poesía infiel

Prólogo

‹‹ Creo que ningún lector sabe en qué libro empieza a odiar la realidad. En que historia pierde el interés por salir de las páginas y enfrentarse a la vida. Como dicen por ahí, nadie recuerda en que miedo se hizo valiente, aunque como yo de valentía no me atrevo a presumir, diré algo más sincero: no recuerdo en que prosa me volví cobarde, porque como siempre he dicho, no hay mayor cobarde que un buen escritor, y no es que me considere buena, pero escritora soy... ››

No sé si comenzar este libro usando mis propias palabras como cita introductoria sea la mejor elección... pero, un momento, ¿dije libro? Vaya, no era mi intención; y aunque así se le llame a un cúmulo de páginas escritas, a veces creo que ese título nobiliario le queda grande a mis plebeyas ideas. Así que mejor me refiero a estas palabras como fragmentos de contradicciones autobiográficas y sentimientos herejes de insomnios desesperados. Pedacitos de mi vida, canciones de transfusión en los días en los que se me desangra el alma.
No prometo un magistral manejo de la lírica, ni elaborados conceptos antagonistas ante las cosas que condeno.
Persigo la rima de vez en cuando, y mis versos libres tienen más de "-des" que de "conocimiento".
Lo que ahora llega a ti, que me has dado una oportunidad, son memorias nítidas, noches largas, recuerdos medio cubiertos de polvo, problemas en los que "cualquier semejanza con la vida real" es algo brillante por mi parte (siendo para nada modesta), lágrimas desordenadas, páginas sueltas, amores y desamores, gritos sordos en la voz de nadie, sueños inmaduros y realidades podridas, ingenuos análisis que se parecen a mi, o descaradas frivolidades que revelan mi sarcasmo entre las paredes de estas letras oscuras. Son verdades, mías; o, en el peor de los casos, ingeniosas mentiras piadosas.
Quizás una pérdida «de» tiempo... O, en el mejor de los casos, una pérdida «en el» tiempo. Sin compromisos ni exclusividad, simplemente, poesía infiel...