The Music Story Project 2 (Concurso / Secuela)

3 - I Really Like You / Froot

MASH-UP:

I Really Like You - Carly Rae Jepsen / Froot - Marina and the Diamonds

Propiedad de @Just_Thinking_6206

Esta mañana, al despertarme, no tenía la mas mínima idea de donde estaba.
Tal vez se debía a la gran cantidad de alcohol que había ingerido la noche anterior, pero ese no es el punto.
El punto es que, cuando desperté, desperté en sus brazos. Había soñado con este momento durante años, y cuando recuperé la conciencia, lo único que quería era tomar mi ropa (Si, ambos estábamos completamente desnudos) y salir corriendo, hacia ninguna parte.

¿Cómo habíamos terminado en esta posición? Esto iba a ser una mera reunión de trabajo, ¿cómo habíamos pasado de eso a esto?

Me senté en la cama, su habitación era un desastre: Nuestras prendas, desparramadas por el piso; Habíamos manchado la cama, Dios sabe con que.
El dormía, respirando suavemente; sonreído, como si estuviera soñando algo agradable.
La última vez que lo había visto dormir, había sido hace siete años. Me había colado en su cuarto, y le había sacado una foto durmiendo.
Las cosas que hace uno cuando está encaprichado con alguien, que no hubiera echo por un momento así.

Como en las películas, imágenes de la noche anterior cruzaron mi mente, primero acariciánda suavemente, y luego atropellándose para pasar primero:

El me tenía contra la pared, me había despojado de toda ropa, y acariciaba mi parte íntima con dulzura.
— Esta no es mi primera vez en el rodeo.— me susurró al oído seductoramente, mordió mi labio inferior, y siguió acariciando mis partes, esta vez con más fuerza.

Desperté de mi ensoñamiento, y corrí al baño luego de recoger mi ropa. Estaba desesperada. ¿Qué había echo? Hasta hace unas horas, era virgen, ningún chico había tocado jamás su tesoro escondido.
Todo por estarlo esperando a él, como una fruta pasada de estación, que ha sido abandonada, y se está pudriendo.

No tardé mucho en colocarme la ropa, y al salir, el me estaba esperando en la puerta, como el mundo lo vio nacer.
Desnudo.

No se como habíamos llegado a la cama, pero el estaba encima mío, penetrándome con fuerza, mientras yo gritaba sin pudor.
— Mi pequeña rosa sangrienta.- la sangre cubría toda la manta, cada punta, cada hueco.— Has estado esperando todos tus veranos por mi, ¿no es cierto?

— ¿Estás bien?— susurró luego de un incómodo silencio.— No es nada que no hayas visto antes.- Su mirada cautivadora, en otros tiempos, me dejaba sin palabras, pero ahora estaba tan fuera de mis pensamientos, que su masculina pose era en lo que menos pensaba. Pensaba en salir corriendo, huir, y evitar todo tipo de comunicación con el.
Pero era imposible, el había cortado mi ruta de escape, y solo podía hacer una cosa: Decir la verdad.

— Escúchame, no tengo idea de como hemos llegado a esta situación, y con toda sinceridad, no quiero seguir aquí.— en ese momento, traté de empujarlo, pero el me acorraló contra la pared.
Olía a rosas y a alcohol. Sonreía, sin importarle que yo estuviera al borde de las lágrimas.
— Tu eres la que empezaste esto, ¿no lo recuerdas?

Lo más incómodo de aquella "cita", era que no era una cita.
Nuestro jeje había asignado un trabajo de convivencia, debido a la discriminación de los hombres y mujeres de altos cargos hacia los demás.
Nunca imaginaba, que, al salir de mi mundo de ensueño (Algunos lo llamarían oficina) me encontraría con que había estado trabajando al lado de el que había sido mi amor no correspondido durante toda la escuela secundaria.
Ahora comíamos en su casa, en un penthouse de lo más moderno a la luz de las velas.
— Cuéntame Evangeline, ¿cómo es que no fuiste a la reunión de ex-alumnos?— No tenía la mas mínima idea de que era lo que estábamos comiendo, pero el parecía gozar de los alimentos.
— La escuela secundaria no fue mi mejor época, y a veces, no es necesario enfrentárte a problemas con los que ya no convives. A veces, es mejor dejarlos pasar.
El sonrió, y me sirvió más vino. ¿Cuántas copas había bebido ya? ¿Seis? ¿Tal vez siete? No lograba recordar.

