Sweet cream

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Catorce de febrero, San Valentín, dia frio, parecía que lloveria, algo común en Londres, aún así parejas de aquí para allá, sonriendo, dándose regalos, besos y jurandose amor eterno.

Liam odiaba eso.

Más bien, no lo odiaría si días atrás no hubiera terminado con su novio, con el que llevaba más de dos años, simplemente porque aquel estaba acostándose con otra persona.

Había salido porque su compañero de piso había llevado a su pareja, ahora simplemente se arrepentía de no quedarse encerrado en su cuarto, viendo algunas películas, y comiendo golosinas, muchas golosinas, prefería eso a ver a todas esas parejas dándose amor y cariño.

Había ido a caminar, llevaba un abrigo largo por el frío de ese día, no había desayunado, y ya su estómago gruñia por tener algo de alimento, se había sumergido tanto en la música que sonaba en sus audífonos, que había llegado a un lugar que no conocía, comenzó a pasar por las tiendas, cafeterías mejor dicho, ninguna llamo su atención, hasta detenerse en una, no supo que fue, tal vez los dibujos de pasteles y bocadillos en el enorme ventanal o tal vez el nombre del lugar y su frase.

“Sweet cream”
“Si nos comes tendrás alegria en cada mordida"

Soltó una baja risa, dio una respiración profunda, se quitó los audífonos y empujó la puerta para entrar, el tintineo de la campanita de la puerta sono anunciando su entrada, pero él no presto atención a los ojos mieles que lo miraron apenas entro.

Habían un par de parejas ahí, él solo paso de eso y camino hacia una mesa algo más alejada, golpeteo con sus dedos la mesa, su teléfono vibro por un mensaje nuevo, saco el aparato de su bolsillo y observó el mensaje de su ahora ex novio.

“Feliz San Valentín, Liam”

Si Liam antes hubiera dicho que todo podría estar bien con su ex, ahora solo quería darle un puñetazo, no sabía la razón de porque él le hacia aquello, pero solo quiso tirar el teléfono contra el piso, y llorar en su habitación.

— Buenos días — Escucho una voz dulce que hizo que levantará su mirada.

Se encontró con unos hermosos ojos mieles, largas pestañas, un varonil rostro con una hermosa sonrisa en éste, su cabello era corto, tan oscuro como la noche, llevaba una camisa blanca pegada a su cuerpo, mangas arremangadas, dejando ver sus brazos llenos de tatuajes, un mandil oscuro envuelto en su pequeña cintura.

— ¿Disculpa? — Murmuró el moreno nuevamente — ¿Se encuentra bien?

La mirada de Liam rápidamente se apartó, asintió rápido, acomodando un poco su largo cabello — S-Si... Yo quisiera un café por favor

Él asintió algo dudoso, mordiéndose unos momentos el labio antes de continuar, mientras escribía en su pequeña libreta — ¿Desea algo más?

Payne negó lentamente, el contrario por su parte asintió despacio, prometiendo que volvería enseguida con su pedido.

Desde que Zayn escucho la puerta abrirse no pudo quitar la mirada de aquel hombre, cabello castaño largo, al punto de que se formaban hermosas ondas en el, leve barba en su rostro, y una mirada triste en sus ojos. Él no creía en el amor a primera vista, siempre se burlaba de sus amigos cuando hablaban de eso, pero al ver a ese chico, sintió sus mejillas enrojecer cuando su madre lo atrapo observándolo, y se apresuró a ganarle a su compañera para ir a atenderlo.

Locos One Shots de ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora