Hilo Rojo

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Capítulo dedicado a izayuko_13 por hacer la preciosa portada de está historia.

Se dice que existe un hilo rojo. Una guía que nos llevará a nuestro ser amado, la persona con quién deberemos pasar el resto de nuestras vidas, viviremos un gran amor a su lado, es nuestro destino. El hilo podrá estirarse, enredarse pero jamás romperse, algo tan hermoso como cruel a la vez.

Eso es lo que dicen, pero existen personas que no creen en estás historias antiguas, es imposible estar destinado a vivir un gran amor con un completo extraño,— Pero eres un usuario de habilidad, lo que hacemos con nuestros poderes no siempre es posible — explicó Kunikida, que apresar de su semblante serio y hasta cierto punto malhumorado era creyente de esa idea,— Es porque tu intentas conocer a tu mujer ideal, que no es real  — susurró Katai haciendo que Doppo se enojara con sus palabras aunque era cierto, si creía en la leyenda del hilo rojo entonces significaba que si buscaba lo suficiente al final del camino encontraría a la persona destinada para él, por lo tanto debía ser una mujer que siguiera todos los puntos de su lista,— ¡¿Qué tiene de malo mi lista?! — cuestionó a su amigo, se conocían desde hacía años y sinceramente Katai era la persona que menos criticaba sus ideales, pero había algunos con los que realmente parecía no estar de acuerdo, por ejemplo su lista de mujer ideal,— No tengo nada encontrá de ella, pero no quiero hablar de esto... — respondió Tamaya sin despegar la vista de su computadora, no quería hablar de ese tema, la mujer ideal de Kunikida Doppo era un tema demasiado desgastante para él,— Tu eres el que lo saco a tema... — gruño con molestia el antiguo Maestro, era verdad que con esas cosas Katai tenía demasiados problemas con ese tema, parecía que lo anhelaba más que nadie en todo el mundo pero era demasiado pesimista para poder buscarlo, no hablaba con mujeres, vivía encerrado en su casa acompañado de Yoshiko y de Kunikida que era el único ser humano real que conocía, más una amiga por carta que hizo una vez pero nunca llegó a hablar en persona con ella pero sabía que obligar a Katai a hacer algo sería como buscar mover un árbol de su sitio, se necesita paciencia solo para forzarlo a hacer cosas pequeñas, pero algo como buscar el amor era demasiado, “ Es casi como buscar matarlo” después de eso su teléfono sonó, tenía trabajo en la agencia así que dejó a su amigo.

***

— El hilo rojo existe pero no ayuda en nada — se quejó Tamaya cuando Kunikida ya se había ido antes de tirarse y esconderse debajo de su futón,— Se que es real... Pero no sirve... — susurró con tristeza intentando olvidar el incidente de su época de estudiante, del tiempo más turbulento y terrible de su vida sino fuera por Kunikida que se encargaba de sacarlo a la fuerza de su casa para que fuera a estudiar es posible que no hubiera terminado la preparatoria.

«A Katai no le gustaba mucho hablar con las mujeres, este miedo aumento con lo que el llamo encuentro fatalista, una compañera de clase,— Haz todo el proyecto — fue su petición mientras seguía viéndose en el espejo de mano que tenía, — ¿Eh? — ahora se arrepentía de no haber dicho solo, «Sí»,— Tu eres muy listo, solo pon mi nombre y yo a cambio te diré tu pareja destinada — fue su oferta, mientras sonreía con algo de malicia,— N... no — su miedo y tartamudeo inicial fue algo premonitorio sobre lo que iba a pasar,— Está bien, te enseñaré que puedo hacerlo — después de eso tomo su mano y lo saco a arrastras del salón de clases. En el instante en que tomo ella lo tomo vio algo, era más bien como un listón, largo, de color rojo y con un brillo blanco rodeando toda su extensión,— ¿Qué... es eso? — cuestionó con miedo de ver algo que casi parecía fantasmal,— Es el hilo rojo, si lo seguimos podrás encontrar a tu pareja destinada — expreso con gran alegría, para ella eso era de lo más emocionante, una usuaria de habilidad con la capacidad de ver el hilo rojo,— Harás el trabajo en cuanto lo encontremos — susurró antes de dar vuelta a una esquina en dónde estaba parado Kunikida hablando con un maestro que le pedía que lo ayudará a llevar unos libros a la biblioteca,— ¿Katai? — pregunto  Doppo en cuanto lo vio, pero Tamaya estaba más preocupado por el final de su hilo, atado al dedo meñique de su compañero, su único amigo,— Oye, presidente de clase, ven — llamo la muchacha con alegría, antes de jalada por Katai y así alejarla de Kunikida que los miro extraño,— ¿Qué acaba de pasar? — se cuestionó antes de hacer la labor que le acaba de encargar el profesor.

***

— ¿Por qué hiciste eso? — cuestionó con molestia la muchacha,— ¡Yo haré el trabajo pero no digas nada! — rogó a lo que la joven acepto,— No puede romperse, solo estirarse, enredarse pero jamás podrás librarte de esto — eso sonaba más como una amenaza, como una maldición más que nada. »

***

Nunca dejo de ser amigo de Kunikida, sinceramente le aterró la idea que el fuera su pareja, desde mucho antes de saber lo del hilo ya estaba enamorado de su mejor amigo, la única persona en la que podía confiar y no tener miedo de ser juzgado por sus múltiples incapacidades sociales pero sabía que confesar sus sentimientos era una tontería, conocía desde hacía mucho el ideal de mujer de Kunikida, que con los años se iban agregando cosas, Katai no entraba ni en los primeros tres.
— En ese tiempo creí que este sentimiento se iría... Pero solo crece, no importa lo que haga — susurro con gran molestia para si mismo, no podía abandonar sus sentimientos, ni mucho menos romper el hilo que lo ataba de por vida a Doppo,— Jamás podré decirle... — no quería el rechazo en la mirada de la persona destinada a amarlo, no entraba en el ideal de Kunikida, al mismo tiempo no podía destruir las ilusiones de Doppo,— Su ideal... La cosa que hace que lo ame... Si le digo eso... Destruiré algo que amo de él... — no se había dado cuenta en que momento se había puesto a llorar, sus lágrimas descendían al mismo tiempo que empañaban sus lentes, se los quito y uso a Yoshiko para limpiarse,— No puedo... Cambiar quién soy... Tampoco puedo cambiarlo.... No puedo hacer nada con lo que siento... Ni con que el solo me ve como su amigo... — susurró con dolor, lo mejor era buscar a alguien a diferente para amar,— Si este hilo sirviera de algo... El sentiría cosas por mí... Pero no es así... — sentía dolor, mucho en su pecho, incapaz de poder decir nada sobre sus sentimientos sintió que el mundo se caía a pedazos cada vez que hablaban sobre está insistente mujer, sentía celos de alguien que era tan real como un unicornio,— Aunque es mejor que no sea real... Si ella... — no quería completar la idea, sabía que el dolor lo dañaría de forma que esconderse debajo de Yoshiko no podría solucionar, pero por ahora hacerse bolita debajo de su futón le permitiría esconderse de esos pensamientos pero la verdad es que solo lloraba hasta quedarse dormido,— Esto del hilo no es real... No te permite... Vivir un gran amor... — susurró.

Espero que les guste mucho este shipp ya que solo encontré edits de ellos en inglés y ningún escrito de ellos así que pues espero lo disfruten.

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