Me miró, y, al perderme en sus ojos, no me percaté de que estaba empujando mi copa, hasta que esta cayó sobre sus pantalones.
El no pareció molestarse, solo movió la cabeza en gesto de que no importaba.
— Dios, lo siento tanto, estoy tan fuera de mis pensamientos.— Tomé una servilleta, y me levanté para limpiar la mancha. Penosamente, esta última se extendía por toda la zona genital.

El no se movió mientras yo limpiaba, ni se inmutó, pero parecía disfrutarlo.
Al levantarme, me tropecé con el tapete, y terminé encima de el.
Antes de que pudiera reaccionar, el me tomó en sus brazos, y me susurró en el oído:
— Pensé que nunca llegaríamos a esto.
No se porque no me aparté. Habrá sido efecto del alcohol, o tal vez porque uno de mis deseos carnales más profundos se estaba volviendo realidad en frente de mis ojos.
El punto es, que dejé que me desnudara, y me estrechara contra la pared.
— He visto estaciones ir y venir, desde el sol de invierno, hasta nieve en verano.- acercó su mano a mi órgano reproductivo.— Esta no es mi primera vez en el rodeo.— me susurró al oído seductoramente, mordió mi labio inferior, y siguió acariciando mis partes, esta vez con más fuerza.
Comencé a emitir unos pequeño gemidos, mientras el me levantaba en brazos, y me tiraba en la cama.

Se desnudó completamente, dejándome ver su hombría.
Se lanzó hacia mi, con una pequeña estocada de su miembro, mientras susurraba unos hermosos (y a la vez intimidantes) versos.

"Cosas buenas les vienen a los que esperan,
pero no estoy en mi época paciente,

Es verano y estoy colgando de una viña.
me van a hacer vino tinto,
colgando como una fruta en un árbol,
esperando a que me cojan.
Venga, libérame."

— Mi pequeña rosa sangrienta.— la sangre cubría toda la manta, cada punta, cada hueco.- Has estado esperando todos tus veranos por mi, ¿no es cierto?
No pude responderle, un conjunto de emociones inundaba mi cuerpo: Rabia, dolor, placer, cariño.
Pero el placer y la lujuria era mi mayor sensación en este momento. ¿No es la lujuria el pecado más dulce?
Siguió susurrando, ignorando mis exclamaciones.

"Soy tu flor carnal, quítame los pétalos y haz que mi corazón explote.

Eres mi amor verdadero, yo soy tu destino."

— ¿Ya lo recuerdas?— murmuró, con una sonrisa fanfarrona estampada en el rostro.
Suspiré, y sin mirarlo a los ojos, dije:
— Necesito decirte algo, no importa que suene algo infantil.— no le di tiempo a contestar, solo hablé.— Realmente me gustas, lo siento si me sobrepasé, es solo que cuando estamos fuera de contacto, pierdo la cabeza.— me hubiera gustado preguntarle a gritos si el sentía lo mismo, pero cerré mi boca por miedo a cagarlan.— Y se que debería irme. Y también se que esto no es amor, pero lo dicho, dicho está.
Al principio no parecía saber que contestar, después se levantó, y tomó su ropa.

- Si entiendes que esto no es amor, no le veo el problema a seguir con esto. El amor es complicado, trae responsabilidades, obligaciones. No estoy listo para eso. No estoy listo para actuar como la sociedad dice que debería comportarse un adulto.- terminó de colocarse los pantalones, y con un elegante movimiento de brazos, escribió en un trozo de papel abandonado en su mesa de noche.
Todavía sin camisa, se retiró de la habitación, yendo a quien sabe donde, no sin antes entregarme en papel (con lo que parecía un número de teléfono), y decirme al oído:
- Nos veremos después, rosa sangrienta.

EN MULTIMEDIA I REALLY LIKE YOU

EN VINCULO EXTERNO FROOT