5. Mural

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— ¡_______, baja de ahí, vamos a comer — me llama Yuna desde debajo del andamio.

He pasado aquí ya algunas horas sin darme cuenta, he estado bastante concentrada al punto en que he perdido la noción del tiempo.

— ¿Qué hora es? — pregunto, ahora que lo pienso, si ya es momento de comer, debe de ser tarde.

— Las 4:50 — responde la chica —. Vamos, Kai ya esperándonos — comenta.

— Ok... — respondo resignada, luego bajo por las escaleras desde la plataforma y hecho un vistazo a los materiales restantes.

Junto a mi amiga, caminamos rumbo al lugar donde nos espera el menor de nosotros.

Entramos a una tienda de soba, algo muy típico para las tardes, podrá no ser la cosa más elaborada, pero, hay que admitir que sabe bien. Kai ya se encuentra aquí como Yu dijo, el chico simplemente no pudo esperar por nosotros, él se encuentra consumiendo su platillo con una concentración inexplicable.

Sin avisar, Yuna y yo nos sentamos a la mesa, Kai quien hasta hace un par de segundos se encontraba absorto ahora nos mira con una expresión de sorpresa, ¿qué sucede?

— Hola, chicas — saluda saliendo de su trance —. Loca, ¿quieres comer lo de mi plato? — cuestiona a Yuna oh... ok, ya comprendo, su rostro colorado y esas lágrimas lo delatan, el muy imbécil creyó que era buena idea consumir el platillo más picante del lugar y luego para apaciguar el dolor decidió comer el plato de la aludida.

— No, ve a conseguirme uno nuevo — responde la chica molesta.

— Vamos, no está tan mal, ni siquiera pica tanto — dice el mentiroso.

— ¿En serio? Entonces, come una cucharada — vaya, en serio se lo tomó personal... generalmente Yuyu es una persona jovial, sin embargo, es verdad que puede dar miedo cuando se molesta.

El chico, resignado se levanta de la mesa para dirigirse a la barra, yo comienzo a consumir mi comida sin hacer mucho caso a la muchacha que se encuentra a mi lado, quizá si no la miro puedo evitar perecer. Bien, aún faltan algunas cosas por pintar, tal vez haga falta solvente... no creo que sea suficiente, hay una tienda de pintura por aquí cerca, sí, puedo comprarla ahí, lo he hecho con anterioridad, su fórmula es buena, solo me harían falta unos 100¥ aproximadamente.

— Hola, ________ — dice una persona sentándose a un lado, volteo a mirarlo, es Denki, ¿Denki?

— Hola... — respondo un tanto extrañada, sensación que se acentúa aún más cuando miro como Shinso se sienta entre nosotros.

— Hola — pronuncia en un tono neutro el ojeroso mirándome y encogiendo levemente la cabeza, como disculpándose. Le respondo asientiendo de forma discreta.

Kai me mira un tanto incómodo, pero, yo le sonrió con levedad, Denki y yo nos llevamos bien. Teniendo en cuenta que Denki y yo solíamos venir aquí a menudo cuando éramos novios, no me extraña que él frecuente este lugar tal como ahora yo hago. Supongo que se encontraron en la barra o algo así.

Vuelvo a lo mío. En realidad, ¿cómo es posible que mis cálculos hayan fallado? Debió haber sido la superficie, es un tanto más porosa de lo habitual, bueno, es entendible tomado en cuenta que el cambio de sitio fue tan repentino...

— Kaminari, ¿qué tal, hermano? ¿cómo te ha ido con eso de ser héroe? — escucho a Kai hablarle al muchacho.

— Bien, en realidad creo que lo estoy logrando. ¿No han visto las noticias?— pregunta emocionado mi exnovio, él ya conoce a mis amigos.

— No — responde con una risilla mi compañero.

— ¿Regresaron a Japón los tres juntos? — cuestiona el rubio con una expresión curiosa, como si tratara de rememorar algo.

DIBUJOS. Hitoshi Shinso X Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora