Películas de amor

126 12 0
                                    

Y en medio de ese campo, temerosa sacó un papel de su bolsillo para empezar a leerlo. Decretando así su amor hacia el chico que llamaba su atención.

Cuando terminó, él se volteó. Aún confundidos no sabían que hacer, pero si había algo seguro es que dos personas no siempre se conocen por casualidad. De modo que al intercambiar unos cuántos vocablos ambos sellaron su amor con un beso.

Su celular estaba envuelto por su uniforme, mientras le daba mordiscos a un sándwich que se mojó por esa lluvia ocular que bajaba por sus rosas
mejillas.

—Pobrecita, llorándole a gente que no existe, otra vez. —exclamó de forma burlona Jirou.

—Pobre de su sándwich, más salado que el mar. —Denki llevaba años sin pedirle comida a Ashido, no después de haber visto el mismo filme 4 veces seguidas.

—Disculpen chicos, es que siempre que veo estas cosas me da una emoción. —de su bolsa sacó un palo y limpió la secreción, guardando consigo el teléfono.

—No tienes remedio Ashido, sí sigues así le diré a Aizawa-sensei que sacas tu teléfono sin permiso. —el corazón de Kyōka Jirou no era precisamente de pollo.

—Ay Jirou, ¿no te gustaría vivir un amor de ensueño?, ¡Una película romántica donde tú eres la protagonista! —Mina saltó de la ilusión.

Denki encontró una flor tirada en el piso de la escuela, la cepillo delicadamente con sus manos y le sonrió.

—¿Te refieres a una de ciencia ficción?, por supuesto. —La creencia de Kyōka sobre el amor era nula, fácilmente aniquilaría a Cúpido. Así fue que marchitó tanto el corazón de Kaminari como su flor. Parecía que le había clavado una flecha en el pecho sin piedad.

—Si es puro cuento, entonces dime, ¿qué hay de tus papás? —las personas no se casan sólo porqué sí, Mina estaba dispuesta a hacerle ver el porqué de esa unión.

—Mina, ¿por qué crees que preferí quedarme a dormir en la residencia, en vez de volver a mi casa?

Uno puede escapar de las tormentas, pero el amor no sabe de escondites.

—Yo creo que si te enamoraras de alguien, cambiarías de opinión. —sin pena ni remordimiento soltó. ¿Es verdad que el afecto cambia a la gente?, Jirou saltó y se hizo la que no veía, evitando especialmente a Denki.

—¡No! Claro que no, no tengo tiempo para esas cosas. —su capucha no era la mejor armadura para sus sentimientos.

—Puro cuento —Ashido sabía bien que nadie puede hacerse del rogar para siempre... Y tampoco Kaminari estaba lejos de huir.

—Y a ti, ¿te gusta alguien?, no creas que no te vi. —Mina lo cachó mientras él guardaba los pétalos de aquella florecilla muerta en su bolsillo, cercano a donde estaba su corazón.

—Pues, en realidad hay una chica.

—Te preguntaría quién es, pero tus ojos hablan por sí mismos. —era inútil pretender no saber todos esos besos que Denki le lanzaba a Jirou con sólo verla.

—Mina, ahora no. —Denki sintió vergüenza, Jirou estaba muy cerca y Mina no se iba.

—Perdón, pero es que al ver dos enamorados me entremezco. —frotar su par de mejillas con sus manos, un gesto de fanatismo muy marcado.

—Pero ya oíste lo que dijo, ¿y sí el único enamorado aquí soy yo?, hasta se volteó de lado al verme. —bajó su mirada, al igual que esa flor hace un rato.

—Si supieras que está loca por ti, recuerda que ninguna flor florece sin un rayo de sol. —guiñó entusiasta su ojo izquierdo.

Parecía simple pero para sorpresa de nadie, Denki no se había tomado el tiempo de pensar así las cosas. —Wow, ¿cómo lo sabes Mina? Eres muy buena.

—De puro ver películas, me he titulado como profesional del romance. —Orgullosa contó, sobre su experiencia y misión a auxiliar cuántos corazones fueran posibles. —conmigo no te faltarán guías, no deberás probar absolutamente nada, tú ya eres ese chico, sólo te falta el toque.

—¿Cuál toque? —Kaminari se rascó la cabeza, ¿acaso daño a alguien otra vez?

—¡no de electricidad, tonto! Me refiero de caballerosidad y elegancia, cortejo y romanticismo. —Mina hablaba tan soñada sobre todo eso, las características esperadas de un hombre enamorado.

—Vaya, no tenía idea, oye, ¿y cómo sabes tanto de ese rollo?

—¿cuál rollo?, creo que me expliqué bien —la metodología fue resumida en su mayoría.

—Eso, todo lo que dijiste.

—¡Sé directo!, con razón no la conquistas, hasta la mujer más paciente del mundo se hartaría rápidamente contigo. —Mina se irritó, algo que parecería muy ajeno a su personalidad contenta.

—No puedes ser maestro sin haber sido estudiante, ni entrenadora si nunca has salido a pelear.

—¿y eso qué tiene que ver?, te estoy dando una porción de mi tesís de romance, no una charla motivacional.

—No es posible que estés de doctora corazón sin que te hayas puesto de novia al menos una vez. Así, ¿cómo crees que voy a poder tenerte confianza en qué Jirou saldrá conmigo?

Era tan obvio, la información explotó en el cerebro de la muchacha, ¿había estado siendo una farsante todo este tiempo?, se había mentido a sí misma.

—No puedo creerlo, Denki, ¡esto no puede ser! —sus pelos se erizaron, su cabello estaba más esponjado que de costumbre.

—Sí puede ser, y lo es. No voy a andar perdiendo mis chances de lograr algo con ella a lo menso. —pese a su carácter divertido y relajado, Kaminari era un chico que sabía lo que de verdad quería. Sus pies empezaron a moverse lejos de su amiga más cercana.

—Puedes dejarme ahora, pero yo no te soltaré hasta que Jirou sea tu novia —Mina apretó sus dientes.

—No gracias, no quiero estar recibiendo acertijos de una chica a la que los chicos no la quieren.

—¡Por eso las flores tampoco te quieren a ti! Ay, hombres —Mina notó que el receso ya iba a terminar, de modo que se fue dirigiendo a su salón.

«Pero es que no entiendo, ¿por qué jamás sentí ni un poco de atracción masculina hacia nadie antes. Vamos Mina, aunque fuese en una sola ocasión alguien debió parecerte atractivo.»

Vivía pensando en amor, sin siquiera haberlo experimentado antes.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
What is love? SerominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora