Prologo

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Museo de Historia Natural

20:00 hrs

Todo estaba normal y sereno, la noche era tranquila. Una pequeña niña esperaba sentada en las escaleras. Los que pasaban solo la observaban, con temor a acercarse.

Desde dentro, uno de los guardias la vio, sin titubear se dirigio a ella.

- Hola pequeña - la niña salto del susto - ¿Que haces aqui a estas horas de la noche? - le pregunto.

- Espero a que mi mami venga por mi - le contesto inocente.

- ¿Desde cuando estas aqui? - le pregunto el.

- Desde que el sol estaba alli - señalo la mitad del cielo estrellado.

- Cariño tu madre no volverá - le dijo serio.

- ¿Por que no? - lo miro a los ojos.

- Ven comnigo - le indico el.

La niña se levanto y lo siguio en silencio. Entraron al museo, la pequeña quedo maravillada de lo hermoso que era, figuras de cera, estatuas, animales, un enorme esqueleto de dinosaurio.

- Fredericks solo te hemos mandado a cerrar la puerta - le dijo un hombre alto.

- Lo se Reginald, la encontre fuera - susurro a el.

- Hola cariño, ¿cual es tu nombre? - pregunto un hombre pequeño.

- Kylee - le respondio ella.

- Fredericks tenemos que llevarla con alguien.

- Lo se Gus, pero ¿con quien? - los tres pensaron.

- Dejemosla con Anne, recuerdan que ella queria una hija...

La pequeña Kylee se alejo, escucho un sonido proveniente de fuera, ya que se encontraban en el cuarto de los guardias. Camino siguiendo el sonido y la brillante luz del área egipcia. Se acerco al ataúd, que estaba totalmente quieto. Quito los seguros, muy curiosa acercó su cara a lo que cubría el ataúd. Se alejo de el, acercándose a la tabla, que comenzó a brillar. Escucho un estruendoso ruido por su espalda, dio un brinco y giro lentamente. Lo que dormía dentro se levanto, comenzando a quitarse la venda.

- ¡¡Aaaaaah!! - grito la pequeña.

- Tranquila - le dijo la momia quitandose los bendajes dejando ver a un apuesto joven.

La pequeña solo lo observaba, de lejos, en silencio.

- Soy Ahkmenrah - se presento.

- Soy Kylee - le dijo inocente.

- ¡Kylee! - escucho gritos.

- ¿Donde estas, niña? - le grito Gus.

- ¡Aqui! - grito, alejandose mas del joven.

- ¿Que haces aqu... - se callo inmediatamente al ver al joven.

- ¡¿Pero que hisiste niña?! - le grito Gus.

La pequeña comenzo a llorar.

- ¿Como se atreve a hablarle asi? - pregunto el principe molesto acercandose a el.

- Le pido que se aleje, su majestad - le contesto un poco temeroso.

- Ven cariño, vamonos - le dijo Fredericks a la pequeña.

Antes de irse, la pequeña miro por un corto rato a Ahkmenrah, lo contempló de pies a cabeza, viendo su vendaje y dandose cuenta que era una simple persona. Corrio hacia el, dandole un abrazo y susurrandole un "adios" seguido de un beso en la mejilla. Lo solto y corrio de nuevo con los guardias, desapareciendo de la vista del joven principe. El quedo impresionado, no imagino que ella haria eso, jamas alguien le habia demostrado alguna clase de afecto, ni siquiera sus padres.

La llevaron a casa de Anne. Ella la recibio muy bien y dijo que cuidaria de ella.

AMANTES DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora