Capitulo 3

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Hello, hello pequeñas saltamontes.

Puse un pregunta en Instagram para que pueda subir el capítulo hoy, NADIE ADIVINO, pero les adelanto su regalo de pascua.

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Bye.

Felices pascuas 🥚✝️

Me enteré que a Robert le había dado un infarto, el sentimiento de culpa que me llegó no me gusto, y es por eso que les di más tiempo, no quería cargar con la muerte de alguien en mi consciencia

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Me enteré que a Robert le había dado un infarto, el sentimiento de culpa que me llegó no me gusto, y es por eso que les di más tiempo, no quería cargar con la muerte de alguien en mi consciencia.

Supe que Olivia había estado yendo a la empresa de su padre, me imaginó para buscar una solución a su problema, lamentablemente la única solución era yo, la cual dedujo por el mensaje que me había enviado.

Era momento de la negociación, tenía que ponerme en modo empresario responsable.

Pasó por ti a las 7 pm
-Nicholas Miller.

Ok
-O.A.

Su contestación a secas no me gustó mucho, tal vez eso una pequeña parte del karma haciendo lo suyo por los tantos mensajes secos que había enviado.

Le avisé a Nora que no cenaría aquí, me vestí como normalmente lo haría para una cena de negocios, ella era seguro que negociaría y si pensaba que no estaría dispuesto hacerlo estaba muy equivocada.

No dejaré que tampoco se me suba a la cabeza.

<<Tú tienes el control>> me apoyo mi conciencia.

Tenía razón.

A las 7 en punto oprimí el timbre de su departamento, creí que tardaría en abrir, no lo hizo, me miro, podía verse que quería matarme, en cambio, yo quería llevarla a su cama y darle unas cuantas nalgadas por haberme dicho idiota muchas veces.

<<Controla cualquier impulso que tengas>>

—Buenas Noches, Olivia.
—Nicholas —pronunció entre dientes, sonreí de lado, era difícil.
—¿Lista? —le ofrecí mi mano y esperaba que la tomara.
—Sí, vamos.

Ignoro mi mano, bien empezamos bravos.

Me adelante a abrir la puerta del carro, mi caballerosidad no le agrado porque en lugar de darme las gracias o mínimo sonreírme solo se limitó a ponerme los ojos en blanco, al ver que ella había entrado, me apresuré a llegar al otro lado para no darle la oportunidad de arrepentirse y volver a su departamento.

—¿acaso no estás acostumbrada a la caballerosidad? Creó que no has salido con los hombres indicados.

Me burlé, nunca había visto a una persona ponerme mala cara como ella.

—Yo no ando saliendo con alguien cada fin de semana o cada día —respondió. ¿Esa imagen tenía de mí?
—Pues te hace falta, estás muy huraña.

Nicholas MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora