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Habían pasado ya unos 2 días desde que Langa llegó a esta pequeña pero a la vez gran ciudad, y el peli-azul no se quejaba en lo absoluto, más bien, disfrutaba de aquel "relajante" lugar en el que, de alguna forma, le agradaba, a pesar de que apenas llegara hace muy poco.

—"Langa, cariño, por qué no vas a ver el vecindario?"—sugirió su madre en un tono amable, pero a la vez se notaba un poco la súplica—"es bueno salir un rato para matar el tiempo, además de que deberías ir a conocer el pueblo un poco más"—seguía hablando su madre, diciéndole cosas típicas que las madres les dicen a sus hijos, pero debía de admitir que tenia razón, ¿por que no matar el tiempo en otro lugar que no fuera únicamente su casa? Aunque no quisiera aceptarlo salir le haría mucho bien, pues ayudaba a que sus piernas no se durmieran de tanto estar acostado en su cama o sentado en el sofá, además de que podría conocer mejor el nuevo vecindario en el que se encontraba.

Luego de muchas insistencias ( de nuevo ) por parte de la castaña, el peli-azul no dice más que—"esta bien, voy a salir."—la castaña solo sonrió de forma victoriosa al cumplir con su objetivo, como si hubiera ganado alguna partida de algún juego de mesa.

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Luego de un pequeño rato en el que el peli-azul se ponía lo que encontraba, se decidió por irse con una camisa gris, con unas rayas negras que decoraban los hombros, y unos jeans de color azul oscuro.

Se fue caminando hacia la puerta para ponerse aquellas zapatillas deportivas de color morado con blanco que le regaló su papá el cumpleaños pasado, para su suerte, aún le quedaban.

—"Vuelvo pronto, adiós."—le dijo el de piel pálida a su madre, la cual estaba en la sala viendo algún dorama de romance triste, pues estaba aprovechando su día libre.

—"No llegues tan tarde.^^"—fue lo único que alcanzó a decir la castaña antes de que su hijo cerrara la puerta por fuera.

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๑ ⊹₊🛹 ✦⌇꒷︶︶꒷︶︶꒷꒦︶︶꒦ ˖ ࣪ が‹ 𖥔 ࣪ ˖ ᥫ᭡

El canadiense paseaba tranquilamente por las calles del vecindario, se podían ver diferentes edificios, tiendas y casas, tanto las "normales" ( como la casa de Langa ) como las tradicionales al estilo japonés, al peli-azul le llamaba la atención estas últimas, pues nunca había visto ese tipo de arquitectura en su país, mayormente en su Ciudad natal se podían encontrar unas cuantas cabañas, pero nunca vio algo cómo eso, y era normal, pues nunca salió de su país hasta ahora. Además de que hubo una en específico que le llamó la atención.

La casa estaba rodeada de un muro mediano de piedras con flores de hibiscos, con una estructura de madera rígida y ancha, que tenía de esas puertas tradicionales japonesas en las partes de atrás, en las que se podía ver el patio, y como no, un pequeño camino que llevaba a la puerta principal, de esta salía cierto pelirrojo de ojos ámbar con su característico skateboard de diseños "extravagantes", mientras se despedía de una señora un poco más baja que el, que posiblemente era su madre, para salir a sabe Dios dónde.

—"Vuelvo dentro de un rato, Adiós!!"—dijo aquel chico que capturó la mirada del canadiense—"No llegues tarde como la última vez! ahí si te quedas castigado!"—le dijo aquella señora, mientras se despedía con la mano de su hijo, con una cálida sonrisa, casi tan cálida como la de aquel japonés.

El pelirrojo solo siguió su camino, no sin antes echarle una mirada a la dirección en la que se encontraba el peli-azul, al darse cuenta de esto, solo le lanzó una torpe sonrisa llena de vida mientras movía su mano como forma de despedirse.