AMANTES DE LA NOCHE

Capitulo #10

Rami (Ahkmenrah)

Todo sucedio tan rapido, hace cinco mes que mi pequeña Raylee habia nacido. Es identica a su madre, tan hermosa, carismatica, amable y curiosa. Tiene unos enormes ojos color avellana, su cabello color cobre cae en delicadas ondas por su espalda, su nariz es pequeña y adorable, tiene los labios de su madre, su piel es una mezcla de ella y yo, su color es perfecto, todo ella, al igual que su madre.
Raylee me observaba con sus enormes ojos cada moviemiento que hacia, nos encontrabamos en el patio trasero, donde una capa de cesped nos arropaba, el verdor y las flores de Kylee, hacia que todo se mirara hermoso. Suspire, Raylee iba y venia, trayendo flores solvestrea que crecian en la cerca que nos dividia de la maleza.
Kylee, mi mujer perfecta, la chica de la que me enamore y siempre estare enamorado de ella.
- Rami - escuche que me llamaban.
Me levante y tome a la niña en brazos. A mi pequeña princesa. Cruce el patio hasta la puerta de entrada que estaba en la cocina, salude a Maria, la cocinera, y a Lucy su hija. Raylee solo les sonrio y entramos al living. Mi pequeña estiro los brazos hacia aquella mujer que amo.
- Mi pequeña - dijo tomandola en brazos y besandome.
- ¿Dormiste bien? - pregunte.
- Muy comoda, pero me faltaban ustedes - hizo un puchero -, ¿donde han estado toda la mañana? - pregunto.
- A fuera - las abrace.
- Amor, hoy viene mi madre y Rick a comer - anuncio.
- ¿Es una amenaza? - bromee.
- Tonto.
La mañana la pasamos en el patio, disfrutando de la naturalza, Raylee corria libre por el enorme jardin. Sonrei al oirla reir. Su carita se mojaba con la brisa y las regaderas que rociaban agua a la flores y el cesped, estabamos en esos dias donde el calor te derrite como no te imaginas.

Kylee

Despues de tanto tiempo, aqui estoy, gracias a la insistencia de Rami y los doctores, estoy viva. Y con mis dos grandes amores.
Mi madre se fue hace poco, la comida fue divertida, Rick es un buen hombre.
Me encontraba en la cama, esperando que Rami duerma a Raylee en su pequeña cunita en su enorme habitacion.
- Ya se quedo dormida - suspiro.
- Buen trabajo - rei -, conmigo jamas se duerme asi de rapido.
- Me quiere mas a mi - se acosto a mi lado.
Sin discutir mas, me acomode mejor y me dormi.

- Maria, puedes prepara filete y algo de pure de papa, por favor - pedi amable.
- Por supuesto que si - me sonrio.
- Nana - grito la niña.
- Hola pequeña Lee - Raylee reia.
¡Ding dong!
El timbre sono, corri a abrir.
- Pastel - grito mi pequeña.
- Gracias, puede ponerlo en el comedor - le dije a los tipos.
Hoy era el cumpleaños de Rami, y quiero que todo salga perfecto. La he hecho de noche para que sus padres vinieran, ademas Rami llega hoy de un viaje de negocios y quierp darle una pequeña sorpresa.

Todos estaban aqui, sonrei satisfecha. Me siento tan feliz, Rami no trada en llegar.

Rami (Ahkmenrah)

Despues de mucho dias de viaje, solo fueron tres, pero fueron eternos, llegue a mi casa. Baje del auto con maletas en mano, estaba todo tan silencioso, abri la puerta lentamente, todo estaba oscuro. Busque interruptor por la pared.
- ¡¡¡SORPRESA!!! - gritaron al encender la luz.
Di un brinco de sorpresa. Mis padres, mis amigos, personas que no conozco pero que de seguro vinieron por la comoda gratis y mi amada esposa e hija. Ellas dos vinieron a abrazarme, les di un beso a amabas.
- Gracias - les dije y la abrace mas fuerte.

Hoy Raylee cumplia un año. Kylee decidio ir a la playa para celebrarlo. Fuimos a la playa que queda cerca de donde vivimos, un lugar hermoso. Habia muchas personas nadando, niños corriendo y algunos sentados bajo palmas o pequeñas palapas que otorgaban los recidentes.
Esto es tan hermoso, conviviendo con familia, mi familia. Suspire, nunca imagine llegar a tener una familia, crei que pasaria las noches del resto de mi... ¿maldicion?, en el museo ¿y luego que? ¿morir? ¿desaparecer? Quien sabr que hubiera pasado, pero ya estoy aqui, con mis princesas, viviendo a la perfeccion, si tener que ocultartme del sol. Sin ocutarme de na ni de nadie. Por fin podia respirar aire fresco y no el polvo del sacofago. Por fin era libre.