Capítulo 9- Por si no nos volvemos a ver

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Una conversación lejana te despertó, los primeros rayos de luz se filtraban por las cortinas así que era un poco confuso que hubiera actividad en tu casa tan temprano

Saliste de la cama intentando no hacer mucho ruido ni movimientos bruscos que pudieran despertar a tu abuela. Habías dormido con ella para dejarle tu cuarto a Camilo y Antonio que posiblemente seguían dormidos

La puerta chilló un poco cuando la abriste pero al perecer la gente en la sala no escucharon el ruido y siguieron en su platica. Estaban hablando sobre la búsqueda de Mirabel, iban a salir pero se estaban poniendo de acuerdo como se dividirían y por dónde buscaría cada quien

Miraste dentro de tu cuarto, no vaya a ser que Camilo aplicara la tuya y se saliera por la ventana para buscar a su prima. Pero no, estaba dormido dejando su brazo como almohada para su pequeño hermanito que se aferraba a su ropa como si no quisiera que se fuera

Suspiraste y cerraste la puerta. Te acercaste a la cocina para escuchar la platica, te pusiste detrás de una columna para que no te notaran, lo cual funcionó, la gente hablaba como si nada y no se había percatado de tu presencia, de esa manera podrías saber por donde buscar y ayudar sin que lo supieran

Camilo- ni se te ocurra- ahogaste un grito cuando te asustó tomándote del brazo

_____- maldita sea, me asustaste- susurraste poniendo una mano en el pecho- ¿Y qué insinúas? No iba a hacer nada- Camilo arqueó una ceja

Camilo- ay, ¿en serio? Como si no te conociera- desviaste la mirada y volviste a poner tu atención en la conversación de los adultos- no podemos ir a buscar a Mirabel aunque queramos- hiciste una ligera mueca

_____- ¿Quién dijo que iría a buscarla?- te quejaste

Camilo- literalmente ayer tuve que ir tras de ti para que no te perdieras en el bosque- te recordó y le pellizcaste el brazo para que hablar más bajo

_____- nadie te mando a cuidarme- no es que te molestara que se preocupara por ti, era solo que no querías meterlo en problemas

Elva- pero fue bueno que fuera a cuidarte - les dio un coscorrón a ambos- está vez los voy a cuidar bien- la voltearon a ver- tesoro, ve a despertar a Toñito. Camilo ayúdame a hacer los chilaquiles- ordenó

- sí, señora- murmuraron, Camilo se metió a la cocina junto a tu abuelita y tú te fuiste a tu cuarto a despertar al más pequeño

Tu gata entró detrás de ti pero se adelantó subiéndose a tu cama y acurrucándose junto a Antonio que levantó el brazo para acariciarla. Te sentaste en la orilla de la cama

_____- ya estás despierto, levántate para que me ayudes a poner la mesa- hablaste en voz un poco más baja de lo normal, te estaba dando la espalda por lo que no veías su cara, lo escuchaste moquear- hey, ¿qué pasa?- intentaste acercarte

Antonio- aún no la encuentran, ¿verdad?- el niño se había ido a dormir con la esperanza de que al despertar ya habrían encontrado a su prima

_____- no, aún no... pero no tienes que preocuparte. Lo harán pronto- animaste sentándote por completo en la cama, poniendo la espalda en la cabecera- eres un niño, y la búsqueda de Mirabel es cosa de mayores así que no deberías de preocuparte tanto- estiraste el brazo para acariciar a tu gata

Antonio- tú tampoco eres exactamente mayor- detuviste sus caricias y jugaste con tus manos arriba de tu regazo- me preocupe mucho cuando tú y Camilo se fueron- te sentías mal

_____- lo siento, Antonio. No era mi intención preocuparte, pero yo...- te detuviste y suspiraste- mira, nada justifica el que te haya hecho preocupar, era solo que me sentía muy mal por Mirabel y quería ir a buscarla, no pensé en cómo te sentirías tú o mi abuela- lo miraste esperando a que se volteara

¡¿Qué clase de encanto es este?!// Camilo Madrigal (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora