28 | A 23,000 kilómetros de la luna.

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NOTA: este capítulo tiene escena +18 y las cosas se mencionan tal cual se llaman, queda bajo tu responsabilidad leerlo. 


HARRY

Cuando abro nuevamente los ojos, lo único de lo que soy consciente es de que Hunter se ha acercado tanto que mi cuerpo está compartiendo calor con el suyo. La oscuridad en la habitación comienza a ser más negra conforme pasan los minutos en los que nuestros labios se funden como cera caliente unos en los otros, anhelándose con desesperación. Desciendo las manos por su espala hasta el borde de la sudadera blanca que hace juego con la mía, solo que la suya es una luna y la mía de un sol.

Introduzco las manos por debajo de ella y siento cómo contrae el estómago cuando mi piel hace contacto con la suya.

Ríe bajito pegado a mis labios.

—Estás frío —dice.

—Lo siento —murmuro.

Vuelvo a posicionar mis manos en su piel, sintiéndola a la perfección. Cada puto centímetro de su piel es como tocar las nubes. Tomo el borde de la sudadera y comienzo a subírsela, haciéndolo alzar los brazos en el aire y despegar sus labios de los míos por un momento para retirársela. Cuando pasa por su cabeza, la lanzo contra el suelo y vuelvo a concentrarme en él. Solamente en él y lo bien que se siente esto.

—Espera —dice despegándose de mi boca.

Lo miro, la respiración de ambos está acelerada. Se gira sobre sus talones para ir a cerrar con seguro la puerta de la habitación, después regresa y abre la pequeña ventana que hay junto a su cama. Una fresca y deliciosa brisa entra en el lugar, envolviéndonos.

—Listo —dice cuando se vuelve a poner frente a mí.

Justo antes de volver a besarlo, me quito la sudadera para estar parejos y tener los dos el torso completamente desnudo, con el único fin de sentir su piel rozar la mía, y que nuestros corazones compartan el mismo ritmo al latir desenfrenados. Sus labios se mueven con desesperación sobre los míos, abriéndose paso rápidamente para que nuestras lenguas hagan contacto.

En algún momento entre besos abro los ojos y siento que el corazón se me va a detener al encontrarme con los suyos abiertos, mirándome. El brillo de la excitación es evidente en su mirada, y una sonrisa aparece en sus labios. Una vez en la preparatoria escuché a unos chicos del equipo de baloncesto decir que la mejor sensación cuando estás enamorado es sentir la sonrisa de la otra persona en un beso, y que abres los ojos y hay un brillo lleno de sentimientos en ellos.

Pero la cuestión aquí es, ¿estoy enamorado?

Ni siquiera sé si esté haciendo lo correcto.

¿Qué pensaría Nicole si nos viera así en estos momentos?

Obviamente se enfurecería.

Parpadeo varias veces seguidas para borrar a Nicole de mi mente y centrarme de lleno en Hunter, quien se ha despegado de mí y ni cuenta me había dado. Trago saliva con dificultad, y tomo el suficiente aire para llenar los pulmones y relajar mi cuerpo.

Alzo una ceja.

—¿Qué pasa? —Pregunto.

Hunter se relame los labios.

—¿Eres virgen? —Inquiere y sonrío.

Niego con la cabeza.

—¿Y tú? —Se encoge de hombros.

—No sé.

—¿Cómo que no sabes?

—Es que sí he tenido experiencias con otros chicos... Pero nunca ha habido penetración, ¿me explico?

Tan cerca de la luna [UE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora