40: A 254 kilómetros de la luna.

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HARRY

Entro corriendo al gimnasio rezando en mis adentros para que el entrenador no me vaya a echar la bronca por haber llegado tarde. Aunque nunca falto, dudo que tenga un tipo de privilegio con la puntualidad.

Pero para mi suerte, el equipo no está completo aún y el entrenador no se ve por ningún lado.

—¿Qué pasó? —Inquiero cuando me encuentro con Owen y Zac en una de las banquillas de descanso.

Ambos se encojen de hombros.

—Ni idea, llevamos media hora esperando al entrenador, pero no aparece —informa Owen chocándome los puños.

—Bueno, iré a vestirme.

Ambos asienten y salgo disparado hacia los vestidores, encontrándome con una completa soledad que me resulta tranquilizante. Comienzo a desvestirme cuando llego a mi taquilla personal donde tengo varios cambios de ropa y mis uniformes del equipo de la preparatoria, y es entonces cuando escucho la puerta del vestidor abrirse y una respiración entrecortada.

Miro por encima de mi hombro hacia la dirección del ruido y la sangre deja de bombear en mi sistema al encontrarme con sus ojos.

No sé cómo sentirme al respecto después de todo lo que ha sucedido entre nosotros, tampoco esperaba saber cómo reaccionaría al encontrarme con él. Pero nunca pensé que sentiría una presión en el pecho cuando mis ojos volviesen a hacer contacto con los suyos. Todo el mundo se paralizó en ese instante, fue como si lo mirara por primera vez, como si volviera a mirar por primera vez todo el universo que había en el interior de sus ojos, como si lo penetrase con la mirada y tocase su alma... tal como aquella tarde en el campo cuando se quedó sin gasolina para su camioneta.

Hace meses de aquello y aún había cosquillas en mi interior por su sonrisa vergonzosa de esa tarde.

Hunter se aclara la garganta, rompiendo el silencio incómodo que se había instalado entre nosotros, pero solamente camina hacia su taquilla sin emitir palabra alguna, dejándome a la espera de un saludo.

Saludo que nunca llega.

Me desnudo por completo, quedándome solamente en ropa interior, y resulta extraño todo el ambiente. Porque nunca me había dado vergüenza que alguien me viera sin ropa, pero en estos momentos lo ultimo que quiero es que Hunter me mire como me está mirando ahora mismo: sonrojado y de reojo para evitar que me dé cuenta que lo está haciendo.

Las cosas con Nicole han mejorado bastante, quizá sea por eso...

Mentira.

—Ho... Hola —murmura tan bajo que a duras penas distingo el saludo. Mi mirada se encuentra con la suya, temerosa de que sea capaz de volver a hacerme sentir todas esas pulsaciones que hace no más de unas semanas ocasionaba. Lo miro quitarse la camiseta y girarse sobre sus talones hacia su taquilla—. ¿Sí habrá entrenamiento?

Trago saliva y me aclaro la garganta.

—Supongo.

—Ok...

El silencio se instala entre nosotros y no soy capaz de soportarlo un segundo más. Sin decir más, tomo el uniforme del equipo, me lo coloco y cierro el casillero detrás de mí para después encaminarme hacia la entrada de los vestidores.

Pero me freno en seco cuando lo escucho llamarme.

—¿Harry? —Aprieto la mandíbula al escucharlo pronunciar mi nombre.

—¿Mhm?

Se toma tiempo para proferir su respuesta, tiempo que aprovecho para decidir si girarme y mirarlo o abandonarlo. Me decido por la primera, y me sobresalto al encontrármelo justo frente a mí, con sus ojos mirándome fijamente a los míos, perdiéndose en ellos.

Tan cerca de la luna [UE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora