Corazón de hierro

45 3 1
                                    

—Jirou, perdóname. —repetía con las gotas de sudor brotando en su frente. — ¡nunca quise hacerte sentir incómoda!

La calle se hacía cada vez más estrecha, y la luz disminuía conforme se intensificaba la persecución. —¡Vuelve, te lo ruego! Prometo que seré una mejor amiga. —sus súplicas iban al aire, su interlocutora apartaba la vista y se hacía la difícil para oír.

Algo irónico considerando su quirk.

—No recuerdo la última vez que mis zapatos se desgastaron tanto. — Realmente esperaba poder arrasar con ellos en la pista del baile en San Valentín.

—¿De verdad es en lo único que piensas? Hay gente enfrentando problemas peores. —con una voz temblorosa y llena de cólera, Jirou por fin se había dignado a hablar.

—¿De qué hablas? —Ashido vio la oportunidad perfecta para alcanzarla y enmendar su error.

Kyōka se negaba a mirar hacia atrás, y su boca se quedaba sin aliento. A diferencia de lo que uno pensaría sus lágrimas se habían agotado de tanto llorar, esa inflamación en su mirar persistía pero debía mirar hacía adelante para escapar.

No de Mina.

No de sus amigos.

No de sus padres.

Sino de ella misma.

Ese corazón que Jirou poseía no se forjó sólo, tenía un porqué, una coraza de hierro que creó para protegerse, aunque en el fondo estaba tan encogida como un gatito asustado y temiendo por lo que pudiese pasar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ese corazón que Jirou poseía no se forjó sólo, tenía un porqué, una coraza de hierro que creó para protegerse, aunque en el fondo estaba tan encogida como un gatito asustado y temiendo por lo que pudiese pasar.

—Sólo vete, no le digas al profesor Aizawa de esto. —Jirou le rogó a Mina.

—¿Quieres que me calle, verdad?, así cómo quieres que no le diga a nadie de las burlas que me haces, no te gusta ver a la gente feliz, ¿no es cierto?

—Mina, no lo entiendes.

—¡No, si entiendo!, eres una persona amargada, no te agrada ver a las personas contentas porqué sabes que nunca podrás ser cómo nosotros. Nunca podrás ser cómo yo. —a Mina le temblaba la mandíbula, ¿de verdad eso pasó por su garganta?, que anteriormente decía cosas tan bellas.

—Tú vives en un mundo color de rosa y unicornios, el cuento de hadas para mi ya se acabó. Si, soy una amargada, una bruja cruel que no quiere caer decepcionada otra vez por ser cómo tú.

—¿Qué?, Jirou, tú nunca has tenido suerte en el amor. Bueno, igual y me expresé mal ahora, pero jamás te he visto un novio.

—Mis padres estuvieron juntos por años, éramos muy felices, siempre creí que sería así, mi padre y mi madre parecían amarse demasiado. Por ellos yo creía en el amor, soñaba con tener algo así de hermoso. —Jirou le describió su vida antes de entrar a la Academia de héroes, la familia tradicional en la que se crió y cómo sus expectativas en el romance se habían plantado. —Suena a una vida muy bonita, de seguro tus papás se amaron demasiado. —Mina admiró, el matrimonio era un sueño dorado para ella. —eras la princesa del cuento, el felices para siempre de ellos.

—No, mi madre nunca fue una reina, y mi padre era un estúpido.

«¿cómo puede expresarse así de su figura paterna?, yo a la mía la amo sin pensarlo, mi papá es una gran persona.»

—No creo que tu padre pudiera hacer algo tan malo cómo para que le digas así.

—Exacto, sólo embarazó a otra señora y se lo ocultó a mamá por varios años. —Kyōka estaba llena de rabia.

—¡¿Qué?!, pero el amor es para siempre, no pudo haberles hecho eso.

—No sólo fue esa parte, también quiso irse de la casa y dejar a mamá sin un centavo para comer, después de que lo ayudó tanto a poder estudiar dónde el quiso cuando no era nadie. —Jirou estaba temblando, cómo si el invierno no hubiera desaparecido en su voz. —así fue que ahora están en casa discutiendo día y noche, es horrible saber que todo el amor que había ahí se ha ido. Ahora lo tiene otra niña, que dice amar a su padre y que no soporta saber que tuvo otra hija u otra esposa.

—Jirou, no sabía nada de eso. Perdóname, no quería que mis ideas sobre el romance te hicieran sentir tan mal. —debido a su poder, su lágrimas se turnaban a ser una lluvia ácida, por eso no le gustaba llorar.

—Por eso mismo te molestaba, no me gustaba verte tan contenta y sonriente, sabiendo que hay personas cómo tú de las que el amor no se ha olvidado. Gente que si se va a casar, que será muy feliz, gente que tendrá hijos sin que sus lazos se rompan, que si se van a respetar. Eras tan fantasiosa para mi, Mina. Pero creo que yo lo fui más creyendo que las cosas podrían funcionar con él.

—¿un chico?, te gusta alguien.

—Si, pero por su forma de ser no creo que le gustaría, y aunque me conozca, estoy rota. A nadie le gustaría una chica cómo yo, alguien que siempre está mal por lo que pasa en su casa.

—Ya no volveré a decirte nada de eso, lo prometo, realmente Jirou, eres muy fuerte —Mina se destruyó con Kyōka en ese instante, ambas se tendieron en el suelo y se abrazaron. —debes solucionar esos enredos en tú corazón, tú vida es muy bonita y mereces vivirla, mereces sanar y disfrutar el más bello de los amores.

—Gracias Minari, me es difícil amarme a mi misma por no saber amar mi dolor y varias partes de mi, de verdad muchas gracias. —Jirou por fin había soltado con alguien eso que la estaba ahogando.

«Ojalá hubiera una forma de ver a Jirou feliz, a no ser qué... »

—¿Te gustan las hamburguesas?

—Bueno sí, me encantan las de doble queso.

—¡Ya sé!, mis amigos y yo iremos por unas al rato, puedes acompañarnos si quieres.

—Te acepto la salida, y una vez más, lamento si te hize daño.

—Eso olvídalo Jirou. Puede que el amor no sea para siempre, pero nuestra amistad sí, a partir de ahora. —Mina levantó a Kyōka del suelo, y juntas corrieron a la residencia a arreglarse para la salida de la noche.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
What is love? SerominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora