Al terminar el horario escolar, Yoonoh caminaba junto a Taeyong con destino a la casa del mayor. Habían colocado un trabajo en parejas para el día siguiente y Taeyong de inmediato se ofreció a ser compañero de Yoonoh e invitarlo a su casa para hacerlo más cómodamente.
Yoonoh en ese momento era un pequeño manojo de nervios, no era muy notable, pero incluso se encontraba teniendo pequeños momentos de temblor. Estaba a una distancia considerable de Taeyong con la excusa de que no le quería incomodar, pero si pudiera estaría hombro con hombro junto al mayor.
—¿Te gusta mucho dibujar?— La repentina pregunta sorprendió al más alto e hizo que mirara a otro lugar.
—Sí... siempre me ha gustado.— Su voz era tan suavecita y adorable, Taeyong ahogó un gemido de ternura.
—¿Podrías acercarte un poco más? Parece que no nos llevamos bien.— Dijo entre risas el pelinegro corriéndose más al lado seguro de la acera.
—Perdón.— Las risas del mayor lo hicieron reír a él también, al final quedaron a unos diez centímetros de distancia entre sus hombros.
—Tienes un gran talento artístico ¿Nunca has asistido a clases es especiales?— Taeyong giro su rostro para mirar el de su acompañante.
—No, en realidad mi padre me ha enseñado todo lo que sé... a él le encantaba todo lo relacionado con el dibujo.— Sus palabras volvieron a salir de forma suave, pero ahora era como un poco nostálgica.
—Te enseñó muy bien, ¿él estudió algo relacionado a eso?—
—Sí, estudió arquitectura, aunque es una carrera con dibujo técnico él también estudió el dibujo artístico por aparte.—
—Entiendo, oh, llegamos.— Bastaron solo un par de pasos para estar en la entrada del hogar de Taeyong.
Yoonoh suspiró tratando de calmar sus nervios, conocería a los padres de su crush y no quería dar una mala impresión.
