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Maratón 2 de 5

Nanon no salió ese día, ni tampoco el siguiente por lo que me dedique a socializar con los empleados de la casa. Con Nani ya parecíamos viejos amigos, conocidos de toda la vida, pero mientras estuve allí también conocí a Henry, el jardinero y a Mercie, la mucama que venía dos veces a la semana. Ambos me parecieron simpáticos pero me fastidiaba demasiado las expresiones que ponían cada vez que hablaba sobre Nanon por lo que decidí que Nani y, como última opción, el pesado de Francis, serían mis únicos amigos allí dentro.

Nanon se decidió a salir el tercer día luego de su crisis. No parecía haber dormido mucho pero su piel había recobrado un poco de su color natural y eso logró que una sonrisa se deslizara por mi rostro. Llevaba una camiseta simple oscura y una chaqueta marrón encima complementada con un jean negro. Los días habían estado un poco frescos últimamente, Earth me lo había recordado constantemente cuando se dio cuenta de que Mix no saldría a nadar con el clima frío.

Parándose en el umbral de la puerta de la cocina, Nanon dio una rápida mirada a los presentes antes observarme directamente—. Voy a salir. —musito antes de voltearse y salir de la cocina.

Entendiendo eso como mi señal de salida, me puse de pie y corrí detrás de él. Saliendo por la puerta principal, visualice a Nanon de pie cerca de la cochera con su mirada hacia el cielo. Sus ojos cerrados delataban las largas pestañas oscuras que descansaban sobre sus, ahora, sonrojadas mejillas, tenía los labios entreabiertos con una respiración lenta y constante. Como si simplemente estuviera disfrutando del suave aire frío que corría.

El cielo estaba encapotado de varios tonos de gris que prometían una linda tormenta pronto. Nanon abrió los ojos y observo las nubes con el ceño fruncido. Su expresión de inconformidad me hizo sonreír y mis pies comenzaron a moverse en su dirección por voluntad propia.

—Creo que va a llover, ojos bonitos. —declaré. Nanon me miró con curiosidad y supuse que estaba intentando entender el apodo con el que lo había bautizado. Sonriendo, pasé a su lado haciendo girar las llaves de mi auto en mi dedo índice—. ¿Iras en tu motocicleta?

Devolviendo la mirada al cielo, el chico hizo otra mueca antes de mirarme y murmurar con voz muy delgada—. ¿Puedes llevarme?

Sonreí de forma brillante, estábamos progresando bastante—. Sube.

Sin decir una palabra más, el chico camino hasta mi auto y se subió en el asiento del copiloto. Aún faltaban nuestras clases sobre "por favor" y "gracias" pero ya llegaríamos a eso, tenía intenciones de devolver al chico su alegría así me costara la mía propia.

— ¿A dónde, señor? —dije con tono elegante mientras giraba la llave.

—No lo sé —se encogió de hombros mientras miraba por la ventana—. Solo... necesito tomar aire.

Lo miré con confusión sin saber muy bien si esa falta de hostilidad era parte de su crisis o su personalidad en sí. Tal vez el chico solo era explosivo y reaccionaba a la presión. O la crisis lo había dejado más cansado de lo que había pensado en un principio y ni siquiera encontraba fuerzas para gritarme mis verdades. No tenía ni idea pero no me gustaba mucho este Nanon complaciente y débil, prefería al que me grito por ser su niñera.

Encendiendo el auto con un suspiro, lo saque por el camino de entrada y conduje por la carretera a ningún lugar en específico. No tenía idea de a dónde podía llevarlo. Las plazas no parecían un lugar muy viable por como el chico se encontraba, la playa ni siquiera era opción por lo que decidí llevarlo al único lugar que en verdad lograba tranquilizarme cuando me hallaba alterado.

Dirigiendo mi auto por la carretera principal acelere mientras observaba por el rabillo del ojo las reacciones del moreno. No pareció perturbado con el camino que había escogido pero pude ver como sus ojitos se deslizaban por todos lados observando los detalles con detenimiento, como si estuviera intentando sacar fotografías mentales. Nanon tenía alma de artista, podía verlo tanto en sus tatuajes como en los papeles pegados a su puerta y me pregunte si alguien se había dado realmente cuenta de ello antes.

Brave. (Adaptación OhmNanon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora