Fueron pasando los días y ya empezaba a comprender que había muerto y que él hubiera querido que siguiese adelante. Que no me perdiese en el pasado, cosa que solía hacer.
Estaba en mi habitación cuando picaron a la puerta:
- Es hora de comer, mamá y yo te esperamos en el comedor - dijo mi hermana
- ¡ Ya voy tata ! - me sorprendió hasta a mí que dijera eso
Baje las escaleras y me encontré a lo que quedaba de mi familia sentada en la mesa esperándome para comer
- Pensábamos que no vendrías - murmuró sorprendida mi madre
- No pensaba perderme tu famosa lasaña-
La lasaña de mí madre era la mejor de Madrid y no exagero.
La comida transcurrió tranquila hasta que a mi querida hermana Claudia se le ocurrió una idea que hizo que mi cara canviara en cuestión de segundos.
- Ya que mañana me vuelvo a ir a Inglaterra, que os parece si esta tarde vamos al centro comercial de compras - preguntó ilusión
A mí no es que me gustara ir de compras, más que nada porque no era ese tipo de chica. Pero hice un sacrificio porque a Claudia parecía hacerle mucha ilusión.
- ¿ Por que no ? Será buena idea salir de aquí un rato. ¿ Tú que opinás Mar ? -
- Claro, será guay -
Una hora después ya estábamos en una tienda de ropa mirando sudaderas.
- Cariño, esta de aquí es muy bonita - dijo mi madre enseñándome una
- No sé mama, creo que voy a ir a por un batido a la cafetería de enfrente - dije antes de salir de la tienda lo más rápido que pude.
Estuvimos la tarde en el centro comercial y después fuimos a comer a un restaurante que hace las mejores pizzas del mundo.
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Nada es para siempre
Teen FictionMar era una chica joven, pero llevaba desde el principio de su existencia sin ningún propósito en la vida o eso pensaba ella. Al final del verano, tendría que asistir a una universidad del centro de Madrid. A parte de no saber qué estudiar, ha de in...