8 | A 315,001 kilómetros de la luna.

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ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO TIENE CONTENIDO +18, LAS COSAS SE NOMBRAN TAL CUAL SON ASÍ QUE LÉASE BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD. 

Espero les guste.

JAJF. 

HARRY

Bola de imbéciles. No tienen la menor idea de lo frustrante que es llegar a un lugar y no pasar desapercibido. He leído infinidad de historias en las que el típico chico popular, además de ser el "malo" al que todes quieren, se alegra de recibir las ovaciones de gente de las que ni siquiera sabe la inicial de sus nombres. Pero la realidad es otra, la realidad es esta. Sí, tener cinco minutos de fama está bien para alguien que quiere tenerlos, pero hay momentos en la vida en las que dan ganas ser uno más del "montón" sin ser conocido por todo el instituto.

Pero, supongo, ese es el precio de ser el capitán del equipo de basquetbol.

Observo, con una sonrisa en los labios, a Nicole salir de la piscina con el cabello pegado en sus mejillas. Varios chicos la ven con admiración, pero no me importa porque sé que en el instituto se le respeta. Y Nicole... la verdad es que nunca se ha ofendido por cualquier comentario misógino que algún patán le haya hecho.

Recuerdo la primera vez que la conocí, fue en secundaria. Era una de esas chicas que son inteligentes en clase, y un desmadre en la calle. Recuerdo perfectamente nuestro encuentro: fue en una pelea que tuvo Oliver con un universitario porque estaba saliendo con la misma chica que él. ¿A los dieciséis años? Sí, a los dieciséis años mi gran amigo Oliver andaba saliendo con una de casi veinte.

Bueno, en fin, ella estaba en los espectadores viendo cómo se madreaban a mi mejor amigo. Incluso estaba grabando, yo me acerqué para evitar que siguiera grabando. Me dio una cachetada por querer quitarle el teléfono. Y cuando acabaron de pelearse al llegar la policía, me pidió mi número de teléfono. ¿Un poco extraño, cierto? Pero aquí estamos, juntos desde entonces. Y sin nadie que nos haya separado aún.

Niego con la cabeza cuando me hace una señal para que entre a la piscina. Pero, apenas dar un paso, siento cuatro pares de manos agarrarme cada una de mis extremidades. Y entonces, todo el sonido se amortigua cuando caigo directo hasta el interior de la piscina.

Cuando salgo a la superficie, Sam, Zac, Oliver y Owen están riéndose fuertemente en la orilla de la piscina. Les levanto el dedo corazón a cada uno, y sonrío cuando Sam cae a la piscina a mitad de una carcajada. Después Zac, Oliver y al último Owen. Salen a la superficie y comienzo a partirme en carcajadas cuando los cinco nos encontramos a Susan y Nicole paradas en la orilla de la piscina grabando con sus teléfonos el momento.

Seguramente van para sus redes. Nicole se cree influencer.

Nado hacia la orilla, me apoyo de mis manos y salgo de la piscina, rodeo a Nicole de la cintura. Alza el teléfono en el aire y toma una fotografía de ambos, sonrientes.

—Necesito ir al baño, me han empapado hasta los calzoncillos —digo despegándome la camiseta del cuerpo.

—¿Te acompaño? —Inquiere con un tono seductor.

Niego con la cabeza.

—Ya sabes que no me gusta hacerlo en casas ajenas, bonita.

—Pero nadie se dará cuenta, Harry. Todos están aquí bailando y bebiendo. Anda, sirve y te hago entrar en calor para que no te resfríes...

Pega su cuerpo al mío, sus pechos al mío. Desliza las puntas de sus uñas falsas por mi barbilla, sonriendo. Me planta un pequeño beso en los labios y se gira en dirección a la puerta de cristal corrediza que hay al otro lado del jardín. Miro por encima de mis hombros conforme avanzamos, comprobando que nadie nos vea.

Tan cerca de la luna [UE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora