacen solos— comentó aquella voz fría y burlona. Ron hizo una mueca de cansancio y se giró hacia atrás.

—Cierra la boca, Malfoy— el rubio elevó una ceja y no hubo sonrisa de diversión por su parte.

—¿O qué?– entrecerró los ojos —¿Tú amiguita también me sacara los dientes?

Hermione tuvo la intención de girarse, en cambio llamé su atención y negué con la cabeza. —Quedan dos minutos para que la clase comience, no perdamos más tiempo— Ron me miró y le dio una última mirada a todo aquel grupo, que seguían con sus comentarios básicos y burlones

El lugar ya estaba lleno, todos los compañeros habían llegado y en cuanto el reloj marcó la hora exacta, Severus Snape entró al aula ondeando su capa y dando indicaciones sobre lo que deberíamos hacer.

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Caminábamos en dirección al gran comedor, los chicos aún estaban algo tensos pero Harry y yo tratábamos de hacer que la conversación fluyese para que todo fuese un poco menos incómodo y así quizá, la situación entre Hermione y Ron se relajase.

—Iremos a la biblioteca después, ¿no?— me preguntó Hermione, pegando los libros a su pecho.

—Claro, como siempre– metí la mano en mi bolso —Por suerte hoy no tenemos muchas...– fruncí el ceño al no encontrar el pergamino —Espera —abrí el bolso y vi que no tenía el escrito con todas las tareas del día.

Cerré los ojos por un momento y suspiré. Había salido tan rápido de la mazmorra que ni siquiera me acordé en tomar mis cosas.

—Id vosotros hacia el comedor– les dije a todos —Enseguida estoy allí.

Me di la vuelta y retrocedí de nuevo escaleras abajo. Aceleré el paso y corrí en los pasillos más extensos... Tomé un pequeño atajo pasando por la sala común de Slytherin, evitando las largas miradas de algunos de sus estudiantes que pasaban por mi lado en dirección opuesta.

Algunos compañeros aún salían del aula, entre rápidamente y me acerqué a la mesa donde había estado, en la parte inferior estaban las cosas que había dejado.

Las tomé y levanté la cabeza al escuchar un sonido al fondo del aula. Lo miré por unos segundos, pero luego lo metí todo en mi bolso y pasé el asa por mi hombro.

—No me puedo creer lo que están viendo mis ojos– Malfoy se acercaba lentamente —¿Estás aquí en lugar de haber corrido para tirarte en los brazos de Diggory?— murmuró con desprecio.

—Es tan patético cuando hablas de esa forma— rodé los ojos y me di la vuelta para marcharme, pero él me siguió.

—Patético es ver cómo vas detrás de un chico que está con alguien más— elevó su tono de voz. Paré en seco y me di la vuelta enfadada.

—Para empezar, Malfoy– recalqué su apellido —No hables sin saber... y para terminar, a ti nada de lo que yo haga tiene porqué importarte, así que ahórrate el hecho de creer que puedes opinar de lo que hago.

Negó con la cabeza y sonrió sin gracia. —Oh, vaya... ¿Te ha ofendido?– se acercó aún más a mi, yo me crucé de brazos —Por lo menos ten la valentía de admitir lo que haces y asume que es patético lo que sea que te traigas con ese.

Solté airé incrédula. —¡Patético es lo que haces tú!– negué con la cabeza —Increíble...— murmuré retrocediendo.

—Para ser una Gryffindor eres bastante cobarde— murmuró en un tono más bajo.

—¿Pero que es lo que te pasa?– dije irritada —Cedric y yo no tenemos absolutamente nada pero eso a ti no te incumbe porque yo no tengo porque darte explicaciones de absolutamente nada— de nuevo estábamos cerca y con nuestros pechos subiendo y bajando de forma tan rápida que llegaban a rozarse en cada inspiración.

Soltó molesto, un sonido por la boca, miró hacia otro lado y rodó la lengua por el interior de su mejilla. No dijo nada, se quedó con ese rostro lleno de molestia y enfado... lo cual era habitual, pero no en esta situación.

De nuevo volvió aquella mueca fría y vacía en su rostro, esperé a que por lo menos me dijese algo más que hiciese entender todo aquel hilo de preguntas sin respuesta en mi cabeza, pero me dio una corta mirada con una expresión que no reflejó ninguna emoción y se marchó.

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ʜᴇ ɴᴇᴠᴇʀ ᴅɪᴅ~ ᴅʀᴀᴄᴏ ᴍᴀʟꜰᴏʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora