Venetia vuelve a su hogar luego de dos años en recuperación y tras la muerte de su padre, quien ha dejado dispuesto en su testamento que ella se reintegre a la familia Brighton; sin embargo, su vuelta a casa no solo trae desprecio y discordia, tambi...
Venetia tiene un problema, lo ha tenido por años, por eso mismo vive desde las sombras, se esconde, se disfraza como un mueble más en la fría habitación; se aísla y se adentra en su lectura diaria, la misma que le hacen soñar con un amor como el que a diario lee; solo emerge de su cueva cuando escucha el característico sonido de su auto, cuando sus pasos resuenan por el fino porcelanato, cuando su voz retumba por la hueca mansión.
Se asoma por la ventana para verlo, disfruta sus sonrisas; conoce cada gesto suyo, cada expresión, cada línea de su rostro. A la joven, Bjorn Schwartz le vuelve loca. Ella tiene veinte, él treinta y cuatro; ella es rubia, él es castaño, ella odia los tatuajes pero ama los de Bjorn, ella es virgen y él es pecado. Nunca ha sido besada y Bjorn es experto en eso.
Desde su sitio parece que nada pasa, que nada muta, que no hay días, pero cuando lo ve pasearse por la casa como si fuera el dueño, la habitación se ilumina. Cuando lo ve besar a su novia, imagina que la besa a ella.
Venetia está enamorada de un hombre prohibido, Bjorn es el novio de su hermana...
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