🦋Un Amigo Nuevo🐝

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Era un nuevo día para Mirabel y Bruno, Milagro los había despertado a ambos y le ayudó a la joven Madrigal a hacer el desayuno para ella y su tío quien al igual que ella, ya estaba arreglado y con mucha energía listo para ir a su nuevo trabajo; tanto el como su sobrina estaban felices por tener un nuevo hogar y además nuevas cosas por hacer, Bruno ya no tendría que ver el futuro de la gente y Mirabel ya no tendría que ayudar al pueblo y a su ex-familia para hacerlos sentir orgullosos de ella y mucho menos tener que complacer a su abuela ni escuchar malos tratos por parte de sus parientes y el pueblo, su tío se sentía igual que ella y a la vez se sentía satisfecho por haber logrado irse de Encanto y además tener buena compañía; después de desayunar ambos Madrigal se despidieron de Milagro y se dirigieron al pueblo para comenzar a trabajar.

En el camino Bruno se topó con el puesto de Leila y esté al verla le saludo dedicándole sin querer una sonrisa que hizo que el corazón de la joven mujer latiera como loco y haciendo que esta se sonrojara hasta las orejas, para suerte de Leila el Madrigal mayor no se dio cuenta de ésto pero si su joven sobrina quien al verla puso una mirada pícara y al final también la saludó para continuar su camino hacia su trabajo, cuando ambos llegaron a lugar en el que Bruno comenzaría a trabajar, este se despidió de su sobrina y le dijo que cuando ella terminará su trabajo en la guardería y luego en la tienda, el mismo iría a buscarla después de que su trabajo terminará; la joven se despidió de su tío y retomó rumbo a su trabajo en la guardería dónde comenzaría a trabajar, la muchacha camino por unos pocos minutos y cuando estaba a punto de llegar termino chocando con una persona a medio camino.

Mirabel le pidió disculpas a la persona con la que chocó porque la verdad no la había visto, lo que le sorprendió un poco a la muchacha fue el escuchar la dulce voz de un chico de su edad que también le pedía disculpas a ella porque el tampoco la había visto, y al dirigir sus ojos al chico con el que chocó ella un poco avergonzada le volvió a pedir disculpas al chico y esté le respondió que no tenía de que preocuparse porque el también había chocado sin querer con ella, la joven Madrigal le agradeció por las disculpas y retomó su camino hasta llegar por fin a la guardería, en dónde la maestra encargada de los más pequeños la presentó ante ellos y Mirabel junto con la maestra comenzaron su trabajo con los niños.

Bruno por otro lado estaba en su trabajo ayudando con la mezcla de cemento cuando uno de sus compañeros de trabajo se acerca a el para pedirle más cemento y el hombre que estaba detrás de él también se acerca, pero no para pedirle cemento si no más bien para hablar con el y conocerlo ya que Bruno era nuevo ahí y se veía que no quería entablar una conversación con el resto de sus compañeros, él joven hombre se acercó a Bruno y le dijo:

Compañero:Hola señor Bruno, disculpe que lo moleste pero quería preguntarle algo, ¿si es que puedo claro?

Bruno dio hizo un suspiro y le dijo al joven que podía preguntarle lo que quisiera, siempre y cuando no sea tan curioso y pregunté demás.

Compañero:Bueno verá señor Bruno, lo que yo quería preguntarle es que bueno, yo y el resto de nuestros compañeros queremos saber de que pueblo vienen usted y su sobrina, ya que no le aclaro nunca al jefe de dónde viene.

Bruno:Por ahora no puedo responderte esa pregunta muchacho porque para eso necesito a mi sobrina y que tu junto con el jefe y nuestros compañeros estén presentes en dónde yo y mi sobrina vivimos ahora.

Compañero:Oh esta bien señor Bruno, si usted lo dice.

Bruno:¿Qué te parece si habló hoy con mi sobrina sobre explicarte a ti y al resto de el pueblo del que provenimos, y mañana mismo te doy la respuesta?

Compañero:Suena bien para mi señor Bruno.

Después de que el joven lo dejará solo Bruno continúo con su trabajo con total normalidad, al igual que su sobrina a quien fue a buscar a la tienda para irse juntos a casa y hablar con Milagro a solas; cuando hiban de regreso a casa los dos se toparon con Leila quién estaba guardando la comida de su puesto con ayuda de un joven a quien Mirabel reconoció de inmediato, ambos Madrigal se acercaron a las dos personas y estos al verlos no pudieron evitar el sonrojo en sus mejillas; Bruno se acercó a Leila para hablar con ella y ayudarle con su puesto, mientras que Mirabel se acercó al chico con el que había chocado horas antes para también hablar con el, por otro lado su tío y Leila estaban conversando muy a gusto a pesar de lo nerviosa que se veía la mujer al estar hablando con Bruno, Mirabel y el muchacho de nombre Mateo estuvieron hablando un buen rato hasta llegar a la casa de Leila quien además vivía con el joven a su lado.

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